No hace ninguna falta explicarlo con detalle, todo el mundo hemos leído en todas partes sobre el coronavirus. Siguiendo las recomendaciones sanitarias oficiales, aplazamos, hasta que cambie la situación, todas nuestras actividades presenciales. Eso incluye tanto la asistencia a eventos, como talleres, charlas y consultas privadas propias, que pasan a hacerse por videoconferencia cuando sea posible. Así se está haciendo actualmente con todas las consultas en la Comunidad de Madrid, por recomendación del Colegio de psicología, y por extensión, asumimos aplicable a sexología, psicoterapia y otros servicios de consulta similares.

Eso sabemos que nos deja, a quienes somos parte de colectivos minoritarios, sin unas redes importantes en muchos sentidos en nuestras vidas. Al ser parte de esos colectivos, es habitual la precariedad, con lo que crisis como la que estamos viviendo complica más la vida a quienes peor están económicamente y de salud. Una época fundamental para ver la importancia de unos servicios públicos capaces de manejar este tipo de situaciones que, inevitablemente, siempre afectan más a quienes son más vulnerables.

Por eso a través de nuestras redes sociales, intentaremos poner nuestro grano de arena para que haya más sensación de comunidad, compartiendo más materiales, estando disponibles a través de todas las vías de contacto (redes sociales, whatsapp/telegram, email, teléfono…) y enlazando recursos que nos parezcan útiles en momentos así. Pero teniendo en cuenta también el nivel de saturación informativa de estos días. El complicado reto de estar ahí como ayuda pero sin aumentar la victimización de quienes están en una situación vulnerable, ni vivir en la fantasía de que toda persona es igual de capaz de manejarse en situaciones aparentemente tan simples (pero mentalmente tan duras) como trabajar desde casa sin tener costumbre de hacerlo, perder un montón de interacciones sociales, re-descubrir que la relación con la familia de origen no es sana ni recomendable, o las relaciones de pareja (diádicas, parejiles, no “de pareja” como matrimonial) que se tienen, no salir de casa, tener información al minuto de cada nuevo caso de infección… No siempre es buena idea tener TODA la información.

Es en momento así cuando se ve la importancia de proteger especialmente los servicios públicos, es ahora cuando se ve claramente lo a menudo que viviemos en la fantasía de la individualidad, que diría Almudena Hernando. Y ahora es cuando se ven esas redes, cuando se ve la falta que hacen, cómo todo el mundo afecta a todo el mundo y será un momento para que, quienes puedan piensen otras maneras de relacionarse, más humanas, menos individualistas.

Ahora tendremos una buena temporada para poder comprobar si somos capaces de poner nuestro grano de arena.

Un abrazo (virtual) grande grande a quienes sienten esa dolorosa desconexión estos días.

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