Al menos esa es la intención de la FESS de la directiva de la FESS (no de toda la FESS, Federación Española de Sociedades de Sexología), o lo que se puede deducir del último congreso. (Este es el programa) El título del congreso ya era toda una declaración: “La sexología es un Grado”. Así, con esa mayúscula. Actualmente, no es un grado sino un estudio de posgrado. Pero hay quienes aspiran a que se convierta en un Grado. Lo que sin duda es necesario es que sean más de dos años, por la cantidad inmensa de conocimiento que es necesario en sexología, por muy simple que pueda parecer en un inicio. Lo que hace falta no es tanto saber más, sino recolocar un montón de ideas erróneas que se han ido popularizando y fijando durante el siglo XX.

El problema es que, escuchando lo dicho en el Congreso en las mesas redondas y en los pasillos, parece que todo indica que lo dicho es “blanco y en botella” (por eso la foto). Es decir, que parece que sumando todos los factores, hay una intención muy clara de convertirlo en Grado ¿Cuáles son las pistas que hacen pensar en esa vuelta al enfoque clínico?

El congreso se titula “La sexología es un Grado”.

Durante el congreso se le dedica una mesa redonda al tema: “Mesa Redonda: grado en sexología y salud sexual versus postgrado”.

La sesión inaugural la presidió la Minista de Sanidad.

La presidenta de la FESS, Francisca Molero, aclara expresamente durante la mesa redonda dedicada al tema, que la intención de la FESS de la directiva de la FESS es que el grado sea sanitario, que esté dentro de la Sanidad, con lo que eso supone.

En los pasillos oí comentar (no sé cuánto tiene de cierto) es que en Medicina se está pensando en hacer una especialidad que sea “Sexología clínica”, en lugar de que sea un estudio de posgrado como ahora.

¿Pasará con la sexología lo que pasó con la psicología en nuestro país durante décadas, en la que ser profesional de la psicología clínica, sin haber hecho el PIR (con menos de 200 plazas para todo el país), era moverse en un vacío legal? Hace muy poco (2011) se ha solucionado con un máster que habilita legalmente para trabajar en el ámbito privado, aunque no en la sanidad pública. Desde 2003 la profesión de psicología se ha movido en esa incómoda situación de absoluta inseguridad jurídica. Ahora están CASI a la misma altura, pero tras el máster eres generalista y “deberías” derivar a especialistas del PIR ¿Se crearán unas oposiciones para ser S.I.R., o “Sexóloga/o Interna/o Residente”, con las mismas características?¿Se llegará a crear ese grado? Sin duda es el modelo que más gustaría tanto a PP como a PSOE en el gobierno, puesto que esa visión dentro de la epistemología sanitaria “garantiza” la forma de entender las cosas que nos ha traído hasta donde estamos. Como si fuera un buen lugar, olvidando todo lo que se había avanzado a comienzos del siglo XX (borrado por el nazismo y olvidado bajo la sexología conductual estadounidense en que nos basamos) y en los últimos años.

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