Parece que el asunto central, que apareció bien pronto, al mezclar sexo y amistades es el de las expectativas: Parece que el mayor problema que puede surgir es cuando hay diferentes ideas sobre lo que puede pasar, los planes futuros de cada persona. Quizá después de una noche de sexo, una persona entiende que “aquí no ha pasado nada”, mientras que la otra quiere “algo más”, una implicación sentimental o tener más sexo, por ejemplo… Si las dos personas tienen diferentes expectativas, es cuando hay posibilidades de que la cosa se complique.

Da la sensación de que con amigxs “de toda la vida” hay una especie de acuerdo tácito de que si surge algo sexual, será algo circunstancial y nada más, para evitar que se pueda dañar la amistad.

Parece que el asunto se puede resumir en niveles de amistad y gestión de expectativas. Por ejemplo, con amigxs-de-toda-la-vida parece, por lo que se comenta, que tiene que suceder algo excepcional (emborracharse, o una situación muy especial) para que haya sexo.
En cambio con el otro grupo (conocidxs, o “amiguetes”), resulta más sencillo porque hay más grupos, círculos diferentes con intereses diversos, y porque resulta más fácil el pasar de una cosa a otra.
Y todo se simplifica mucho más con personas desconocidas, al no haber ningún tipo de expectativas.

Otro tema: ¿Con sexo de por medio la amistad mejora?
Pues en general parece que hay acuerdo en que sí. Aunque igual q sucede con otras actividades, ir al cine, etc (aunque no sean lo mismo). Pero parece que se sacraliza el sexo y que, si sucede, parece que hay que replanteárselo todo, cuando en realidad es simplemente más diversión y punto. Tampoco hay que darle tantas vueltas.

También tiene potencial de romper amistades de todos modos, como por ejemplo si tu amigo acaba de dejar a su pareja y te lo follas, con lo que es muy complicado seguir la amistad con la ex-pareja. En otros casos, se comenta, se prefiere no tener sexo con las parejas de las amigas. “Si una amiga tiene novio, prefiero no hacer nada con él si no está todo bien con ella“.

Si son amistades de verdad se tiene la sensación de que hablando se entiende todo. Que lo bueno es hablar con esa persona para saber cuales son las expectativas de cada lado.

Caso aparte es con las “amistades liberales” (sean de ambiente swinger, bdsm, del grupo de Golfxs con principios…): Se tiene la idea de que el sexo mejora la amistad. Y sale bien porque las expectativas desde un inicio ya son de que salga bien. Eso sí: Las expectativas por lo general son de que surja una relación sexual, no que se convierta en una relación emocional/sentimental.

El contacto corporal, el conocer el cuerpo de la otra persona, también asienta la amistad, aumenta la conexión, incluso sin que se llegue a amante (por un masaje, por ejemplo, o caricias…). Un estado intermedio, ni sólo amistad pero sin llegar a amante.

Hay ocasiones en que tienes amistades lejanas, con poco contacto, pero cada vez que te encuentras tienes sexo, y es agradable el ir evolucionando en paralelo, volverse a encontrar años más tarde y volver a follar.

También se ve que el sexo se valora de manera diferente según las personas… Para alguna gente el sexo es algo irrelevante, para otra no. El significado que tenga el sexo obviamente dependerá de cómo lo vea cada persona. Si se siente que la amistad y el sexo son algo cercano, es más probable que todo vaya bien.
Pero se puede hacer un paralelo por ejemplo, con viajar: Hay amigxs con quienes no viajarías bajo ningún concepto.
El problema por ejemplo con amistades conservadoras (o hipócritas) puede suceder que te hagan creer que les parece bien lo que haces, pero considerar muy mal el que tengas sexo con tus amistades comunes.

A veces el tema de amistad y sexo se puede complicar más: ¿Qué sucede cuando tenemos una relación con Amante A, que a su vez tiene una relación con una tercera persona, Amante B…y resulta que tú acabas teniendo sexo con AmanteB sin tenerlo con tu AmanteA?. Parece que ahí surge el miedo a sentirse excluidxs, que nos dejan fuera.
Se comenta que, bueno, está la opción de hacerse un trío (¿y si eso no apetece?). Si no apetece el trío es mejor explicitarlo antes si no hay llegado a sobreentenderse, aunque para una gente sea más fácil decir que no le apetece y a otra gente le cueste más.

Otra opción es follarse a ese AmanteB y ya se planteará después cómo se resuelve eso, cómo se gestiona.
Por ejemplo se ve la opción de que, si te dejan fuera, ¡buscarte más amantes!
Aparte otra cuestión: Cuando no se plantea lo del sexo a una amistad… ¿es por miedo a perder la amistad o por el miedo al rechazo?. Porque si es una amistad no pasa nada si lo dices. Hay quien discrepa: Que aunque se pueda hablar, el que una de las personas ya tenga “un fin” (el conseguir sexo con la otra persona), el que le corten esa expectativa acaba deteriorando la amistad. Y la otra persona también puede ser que evite a la primera, para evitar la tensión de saber que busca sexo…

Se plantea, sobre el rechazo, otro tema: Por ejemplo, si pedimos el contacto de un abrazo, no hay problema. O cuando nos sentimos mal, también llamamos a alguien para que nos reconforte. Pero resulta que no le llamamos para dormir juntxs, para el contacto, o cuando tienes “la libido alta”. ¿No se hace por miedo al rechazo?
Como se ve es que tampoco llamas a cualquier persona para que te reconforte, por eso mismo tampoco llamas a cualquier amistad para follar…

Hay que admitir que el sexo no es una práctica y punto: Toca pasiones, toca instintos, nos toca en muchos sitios… Parece que muchos de los problemas entre amistad y sexo son en gran parte problemas con miedos personales, expectativas, el ego de alguien… Hay que entender que no le vas a gustar a todo el mundo siempre, igual que a ti tampoco te gusta todo el mundo.

(Resumen de la charla “Sexo Oral” del 22 de abril de 2012)