Master en sexología 2024-2025
6 September, 2024 at 12:26/ por moscacojoneraPara quiénes seguís el blog y no lo sepáis, o para quiénes habéis llegado aquí por casualidad, comento de nuevo que Bruno Martínez y Miguel Vagalume (alter ego de lamoscacojonera) somos profes en el master de sexología (educación sexual y asesoramiento en consulta) de INCISEX (Univ. Alcalá de Henares) , además de ser docentes en otros centros y nuestra escuela. Disculpas a quiénes lo habéis leído una y otra vez.
Desde hace años, he ido comentando mi experiencia al estudiar el master: “El master de sexología de INCISEX: Mi propia experiencia” (2016) “El infierno de INCISEX (y algunas recomendaciones para superarlo)” (2018), “Más allá del paradigma médico” (2018), “¿Estás pensando si estudiar sexología en 2023-2024?¿Te provoca curiosidad la sexología? Algunas recomendaciones antes de empezar un máster.” (2023)
Como se cierra dentro de poco el plazo para inscribirse al máster de INCISEX, hago un resumen de los puntos que me parecen más importantes, en un enésimo intento de reunir los detalles que me parecen más importantes de estudiar este master.
Por supuesto, no comparto todas las ideas de Amezua. En sus libros hay algunas con las que discrepo abiertamente y digo claramente. Pero eso no implica que no sea revolucionario el trabajo de replantearse toda la sexualidad humana recogiendo la herencia de la sexología de todo el siglo pasado, recopilarla dentro de un marco conceptual coherente… y que eso nos resulte tan útil, tenga tantísimo sentido, para comprender y explicar la sexualidad del siglo XXI
Si aún así tienes alguna pregunta, no dudes en dejar un comentario o enviarme un mensaje en redes sociales (facebook, instagram, twitter…)
La información sobre este curso (horas, duración, créditos…) se pueden ver en Facebook y en instagram, y también en su web. Y las preguntas a incisex se le pueden hacer directamente en beamezua@incisex.com
No es un master sobre sexualidad, sino de sexología.
El máster no consiste sólo en saber más sobre todos los temas posibles, como una enciclopedia sobre sexualidad, sino que además da un marco conceptual propio de la sexología. Ese marco conceptual es lo que también se puede nombrar con el palabro “episteme”. Es tener una forma de comprender la infinita diversidad de la sexualidad humana desde la propia sexología, en lugar de hacerlo desde una perspectiva que problematiza o patologiza, desde disciplinas que por su propia naturaleza estudian sólo los problemas pero no todas las posibilidades.
Ese marco conceptual o episteme es el que explica toda la sexualidad humana explicando cómo encajan todas las piezas, como las identidades, las orientaciones, los deseos, las prácticas, las relaciones, la atracción… Esa asignatura, epistemología, es precisamente la que damos Bruno y yo. Durante el primer año acompaño al alumnado para ir comprendiendo dónde está la conexión entre lo que están aprendiendo sobre el deseo, la erótica, la amatoria… y ese marco conceptual. Es posible hacer el master e ignorar todo ese marco conceptual. Pero para mí ha sido el que le ha dado coherencia a toda la sexualidad humana y la herramienta que me ayuda a seguir teniendo un andamiaje desde el que comprender todos los fenómenos que se dan en la sexualidad humana.
No excluye otras perspectivas, sino que las incluye
Este fue el lío principal con el que me enredé más el primer año. Al principio da impresión que ese marco conceptual quiere “ocupar” el espacio de otros enfoques o perspectivas. Me llevó más de dos años darme cuenta que lo que yo sabía sobre el sexo era una pequeñísima parte INCLUIDA dentro de todo lo que yo estaba estudiando, que incluye la diversidad, los feminismos, la despatologización, las identidades, las relaciones desde una profunda ética… Por supuesto que la sexología como disciplina no excluye la fisiología, o la sociología o la psicología, sino que, además de integrar lo que aporta cada una de ellas y otras ciencias, las integra dentro de un marco conceptual coherente. Eso también permite que no necesites una formación sanitaria pero que sí se pueda integrar dentro del marco conceptual sexológico.
Eso no solo te ayudará a saber más sobre sexualidad humana, sino también a replantearte muchas cosas que creías que sabías y que se siguen enseñando sin darse cuenta (o sin querer abordarlo) que no encajan unas ideas con otras.
Se aprende a educar haciendo que el alumnado sea protagonista de su aprendizaje
El aprendizaje para la educación sexual no se limita a dar una serie de contenidos que hay que aprender para repetirlos en nuestras clases, charlas, cursos y talleres. La educación se plantea como un proceso crítico, colectivo, recogiendo la herencia de movimientos de educación popular. Eso permite no solo educar en lo urgente sino también prestar atención a lo importante, a lo que necesita ser cultivado, lo que necesita aprenderse con tiempo, calma y paciencia. Para mí es una cuestión fundamental estar en conexión con esa herencia humanista, frente a los enfoques centrados en la eficacia o en “ofrecer un producto” que prometa contemplar toooodas las perspectivas y enfoques, sin darse cuenta que no es solo una cuestión de qué conocimientos compartimos, sino lo más importante: cómo los compartimos.
Se aprende a trabajar en consulta desde un marco conceptual no patologizador
Se aprende a trabajar en consulta sin hacer que quienes acuden tengan que adaptarse a nuestros valores, sino que ayudamos a que vivan más a gusto de acuerdo a sus propios valores, como resumí en facebook el año pasado. Una de las cosas que he aprendido con los años, precisamente, es a poder mantener mi activismo y que eso no influya negativamente en las formaciones que doy ni en mi consulta.
“Si hay algo fundamental que he aprendido en mi formación es cuándo es ético (y cuándo no) que el activismo entre en la consulta. Y no, no es la única manera de entender las cosas.
Pero, desde el activismo, se suele caer en la creencia de que, si no se decide desde una visión política, se está haciendo mal. Por supuesto que el activismo siempre es (o debería ser, político). La cuestión es ¿en qué medida debe entrar en la consulta?
Aparte de mi formación y lo que me sigo formando, están lo que me han ido contando a lo largo de los años, cómo terminaron los miembros de algunos grupos al ignorar sus propias emociones para cumplir con unos objetivos ideológicos.
La política y el activismo son parte del ecosistema. Pero también lo son el trauma, los antecedentes familiares, las relaciones anteriores, las dinámicas diádicas y de grupo, el entorno, la discriminación, los problemas estructurales, las circunstancias personales, la vivencia de esas circunstancias…
Un ecosistema muy complejo, como en la vida de todo el mundo. Por eso hace falta tanta formación y trabajo en equipo y supervisión para hacer un buen trabajo en consulta y no cometer el error de creer que, quienes vienen a nuestra consulta, tiene que tener NUESTROS VALORES, en lugar de ayudar para que estén más a gusto en su vida y sus relaciones, pero de acuerdo con SUS valores.
Si no, es terapia de conversión”.