Esta es una semana de festivos, puentes, prenavidad… Mucha gente aprovecha para irse a visitar a sus amistades, escaparse a destinos lejanos que están más baratos, ver los preparativos para navidad en Nueva York o Bruselas… Yo aprovecharé la semana para un egotrip, para dedicarme la semana a hablar de mí. No hasta el punto de arrogancia o similares (eso espero) sino contar cosas de mí que quizá no sabes.

Uno de los problemas que tiene este blog es que intento no repetirme en los temas que trato. Por ejemplo, no he vuelto a escribir sobre el “camisadentrismo”, esa costumbre en algunos locales y ambientes de meterse la camisa por dentro para ir “elegantes”. Algo que mucha gente considera normal y que a mí, sólo a mí (es algo personal ¿aclarado?) me parece muy formal y que me hace sentirme en el local equivocado cuando veo todas las camisas metidas por dentro. El problema es que no quiero repetirme escribiendo sobre eso… como si hubiese escrito ayer sobre ese tema. Cuando en realidad ¡HACE CASI DIEZ AÑOS QUE LO DIJE! En mi cabeza lo tengo tan fresco como si lo hubiese dicho ayer y en realidad, hay gente que me lee ahora que, cuando lo escribí, a lo mejor no había pasado ni la pubertad. Por eso he pensado que igual no es mala idea contar cosas básicas, muy importantes para mí, que tengo muy claras y que a veces cuento en persona… pero que quizá aquí las conté hace demasiado. Antes de empezar ya le pido disculpas a quienes las recuerdan o se las he contado hace poco.

Una de esas cuestiones muy muy importantes es ¿por qué he montado todo este lío de golfxs con principios? Todo esto ha sido fruto de la suma de dos cosas: Brighton y The Ethical Slut (Ética Promiscua).

BRIGHTON

Por un lado está aquel viaje iluminador: Dos años viviendo en Brighton (del verano de 1995 al verano de 1997), una ciudad pequeña en aquel entonces, y que ya era una especie de Chueca británico, con la mitad de la ciudad “gay” y otra mitad turística (aparte de la zona residencial, de urbanizaciones, más en las afueras). Una ciudad de relax, frente a la competición de Londres, donde tomarse una cerveza mirando al mar. Una ciudad a la que se escapaban de vez en cuando muchas celebrities. Hay tanto famoseo que han hecho una lista en wikipedia. Una ciudad con una calidad cultural increíble, no por eventos conocidos sino por la variedad y calidad de las cosas que te podías encontrar un lunes en cualquier bar con escenario o incluso con un espacio entre las mesas. Alimento para las neuronas todos los días. (Con el tiempo ha cambiado a peor: se ha hecho un lugar mucho más grande, se ha unido a Hove, se ha hecho todo más caro y tiene el porcentaje de sin techo mayor de Reino Unido, después de Londres. Donde vivía yo entonces está considerado 20 años más tarde uno de los peores lugares para vivir en Reino Unido)

Hasta ese momento yo vivía mis “perversiones” en privado. Mis gustos eran algo que no salía de mi dormitorio. Hacía muchísimos años que sabía que mis gustos no eran muy comunes y, por supervivencia o vergüenza, sabías que era mejor callarte. Todo eso explotó en 1996. Ese año me encontré, en medio de la calle, un cartel (una cuartilla fotocopiada pegada en una farola) anunciando un evento fetish/BDSM para el próximo lunes. Con una entrada muy muy barata (5 libras), en el centro (un pub irlandés) y sin ninguna complicación más. Así que allí me fui y me encontré, en el primer evento al que fui en mi vida, al chico que me había atendido en la oficina de empleo, a 500-800 metros de donde estaba el local, hacía unos días, siendo azotado por una dómina. Gente vestida con látex, pvc, corsés… El primer “espectáculo” que vi en mi vida fue el de dos lesbianas vestidas de camuflaje, a grito pelado y azotando una a la otra con un flogger (es decir, nada similar “erotismo lésbico de peli porno mainstream”). La gente te decía su nombre real, te decía dónde trabajaban sin problema ninguno. Unas amigas anunciaron (inocentemente) su convocatoria para hacer un grupo bisexual ¡poniendo la dirección de su propia casa! y aún siguen siendo amigas… Como despedida me regalaron el libro de Torture Garden. Es decir, descubrí que aquí trataban el BDSM y similares como otra gente trata la filatelia o los juegos de rol. Una afición más (en la línea que ahora van los países nórdicos). Haberlo vivido así en Brighton me “implantó” la idea de, si me iba, yo quería llevar aquello conmigo. Tenía claro que quería vivir en esa burbuja toda la vida. Es una burbuja de protección (por eso el bloqueo inmediato de trolls sin cruzar ni una palabra). Un caldo de cultivo donde estoy a gusto. Me da igual lo que haga el resto de la ciudad donde viva si tengo contacto con toda esa gente que, como yo, consideran su sexualidad, una parte muy importante de su vida por muy diferentes razones. No sólo por “la práctica”, sino por la identidad, la orientación, los intereses, las fantasías, socializar en torno a ese tema… (en lugar del fútbol, el cotilleo de la tele o las series). Es importante recordar eso… Que el objetivo de todo esto no es “salvador” sino, principalmente, tener un entorno en el que poder ser yo, poder decir lo que me gusta, convivir con esa gente para la que su sexualidad es algo muy importante. Una gente –que tengo la suerte de que sea– increíble en otros terrenos (siempre “me arrugo” al ver todo lo que saben, hacen, son capaces mis amistades más cercanas). En ese grupo he pensado siempre. Y en todo caso, en quien está en un pueblo pequeñito, como estaba yo, y se desespera deseando encontrar un ambiente donde estar a gusto.  Por eso me maravilla cada vez que leo que, lo que vamos juntando aquí o vamos haciendo con los eventos y actividades, le vale a más gente, más allá del grupo de amistades, de la ciudad o del país. Es infinitamente satisfactorio. E increíble, todavía, cada vez que lo oigo.

THE ETHICAL SLUT (ETICA PROMISCUA)

Llegué a Madrid en hace 20 años. En ese tiempo he ido conociendo a la gente del ambiente BDSM (desde el 98, conociendo a gente de IRC, cuando sólo existía un canal), el ambiente swinger, el ambiente fetish después provocándolo de la mano de Juanra, el ambiente poliamor (en 2006, conociendo a Victoria y otras amistades que lo siguen siendo hoy día, además de la fundadora del grupo en 2004, Juliette Sigfried y Roland). Y en ese grupo fue donde Victoria nos recomendó leer The Ethical Slut, el de la foto, en el que Janet Hardy aún firmaba como Catherine Liszt. Tanto me alucinó la visión de ese libro, fue tal la sensación de haber encontrado “mi lugar”, que (tras muchos intentos de traducirlo en grupo, de buscar otras soluciones) decidí irlo traduciendo para el blog desde 2009. Y lo fui traduciendo, con paciencia, poco a poco, hasta 2012, que lo terminé. Después de eso vino buscar editoriales que tuviesen interés en publicarlo, y que Jose María Ponce (el director de cine, no el torero) me pusiera en contacto con José Pons de Melusina… y desde entonces lleva existiendo esa buena relación con Melusina.

La cuestión fue que, en The Ethical Slut (Ética Promiscua), aparece una frase que dice más o menos: “escribimos este libro para ayudarte a construir a tu alrededor el mundo en el que quieres vivir”. Y esa frase ha sido un mantra para mí desde entonces. Esa fue la idea detrás de la web de golfxs con principios: Reunir en un sólo sitio todas las herramientas que nos pueden hacer falta para construir a nuestro alrededor el mundo en el que queremos vivir. Y por eso desde hace mucho he ido reuniendo consejos para evitar lesiones en el shibari, para crear un grupo como golfxs con principios en tu zona, para evitar el maltrato (dentro de lo posible), para tratar temas de abusos en nuestras comunidades (muy recientemente), para comprar cuerdas, para encontrar películas de determinado porno, para saber más sobre “perversiones” (en la wikipedia en castellano había y hay muy poco), para ampliar ideas sobre temas que no se encontraban en castellano…

 Espero que esta aclaración sea útil para quien acaba de llegar a la web, o lleva unos pocos años, y no sabía que había mucho más. Eso lo iré contando esta semana.

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