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LAS PANDEMIAS NO TIENEN GLAMOUR (Javier Sáez 02-06)

18 abril, 2007 a las 10:30/ por

Algo falla en la política de prevención contra el sida en el Estado español. Este año se cumplen 25 años del inicio de la pandemia y España sigue siendo el país con la tasa de infectados por VIH más alta de Europa occidental (0,7%, es decir, casi 300.00 personas según ONU SIDA).

La situación de l@s pres@s es muy grave, con más de un tercio de la población reclusa infectada, sin que a nadie parezca importarle. La infección por prácticas heterosexuales sigue aumentando cada año, ante el silencio cómplice de las autoridades. Éstas siguen sin abordar la regulación y los derechos de las prostitutas y chaperos a ejercer su trabajo en condiciones de protección y seguridad como trabajador@s que son, como ha denunciado el colectivo Hetaira numerosas veces.

(…)

Es increíble que en España no haya aún un registro de personas infectadas por VIH, sino sólo de aquellas que desarrollan la enfermedad. El Ministerio de Sanidad hace trampas y miente a la opinión pública cuando afirma que el sida baja. Carlos Cabezón, Secretario General de Madrid Positivo, desvela esta mentira con claridad: “el Ministerio no dice que en realidad hay más casos de infección por VIH. Si los enfermos no fallecen, y la enfermedad no se cura, es imposible que descienda [el sida]” (DIAGONAL, nº 22, 19 de enero 2006, pág. 38).

(…)

Parte de la culpa de esta situación la tienen algunos empresarios gays, que siguen sin facilitar preservativos ni lubricante gratuitamente en sus locales. Y parte de la culpa es de nuestra propia comunidad, de nuestra incapacidad para abrir un debate sobre lo que está pasando, o de hablar entre nosotros del tema.

Las asociaciones GLTB están haciendo una labor muy valiosa y útil de información y de asistencia. Son las únicas que se preocupan de ir a los locales a poner carteles, de ofrecer información, de repartir preservativos, de atender dudas en sus diferentes servicios de asistencia. Pero es vergonzoso que una vez más la prevención la tengan que hacer organizaciones pequeñas, casi sin medios, ante la pasividad y el silencio de unas autoridades sanitarias irresponsables y cobardes.

La comunidad gay puede hacer al menos una cosa: no ser cómplice de ese genocidio encubierto, y cuidarse a sí misma. Nosotros sí sabemos cómo protegernos. Es sencillo: utiliza el preservativo.

(El texto lo pongo resumido, por lo poco que suele gustar leer en internet,… pero de verdad. Lo recomiendo. VALE LA PENA leerse el artículo entero).

Y quizá ayude a recordarlo algunos anuncios alemanes sobre el tema. Sabiendo inglés se puede ver en este blog, al que llegué a través de Rinzewind.

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