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(H)amor – Parte 7 (final).

29 June, 2015 at 11:00/ por

 

 

La falta de honestidad (vs una ética promiscua)

El problema de querer únicamente sexo pero aparentar tener otro interés más profundo o hacer creer que no se actúa por una “urgencia genital” no está en el sexo. El sexo por sí mismo no es bueno ni malo, sólo placentero. El problema está en aparentar una cosa cuando se busca otra. Está en la falta de honestidad respecto a lo que se está buscando. En la ética (o falta de ella). En los principios. El problema aparece cuando se estafa a las personas de nuestro alrededor, cuando no tenemos ningún principio en nuestras relaciones íntimas (las que van más allá del trabajo, las familiares, donde sí suele existir una ética que se suele respetar, donde existe una retórica sobre las traiciones que serían imperdonables), cuando sólo nos preocupa satisfacer nuestras expectativas, nuestros objetivos (los que sean) olvidando que hay más gente en “el otro lado” de nuestros vínculos. Que estamos traicionando un acuerdo de vulnerabilidad mutua.

 

 

Esa es una de las herramientas que más cuesta adquirir: La honestidad, respecto a lo que queremos realmente, a cómo somos realmente y respecto a otras personas. Es algo que se resume perfectamente en un par de párrafos de “Ética Promiscua” (“The Ethical Slut”), de Dossie Easton y Janet Hardy. Un texto lleno de herramientas, de ideas y preguntas útiles para empezar a preguntarnos qué queremos:

“Somos personas con principios, putones con ética. Nos resulta fundamental tratar bien a la gente y no herir a nadie. Nuestros principios se derivan de nuestro propio sentido de opresión, y de la empatía y amor que sentimos por las personas que están a nuestro lado. (…) Así que, en este mundo ligeramente desorientador del golferío en el que cualquier cosa que te haya dicho tu madre, tu sacerdote, tu pareja y la televisión es equivocado ¿cómo encuentras tu referencia ética? La mayoría de nuestros criterios sobre ética son bastante pragmáticos. ¿Está alguien siendo dañado?¿Hay alguna manera de evitar ese dolor? ¿Le está ayudando a alguien a evolucionar?¿Ayuda a que el mundo sea un sitio mejor para vivir?. Primero, y antes de nada, los putones valoran el consenso. Cuando usamos esta palabra (…) queremos decir “una colaboración activa para el beneficio, bienestar y placer de todas las personas involucradas”. Si alguna persona está siendo coaccionada, amenazada, chantajeada, manipulada, se le ha mentido o ignorado, lo que está sucediendo no es consensuado. Y el sexo que no es consensuado, no es ético. Punto.

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Los putones con ética somos honestos, con nosotros mismxs y con otras personas. Pasamos tiempo con nosotros mismos, para averiguar cuáles son nuestras propias emociones y motivaciones, y para desenmarañarlas para tenerlo más claro cuando sea necesario. Después compartimos esa información abiertamente con las personas de nuestro entorno que lo necesitan. Hacemos todo lo posible para no dejar que nuestros miedos y timidez sean un obstáculo para nuestra honestidad; confiamos en que nuestras relaciones continuarán respetándonos y amándonos, a pesar de nuestros defectos. Los putones con ética nos responsabilizamos de las consecuencias de nuestras elecciones sexuales. Vemos que nuestras emociones, nuestra educación y los estándares de nuestra cultura a menudo entran en conflicto con nuestros deseos sexuales. Y adquirimos un compromiso consciente para apoyarnos a nosotros mismos y nuestras parejas mientras manejamos esos conflictos, de manera honesta y honrosa. No permitimos que nuestras elecciones sexuales tengan un impacto innecesario en las personas que no han aceptado participar. Respetamos los sentimientos de los otros, y si no sabemos con seguridad cómo se siente alguien, preguntamos. Los putones con ética reconocen la diferencia entre las cosas que pueden y deben controlar, y las que no pueden. Mientras que a veces podemos sentir celos o sentirnos territoriales, reconocemos que tenemos esos sentimientos haciendo todo lo posible para no culpar o controlar, sino pedir el apoyo que necesitamos para sentir seguridad y cariño”.

Si hay algún secreto, ese podría ser: Tener que irse inventando todo sobre la marcha mientras consideramos prioritario tratar bien a la gente a nuestro alrededor y no herir a nadie. No tiene un nombre glamuroso, una etiqueta que se pueda poner de moda. No tiene el atractivo de la novedad, son cosas que hemos oído una y otra vez. Conocerse, actuar con honestidad… Pero lo complicado no es oírlo, ni entenderlo, cosas así se escuchan constantemente. Lo complicado es aplicarlo en tu propia vida y hacerse consciente de que la clave está en la responsabilidad personal. No es fácil, cuesta tiempo y esfuerzo. Pero al final es muy satisfactorio saber que las relaciones, y al final, tu vida entera, las estás construyendo exactamente a tu medida, de manera que tengas tus necesidades cubiertas sin dañar a nadie a tu alrededor. Nuestro trabajo será avanzar lo que podamos en ese conocimiento personal, y nos ayudará mucho contar con (o construir) una buena red de apoyo a nuestro alrededor.

 

 

 

*Visión idealizada de las relaciones amorosas o mito del amor romántico (Fuente: Centre Dolors Piera (www.cdp.udl.cat):

1. Media naranja o predestinación: Creencia que hemos escogido la pareja que de alguna manera tenímos predestinada.

2. Exclusividad: El amor tan solo se puede sentir por una persona al mismo tiempo.

3. Matrimonio o convivencia: El amor conduce al matrimonio y es la base de éste.

4. Omnipotencia: El amor lo puede todo, si hay verdadero amor, los obstáculos no deben influir sobre la pareja.

5. Perdurabilidad o pasión eterna: El amor pasional de los primeros meses de relación amorosa debe continuar siempre.

6. Fidelidad: El amor comporta que siempre seas fiel a tu pareja.

7. Libre albedrío: Los sentimientos del amor son libres y no están influenciados por valores sociales, biológicos o culturales ajenos a nuestra voluntad.

8. Equivalencia de amor y enamoramiento: Si desaparece la pasión, es que se ha acabado el amor.

9. Emparejamiento: La pareja es natural y universal en todas las épocas y culturas.

10. Celos: Es el indicador del amor verdadero.

 

 

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Este texto es parte del artículo “Un traje a medida”, incluido en el libro “(h)amor”, publicado por Contintametienes. Como lo define la editorial, “este volumen colaborativo reúne artículos breves acerca de modos de relacionarse en lo sexoafectivo. Se trata de una lectura plural, que se presenta como una aproximación al concepto del amor, sus usos, maneras, grietas y posibilidades y que aborda temas como el poliamor, la anarquía relacional o el amor romántico. Este título, con h, paréntesis y minúscula, pretende ser solo una muestra del inabarcable y siempre cambiante abanico de formas que pueden adoptar el amor y los afectos”. Se puede comprar en su web, en Traficantes de Sueños

    1. La primera parte se puede leer en hamor-parte-1
    2. La segunda parte en hamor-parte-2
    3. La tercera en hamor-parte-3
    4. Como era de sospechar, la cuarta parte está en hamor-parte-4
    5. Efectivamente, la parte 5 está en hamor-parte-5
    6. Sorprendentemente, la parte 6 y penúltima, está en hamor-parte-6
    7.  

 

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