Selección de idioma

La liberación sexual que (realmente) nunca llegó

14 noviembre, 2008 a las 7:00/ por


El otro día me vi un capítulo de Cuéntame (Vender o no vender). Y me di cuenta de que seguimos nadando en las mismas aguas de hace 30 años… Las mismas.

Aparte de ese archipiélago de gente que cuestiona cosas (en torno a Beatriz Preciado y otras propuestas similares), la gente sigue nadando en el mismo océano donde se sigue igual desde hace tres décadas. Sí, las cosas son distintas en algunos pocos «focos» en Madrid, en Barcelona, en Bilbao, Sevilla… pero la gran mayoría… uf. La mayoría no llegan a acercarse a propuestas que yo sigo viendo muuuuy muuuy intelectualizadas.

Drag king

Como estas amigas bollo que se fueron a un sitio en que unas chicas hicieron un «número» de drag king. Y las drag king venga a decir «Tú, zorra, tráeme la comida», «Quítate de ahí, que tú eres una mujer»
Lo que es una herramienta interesante (creo que ese es uno de los objetivos) para mostrar que la actitud de un género es sólo una cuestión de actuación, de rol, que simplemente es un papel que los hombres interpretamos por una vestimenta, lenguaje corporal, etc o sea, aprendido… acabó convertido en una pesadilla para ellas, que no leen a Preciado, ni a Butler, ni tienen por qué hacerlo, creo yo… No entendían nada de todo eso. Y precisamente eso les produjo rechazo hacia esas estrategias que en un inicio intentan ser liberadoras….

Me recuerda a algo que leí de la poesía negra feminista. Poesía entre otras cosas porque permitía escribirse a ratos, cuando tienes un trabajo, cuando no tienes tiempo para hacerte un largo ensayo… Lo mismo sucede con toda la teoría queer: ¿tienes que sentar a la gente a leerse la complicadísima Butler y, si no lo hace, se han quedado fuera de la jugada?¿Ya no tienen derecho a subirse a la carroza que lleva al paraíso de la liberación?. Ya nos contaba hace un par de años una amiga que es profesora de temas de género en Reino Unido: «La teoría queer se está abandonando porque es demasiado…. teoría».

Y lo peor es la cantidad de gente que tiene la sensación de que en la primera «supuesta liberación», en los años 70-80, no les ha faltado nada… De que ha sido una polémica modélica transición. Eso sí, cada vez que intentas «menear» algo, los que siempre se callan, les da por hablar. Por qué será que yo me voy encontrando con piezas que no cuadran con la versión que me dieron de la Transición… Como la vez que hablé con el hombre, publicitario, que me contó cómo les habían contratado en las elecciones de 1978 para que hiciesen pintadas por la calle, diciendo «VOTA», para que votar pareciese anti-sistema, para implicar a más gente en la votación…. Ooooops, igual el hombre habló de más…

En el capítulo de Desmemóriame «Cuéntame» puedes ver a los curas dando por culo ( y que nos lo digan a los miles que seguimos intentando en 2008 darnos de baja). Que si las mujeres en la cocina, que si duermen juntos sin casarse, que si el novio es moreno,… que si la libertad la trajo un Ministerio… O vivo en un ambiente muy particular o yo sigo viendo los mismos problemas alrededor…

Que le pregunten a Ajoblanco: «Lo que luego sobrevino es de sobras conocido: la movida, el consumo abusivo de drogas ilegales, el sexo pretendidamente liberado, el sida, el fin de la epopeya ochentera. El capital apartó a esa generación de la militancia antisistema, condenándola a las miserias del consumismo. Ganaron el derecho a drogarse, a escuchar letras subidas de trono, a follar con ciento y la madre, pero perdieron la libertad de ser distintos.

Todo eso es lo que veo hoy mismo alrededor…

Y ya puestos aprovecho para copiar y pegar algunas respuestas pilladas aqui y allá del que llevaba Ajoblanco en la transición. Si te has aburrido hasta aquí, puedes saltarte el resto, porque son respuestas de la misma persona a varias entrevistas:

… descubrí el increíble capital que tiene este país en la historia de los ateneos. Y su increíble olvido. En los años 20 y 30 se definían en España posturas sobre la mujer y la libertad sexual que anticipaban a todo el movimiento contracultural yanqui en 30 o 40 años. (…) la sexualidad sigue pervertida. Importa más la cantidad que la calidad, también entre los heterosexuales. Importa más el culto a la belleza que la comunicación entre personas. Por eso la bulimia… La revolución sexual que planteamos no era esto.

Nos han robado la memoria, la historia. La han contado los políticos, no los que estábamos en la calle, donde se consiguió la libertad, con los movimientos sociales que la hicieron posible. Los partidos tenían poca legitimidad, cooptaron y destruyeron los movimientos sociales para tener todo el protagonismo. Esto nos lleva al déficit democrático que arrastramos hoy.

La universidad se la quedó el PCE, el PSOE los ayuntamientos y el mundo del poder se lo quedaron UCD y los franquistas. Quien ha engañado a toda la gente progresista fue el PSOE. Al pactar se repartieron el pastel y acabaron con la incipiente sociedad civil que se estaba organizando, fuera o no libertaria. Esto lo ves claramente con las asociaciones de vecinos, órganos populares de base. Los partidos fagocitaron a sus líderes para los ayuntamientos. Pero, por otro lado, no hubo ruptura porque no podía haberla, hay que ser más claro y exigente con los hechos. En aquel momento no había alternativa, la mayoría del país era franquista, la oposición como mucho éramos el 30%.

(…) Acabo el libro en el año 1978. Lo que ocurre después es un misterio. Cuando hice el libro hablé con muchas personas, y en esos años hay una especie de bruma. Son unos años de aspiradora, de olvido, en los que era necesario sobrevivir. Lo que pasó en la época PSOE fue de más calado que lo que yo planteo en el libro. Es necesario que más gente haga libros para poder desmenuzar qué es lo que provocó esa especie de parálisis mental cuyo premio ha sido el enriquecimiento de la población y esa locura generalizada que es el consumismo. El olvido ha tenido una compensación económica.«

¿Y por qué me empeño yo tanto con la transición? Pues porque creo que fue un momento en que las cosas podían haber sido distintas, en que había posibilidad de que sucediesen unas cosas que darían como resultado una sociedad distinta a la que tenemos.
¿A tí te gusta como está? A mi «este traje» me aprieta.

2 Comentarios a “La liberación sexual que (realmente) nunca llegó”

  1. Marcos dice:

    Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

Dejar una respuesta

Mensaje:

logo_lateral
 

Archivo