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Aquí te pillo, aquí te investigo

4 mayo, 2012 a las 9:00/ por

El otro día me llamó mucho la atención algo que me contaron en una sauna. Resulta que bastantes chicos en lugar de entrar directamente a enrollarse con los chicos que están ese día, se quedaban un rato en la entrada buscando en el móvil tíos con los que quedar, sobre todo usando Grindr.

Para quien no lo sepa, Grindr vale para ligar con chicos gay/bi sabiendo que están cerca de donde estás tú. Y con opción de chat. Como lo define en este artículo completo sobre la app, es como pedir comida rápida localizando el restaurante más cercano.

Me lo contaban diciendo «en vez de enrollarse con los chicos que ya están en la sauna, se ponen con Grindr a buscar chicos con los que quedan aquí«. Y eso que igual parece raro según cómo se hacían antes las cosas, ahora parece de lo más normal…

Antes de internet como algo-que-usa-todo-el-mundo, era muy complicado encontrar a alguien de gustos parecidos. Había que deducir esos gustos de los anuncios por palabras. Pocas palabras. A eso hay que sumar el azar de que tú hayas ido a comprar el número de la revista donde aparece lo que buscas y que esa misma semana haya publicado anuncio alguien a quien interesa lo que tú ofreces… Y el camino era largo y pesado: Comprar revista > leer toooodos los anuncios > escribir a apartado de correos (nadie daba el número de teléfono de su casa, no había móviles. Obviamente tampoco su dirección) > contestación desde el apartado de correos > teléfono o cartas y cartas. Cuando te llegaba la contestación ya se te había pasado el calentón y ya no sabía ni qué habías escrito tú. Algo que ahora es Twitter/Fetlife/Facebook/SDC/okcupid > whatsapp > gtalk > webcam > quedar. O incluso más rápido. Y con todo el perfil claro de entrada.

Por eso, en aquella época tan pesada, era la época «física», analógica, había que ir a sitios concretos: Para conocer a gente con tus gustos, tenías que ir a un local «de tus gustos». Ibas a un local swinger, o una quedada BDSM, o emigrabas a una fiesta fetish, o a un local gay/bollo/trans, algo que veías en pocas ciudades. Y de nuevo el azar de que el día que vas tú vaya la gente que te puede interesar. Y una vez que quedabas… el camino a veces más largo, a veces más corto, de saber qué le ponía realmente a la otra persona…

… cosa que ha pasado a ser justo lo contrario ahora: Que para saber todo lo que le gusta a la otra persona (o personas) se pueda usar Grindr —mucho más inmediato— o Bakala, Tuamo, Fetlife, OkCupid, OnSwingers, SDC etc etc para tener un perfil completo de alguien antes de quedar. O una vez que has quedado, echar un ojo a toda su «ficha» (como la foto de arriba). Yo sinceramente prefiero eso por dos cosas:

1. Te evita descubrir, después de haber quedado varias veces, que hay algo que es algo insalvable o algo que busca esa persona/s o tú que la otra parte no puede dar, y sin eso no tiene sentido seguir. 

2. Evita aquello de descubrir, en la cita a ciegas que era en realidad, que la persona/pareja no te gustaba nada. Con aquello de la discreción, rara vez enviaban foto de cara. Horreur. 

3. Permite descubrir gente nueva por sus gustos. ¿Te pone mucho la momificación?¿Los tríos bisexuales?¿la lluvia dorada? Pues ya quedas concretamente para eso. Y ya con ese interés inicial, las cosas van mucho más rápido.

Todo esto, obviamente, si prefieres esto a las relaciones sin ninguna implicación, con personas desconocidas en cuartos oscuros, baños públicos, etc. El aquí te pillo, aquí te mato. Que hay quien prefiere que no se sepa absolutamente nada de su vida.

2 Comentarios a “Aquí te pillo, aquí te investigo”

  1. Germán_TB dice:

    Grindr ha hecho que lo que antes era una aburrida espera de 3 horas en el aeropuerto de donde sea, por el retraso o la conexión de turno, pues pueda animarse con algún encuentro en los baños o similar. Y donde digo aeropuerto, aplicable a cualquier espera jajaja. la verdad es que las historias del Grindr dan para mucho.

    Es el «aqui te pillo aqui te mato» puro, y conociendo a la comunidad gay la verdad es que un invento que como era de esperar ha sido un éxito en muchos países entre ellos España, con una base y un funcionamiento simplísimo. Y por 2$ al año si no me equivoco…

  2. Parece un inventazo, visto así…

    Pero como siempre, para mujeres ni se plantea?

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