Lo bueno, pasados los años, que puedo compartir capítulos de Más allá de la pareja (More than two, en inglés), pero añadiendo cosas que creo que pueden mejorar.Eso me pasa al leer los capítulos sobre acuerdos, reglas y normas del libro. Pasa como con todo en la vida: una idea parece buena…hasta que la pones en práctica y te das cuenta que no habías previsto otras complicaciones posibles.

Eso es lo que sucede que con el apartado del libro sobre los acuerdos con doble rasero. El problema con ese tipo de acuerdos es cuando no son justos APARENTANDO SER JUSTOS. Cuando esconden un doble rasero, AL MISMO TIEMPO que se dice que todo el mundo tienen los mismos derechos en ese acuerdo.

Pero a esas normas en teoría (no debería haber un doble rasero) hay que sumarle la práctica: te pueden situar en una situación subordinada, con menos derecho a decidir (por ejemplo, si participas o no en una crianza o porque se parte de una situación en que alguien quiere tener un tipo de relación determinado). Ahí es útil el consejo que planteo tan a menudo: PON EL FOCO EN TI. Porque si comienzas a entrar en el debate de qué es justo y qué no, todo dependerá de la capacidad de argumentar, contraargumentar, convencer, persuadir, presionar, la experiencia, la edad, para que te acaben convenciendo con argumentos que pueden ser muy muy razonables, intelectualmente impecables pero QUE NO TE HAGA BIEN. Y ahí está la clave, ver todas las personas involucradas si se hacen bien mutuamente.

Porque las reflexiones sobre el doble rasero pueden ser muy útiles, por ejemplo, para una pareja que decide abrirse se dé cuenta de lo doloroso que puede ser para otras personas y no haberse dado cuenta antes. O para quienes no tienen una relación de pareja, pero esperan que su red tome determinados acuerdos que les pueden convenir, pero ser muy injustos con otros miembros de esa red de relaciones.

De todos modos, insisto cada minuto, suele ser muy mala idea poner las ideas por encima de las emociones. Las emociones te están diciendo algo, y conviene saber si decidimos seguir lo que nos dicen esas emociones o no.

Y después de la foto, el capítulo de hoy.

“Las reglas que plantean restricciones diferentes a diferentes personas son problemáticas siempre, y el poliamor no es una excepción. El doble rasero puede ser flagrante y obvio: Por ejemplo, el fundador de Playboy, Hugh Hefner, es famoso por tener varias relaciones simultáneas con varias mujeres, de quienes se espera que no tengan más amantes que él. Pero los dobles raseros pueden ser más sutiles y vagos. Un ejemplo común es cuando una pareja tiene una regla que establece que pueden interrumpirse mutuamente cuando tienen una cita con terceras personas si uno de los miembros de la pareja necesita atención, pero esas terceras personas no pueden interrumpir las citas que tiene la pareja.

Un doble rasero incluso puede no ser un problema para la persona que lo acepta. Si alguien,
realmente, no desea tener varias relaciones, por ejemplo, pero le parece bien que su pareja tenga otras
relaciones, una regla de que una persona puede, y la otra no, no supondría una limitación. Pero sigue
siendo un doble rasero; las reglas son diferentes para una persona y para la otra. (Esto también plantea
la cuestión de por qué existe esa regla. Si ella realmente no tiene interés en tener otras relaciones ¿por
qué se impuso esa norma?)

A veces los dobles raseros están deliberadamente construidos para crear diferentes clases de personas.
Si los miembros de una pareja reclaman su derecho a veto sobre relaciones con terceras personas, pero
sus otras relaciones no tienen derecho a veto sobre la relación de la pareja, existe un doble rasero
deliberado. La pareja puede ver ese doble rasero como una manera de prevenir que una nueva relación
“provoque” que se separen.

Cuando las reglas se aplican de manera diferente a diferentes personas, existe la posibilidad de que
haya problemas, resentimiento y celos. (Irónicamente, los dobles raseros a menudo se establecen
como una manera de prevenir los celos, al menos dentro de una relación previa, pero muy a menudo
terminan provocándolos). Las reglas que establecen un doble rasero son desempoderantes. Ten
cuidado con las reglas que crean dobles rasero, tanto para establecerlas, como para aceptarlas si estás
comenzando una nueva relación con alguien que las tiene.”

Extractos de “Más allá de la pareja”, guía práctica para el poliamor y no monogamias, publicado por Contintametienes. Disponible en librerías y en la web de la editorial. Publicado en este blog con autorización de Contintametienes. ©Contintametienes ©miguel vagalume

En todas las publicaciones que hago sobre guías prácticas para no monogamias conviene no olvidar que no todas son compatibles entre sí, sino que cada una tiene sus cosas buenas y otras que no encajan con otros puntos de vista. Mi intención al traducir todas las que he traducido es precisamente no inventar la rueda, sino poder partir de propuestas de quienes tienen experiencia desde hace más de 20 años

En toda lectura sobre relaciones “de pareja”, recomiendo acompañarlas de libros o textos que den información sobre cómo manejar las emociones desde una perspectiva lo más avalada posible por terapeutas profesionales, dado que se está hablando de facetas de la personalidad muy sensibles y con efectos nocivos considerables cuando se manejan de forma equivocada o por personas sin la formación necesaria. Mi recomendación siempre es la hecha por Wara Rojo, psicóloga: “Emociones: Una guía interna. Cuáles sigo y cuáles no”, de Leslie Greenberg.

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