Aprende a escribir en género neutro (1)
2 mayo, 2014 a las 11:00/ por moscacojonera«El activismo no se hace para salvar a la humanidad, es una cuestión de supervivencia«. Esa es una frase (aproximada) de Audre Lorde que escuché creo haber escuchado en el documental sobre ella «Audre Lorde – The Berlin Years«, pero es una cita que no consigo encontrar escrita ni en inglés ni castellano.
Por eso es comprensible que a quien no le toca en absoluto el tema del género, sea personalmente o a alguna de sus amistades, les parezca una causa irrelevante. Pero es algo que va mucho más allá del cansino «compañeras y compañeros». Es una cuestión que hace el mundo más complicado a bastante gente a vuestro alrededor, aunque depende del ambiente en que os mováis, claro. No es fácil, lo sé. Otras cosas, como el color de piel, es algo mucho más obvio, y es fácil callarse delante de alguien lo que puedes estar pensando o tener más cuidado con decir algo que le pueda molestar.
Pero el género es algo más complicado.. Y aquí os va a ayudar echar un ojo a la «genderbread person 2.o». Puede que la persona que tenéis al lado tenga un aspecto más masculino o femenino (expresión de género), o puede que incluso veáis su cuerpo y lleguéis a la conclusión que es hombre o mujer (sexo biológico). Pero la cosa es que el género no está ahí sino entre las orejas. Dicho de manera resumida, está en cómo se percibe cada persona, en cual considera que es su identidad.
Esto no es algo «raro» que le sucede a un 1% de la población. No es algo de freaks. Si vamos a lo más básico, conviene recordar que nadie, absolutamente nadie ve los dos polos hombre/mujer como dos polos absolutos. Bueno, quizá sí el doctor Alfonsus Adrianus Vander Put Vermuelen, autor del clásico ‘Enfermedades y transtornos de la vida conyugal’, publicado en Barcelona en 1961 y fundamentalistas varios. Pero aparte de esa gente, la idea más conservadora es la de pensar que hay dos polos, hombre y mujer y que toda la humanidad puede clasificarse como grados más cercanos a hombre o a mujer dentro del abanico entre los dos polos.
Si se conoce un poco más del tema se puede saber que aparte hay estados intersexuales perfectamente «viables» y que no son simples grados en ese abanico, sino una identidad en si misma.
Y con el tiempo esas identidad se van ampliando más y más. Por esa razón esto, que a alguna gente le parece como poco algo curioso pero poco serio, se va convirtiendo en algo parecido a los grupos gays, lésbicos, bdsm, trans, bisexuales que se verían floreciendo en los años 70 pensando que sería una moda…y no, vino para quedarse. Y con esto será igual, por eso por ejemplo, Facebook ahora incluye en EEUU cincuenta y seis (56) opciones diferentes de género.
- Agender
- Androgyne
- Androgynous
- Bigender
- Cis
- Cis Female
- Cis Male
- Cis Man
- Cis Woman
- Cisgender
- Cisgender Female
- Cisgender Male
- Cisgender Man
- Cisgender Woman
- Female to Male
- FTM
- Gender Fluid
- Gender Nonconforming
- Gender Questioning
- Gender Variant
- Genderqueer
- Intersex
- Male to Female
- MTF
- Neither
- Neutrois
- Non-binary
- Other
- Pangender
- Trans
- Trans Female
- Trans Male
- Trans Man
- Trans Person
- Trans Woman
- Trans*
- Trans* Female
- Trans* Male
- Trans* Man
- Trans* Person
- Trans* Woman
- Transfeminine
- Transgender
- Transgender Female
- Transgender Male
- Transgender Man
- Transgender Person
- Transgender Woman
- Transmasculine
- Transsexual
- Transsexual Female
- Transsexual Male
- Transsexual Man
- Transsexual Person
- Transsexual Woman
- Two-spirit
No lo traduzco porque no tiene mucho sentido. Las diferencias entre cis male y cis man*, por ejemplo, son matices que sólo se entienden dentro de la misma cultura. Cada cual «siente» o llega a la conclusión de por qué se identifica con una palabra o con la otra. La traducción sería «varón cis» y «hombre cis», pero en ese caso elegiríamos entre las connotaciones de varón y hombre, que NO son las mismas de «male» y «man». Algo tan sutil como quien en España dice que habla español o castellano, algo aparentemente equivalente….pero que levanta muchas pasiones.
Os puede parecer un lío tremendo, os puede poner los nervios de punta, como le pasa a los curas, pero no esperéis que esto se vaya. Como dijo en twitter el otro día Bailey Jay, «me encanta que está aumentando la comunicación entre trans y queers. La gente fundamentalista va a anhelar aquellos tiempos en que su mayor miedo era ver a dos hombres besándose».
La cosa va aumentando, y no es algo marginal, va apareciendo en medios mainstream como la web chilena Paula, que el otro día publicaba el completo «Las nuevas categorías sexuales», donde habla de algunas de las nuevas identidad y orientaciones. Tiene cortas entrevistas a personas demisexuales, andróginas, pansexuales poliamor, queer, o que pasan de etiquetas. Y tiene algunos párrafos que os pueden ayudar a entender por qué hace falta tanto nombre.
“Las identidades de género se están abriendo. La gente dice: ‘yo no quepo dentro de lo que es rosado y celeste. No quiero caber, no quiero ser mujer y andar con tacos o no quiero ser hombre y no poder pintarme los labios’”, señala Janet Noseda, sicóloga especialista en género.
“Estos fenómenos están cambiando la forma en que los jóvenes se definen a sí mismos. Es una generación cargada de críticas hacia las normas de la sociedad. Al haber una cantidad enorme de opciones para elegir, cada vez más se cuestionan: ‘¿quién dice que me tengo que identificar con una sola forma de ser?’”, agrega Dantas.
Juliana Rodríguez, sicóloga que trabaja como coordinadora del área de salud mental de Todo Mejora atendiendo a jóvenes conflictuados con su definición sexual, asegura que entre los 15 y 19 años son muchos los que no saben bien quiénes son y están ávidos de identificarse con algo. “Necesitan nombrar aquello que creen ser, porque si no lo hacen, es como si no existieran. A la vez, necesitan validarse con otros, buscar a sus pares, para no sentirse raros ni solos. Entonces, una vez que asignan un nombre a sus tendencias y sentimientos, no solo cobran existencia, sino que también pueden empezar a relacionarse con otros y a armar un grupo. Pero es muy difícil formar un grupo sin antes haber establecido el nombre, de ahí la obsesión por buscar una palabra que los defina”. La lista de nuevas categorías de identidad y orientación sexual es larga.»
Destaco en negrita esa parte del texto porque creo que ahí está la clave. Buscar iguales, buscar identificarse, buscar las PALABRAS. ¿Y por qué palabras, etiquetas?. Pues por el punto de partida en la identidad. Cuando dejamos de preguntarnos qué sentimos, qué raro es esto o lo otro que nos pasa, lo primero que hacemos NO es acercarnos a alguien para preguntarle qué es lo que estamos sintiendo, sino que o lo ocultamos o….lo buscamos en google. Y buscar en internet puede parecer otra cosa pero en realidad lo único que se está haciendo es buscar en una inmensa, descomunal base de datos, un interminable fichero. Y la cuestión del género no es algo visible. Es imposible que mires a alguien y sepas si es heterosexual, pansexual, bisexual… necesita verbalizarlo, convertirlo en palabras. Y así es la única manera de la que podrás encontrar personas iguales a ti en internet.
No es tampoco el comienzo de asociaciones, de proyectos concretos, pueden valer como «palabras-imán», excusas para reunirse en torno a esa palabra y discutir situaciones personales que afectan a todas las personas que se identifican con esa palabra.
Y lo que buscarás serán personas que vayan mas allá de ser «sexuales» (esa frase tan dicha, «yo soy sexual»), porque bajo esa etiqueta acabarás hablando con lesbianas, puteros, swingers, poliamor, anarquistas relacionales, gays, transexuales, crosdressers, pansexuales, demisexuales, grisexuales… Y lo mismo pasa con la etiqueta «pomosexual» o de «sexualidad posmoderna»: «personas son capaces de amar a otras independientemente de su identidad sexual (ser macho o hembra), identidad de género (sentirse como hombre o mujer) o su preferencia sexual (orientación o inclinación sexual).» La palabra pomosexual es un intento loable pero que, a fuerza de querer borrar las diferencias… acaba aplicando el mismo rasero, identificando en el mismo grupo a personas en situaciones muy muy diferentes. Y mientras que puede valer como palabra-imán para determinadas personas, será poco útil —creo yo— cuando estás buscando tu propia identidad. Es como si estás dándole vueltas a si eres independentista o no en la zona donde vives, o porque es algo que te toca muy de cerca, y te dicen, «deja de darle vueltas! tu simplemente eres un ser humano cuya patria es el mundo!». Muy bonito en persona, pero poco útil para buscarlo en internet o concretar tus ideas… Más bien parece una solución rápida para irse de cañas.
Y volviendo al comienzo, siendo lo incómodo (como mínimo) que puede ser para la gente dirigirse a ella con el género equivocado, es de donde sale mi recomendación de evitar el género todo lo posible. Que a no ser que hables de alguien de quien sabes su género, igual sería buena idea ir practicando poco a poco para acabar teniendo la costumbre de usar un lenguaje lo más neutro posible en cuanto al género. Es lo que he hecho en este post… Casi 1600 palabras hasta aquí y sin usar el género en ningún momento para generalizar con el masculino, y sin usar ni x ni @, lo que se llama lenguaje inclusivo y que yo suelo llamar escribir en género neutro.
Hay quien me ha dicho que le resultaba complicado. Por eso en otro post escribiré sobre cómo suelo escribir yo para evitar utilizar el masculino donde no tiene sentido usarlo, y evitar el binarismo de género siempre que es posible. Y también contar cuándo me parece imposible evitarlo. La verdad es que es posible evitarlo el 95% del tiempo. Sólo hace falta leerse mis posts más recientes, de hace uno o dos años para acá y mis tuits para ver que no es tan complicado hacerlo y que ni se note.
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*Para quien no conozca lo de cis, aproximadamente cis man = biológicamente hombre, cis woman= biológicamente mujer
Imágenes:
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Muy interesante, descriptivo de lo que ocurre en el «mundo real».
Nada que ver con «la nada» en la que vivíamos en los setenta (mi adolescencia).
:) Si, algunos de estos «amigos de los gays», etc. se van a acordar de cuando se escandalizaban viendo a dos hombre besándose…
Saludos, M.
Saludos, M, qué bien leerte por aquí también :-)