La guerra invisible
3 October, 2019 at 12:45/ por moscacojoneraEl que no veas crecer la hierba no significa que no esté creciendo. Que no sientas que hay una guerra contra ti no quiere decir que no vayas a ser una de sus víctimas. Si estás esperando el día en que te amenacen con dejarte morir sin la atención a la que pensabas que tenías derecho, esa amenaza nunca llegará. Será una muerte por asfixia, por desidia, languideciendo poco a poco en una esquina, deseando que las cosas fueran diferentes… Puede sonar a un relato apocalíptico, pero eso está sucediendo con las infecciones de transmisión sexual en Madrid*.
Aparte de los centros de atención rápida que no se ocupan de todas las ITS, hay centros como los conocidos de Montesa o Sandoval, donde podías ir a hacerte pruebas. El sistema ya funcionaba mal: no había manera de pedir cita sino que tenías que estar allí a las 7 de la mañana para “coger número” y si llegas más tarde, esperar que queden números… Y una vez hechas las pruebas, debías esperar dos semanas a los resultados. No es un sistema que te impida hacerte pruebas, sino que se hace pesado, lento, innecesariamente lento.
Aún así, hasta hace poco todo ese servicio se daba también aunque fueras sin síntomas. No olvidemos que hay un porcentaje de ITS asintomáticas (donde % sin sintomas, en esta tabla): no se ven síntomas, pero existe infección. Ahora, por lo visto, esos centros han pasado a depender del Hospital Carlos III, con lo que, repartiendo el mismo presupuesto entre más servicios, hay que hacer recortes, hay que dar peor servicio ¿Qué se ha hecho?: no hacerte pruebas si no presentas síntomas. Comprobado no solo por lo que han contado terceras personas, sino porque eso me han dicho a mí directamente: que sin síntomas, no se hacen pruebas.
Pero no te preocupes: al mismo tiempo que se van desmantelando los servicios públicos, se utiliza el presupuesto de la sanidad pública (y la legitimación que da un servicio que ya usas para otras infecciones y enfermedades) para publicitar “nuevos” servicios de la sanidad privada que viene a cubrir, que casualidad, lo que están desmantelando en la pública. Así, al mismo tiempo, aparecen los checkpoint de Quirón Salud (una de las empresas con las que se está privatizando la sanidad en Madrid).
No solo se les da el servicio de atención a las ITS, sino que según su propia web, “Checkpoint Madrid se completa con la detección y manejo de otras enfermedades infecciosas en el campo de la Medicina Tropical: asesoramiento al viajero internacional, vacunación antes del viaje y evaluación a su regreso”, algo que sigue ofreciendo la sanidad pública (en esos centros como el de calle Montesa) y que se irá asfixiando poco a poco para que prefieras, “voluntariamente”, irte al servicio de Quirónsalud. Viendo que “tanta gente lo prefiere”, se les seguirá dando más presupuesto público, y así, poco a poco, se va privatizando.
Puede que termine pasando como con Amazon, Uber, Glovo… servicios creados sobre el modelo de “capitalismo de plataforma” (llamarlo economia colaborativa es como llamar provida a la gente antiabortista de toda la vida) que van destrozando la sociedad en la que crecen, precarizando sobre el discurso de la “libertad”…pero que terminas eligiendo porque es barato. De momento. Hasta que desaparecen las alternativas, y entonces solo puedes permitírtelo si tienes el dinero. Justo como tienes que hacer ahora para ir al dentista. Si no tienes dinero para ir, es tu problema.
Si no sabes cómo funciona la sanidad privada cuando no hay sanidad publica, pregunta o infórmate sobre la sanidad norteamericana o en otros muchos países (la pública la criticamos desde dentro, pero es admirada desde fuera). Muy resumido, no tienes ni idea de lo que cuesta un parto o salvarte de una apendicitis. Y la cosa empeora mucho más con enfermedades crónicas. Para saber más del tema, uno de mis referentes en internet es Gemma Goldie. Una vez agotada la via de dar hipotecas a cualquiera para que se endeudara todo el mundo sin importar si luego había que desahuciar a esa gente, llega la opción de que pidas créditos para pagar la universidad o la sanidad.
Ampliación sobre el tema:
PRIVATIZACIÓN: La privatización no se hace cerrando un hospital público y obligando a la gente a ir a uno privado. Se va empeorando poco a poco el servicio público (aprovechando para culpar al partido político enemigo de que está sucediendo por su culpa), te desesperas esperando o con el pésimo servicio, así que te vas yendo a los servicios privados que te puedes pagar (como haces con el dentista, esperando al día en que no te queda más remedio que ir) y te quejas del pésimo servicio público, que ves cómo va desapareciendo poco a poco. Y no se hace con todos los servicios, sino poco a poco. Ahora es la detección precoz de cáncer de mama, pero antes han sido muchos otros servicios, y se irá ampliando poco a poco cada día a más, como lleva haciéndose desde hace mucho tiempo en Madrid y otros lugares. Si quieres ampliar más, “Privatizar la sanidad por la puerta de atrás” por ejemplo puede ayudarte a saber más del tema.
¿Dónde está el problema de la “gestión privada” de un hospital público? Muy resumido: Si tienes 100 euros, y de esos destinas los 100 a la atención pública, eso da unos frutos de los que el mismo sistema se beneficia. Por ejemplo, si se invierten esos 100 euros en detección precoz de cáncer, ese dinero se mantiene en el sistema público. Si dedicas 80 euros a la detección precoz, y 20 euros a una empresa privada que “gestiona” ese servicio, esos 20 euros terminarán repartiéndose entre accionistas. 20 euros que ya no vuelven a sistema público. Y el sistema privado no funciona igual que el público. Te lo puede explicar cualquiera que tenga un seguro privado y que se haya encontrado con una enfermedad crónica, o quienes la tenían antes y han intentado tener un seguro privado: los casos que no les compensan los envían a la sanidad pública.
Eso se cambia, aparte del activismo y el trabajo de calle, mediante leyes. Y el poder legislativo lo tiene quien termina ganando unas elecciones o se acaba aliando incluso con la extrema derecha para poder gobernar y decidir, por ejemplo, sobre la salud de todo el mundo. Lo que se está haciendo con dependientes y con la salud mental se va extendiendo poco a poco a cada vez más sectores, y de momento, una de las opciones es votar a quienes decidirán más pensando en el bien común, en la sanidad pública, que en la sanidad privada.
*Me han contado los cambios recientes en Barcelona, empeorando poco a poco el maravilloso servicio que tenían. Seguro que pasa en más lugares en españa, pero es en Madrid donde veo de forma más directa cómo empeora. Y no es solo en las ITS, sino que va sucediendo en toda la sanidad pública madrileña, que van privatizando poco a poco, cada día más. Ahora es la prevención de cáncer de mama, paralizada desde enero de 2019.