Bisex ellos (maricones), bisex ellas (liberadas).
26 septiembre, 2008 a las 6:00/ por moscacojoneraEs un tema más que trillado. Aquí un vídeo en el que se ven las dos situaciones de una manera muy simple.
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A eso añadiría una contestación que «puentes aéreos» (su nick) han dado en el foro que había comentado. Es largo, pero me gustó la argumentación. Por esa la pego aquí (con permiso de «puentes aéreos»):
«Creemos que hay una pequeña confusión entre lo que son prácticas sexuales puntuales y una identidad sexual. Puede que parezca algo confuso y que los límites no estén muy claros pero si que hay algunas diferencias importantes.
Una persona puede tener experiencias puntuales bisex pero no por eso tener que construir una identidad entorno a esa práctica puntual. De la misma manera que por practicar un cunnilingus o hacerlo a cuatro patitas o preferir el misionero lleva a nadie a construir una identidad entorno a esas prácticas (del tipo hetero-misionerista, o bisexual-onanista con vibrador y bolas chinas)
En un momento propicio chico o chica siendo perfectamente heterosexuales pueden lanzarse a probar los placeres de su propio sexo, y hasta gustarles sin que por ello pasen a identificarse como homosexuales o bisexuales. Una identidad (y también una identidad sexual) es algo bastante más complejo y afecta más globalmente a tu psiqué que practicar una felación o probar la sodomía en un momento de excitación, curiosidad o juego.
Una persona homosexual o bisexual vive a diario su condición, se siente atraido por personas del propio sexo en circunstancias normales,(no alteradas) e incluso podría iniciar, en el caso del bisexual, una relación con cualquiera de los dos sexos. Eso es una identidad u orientación sexual clara.
Lo otro son prácticas puntuales, juegos sexuales a los que se puede uno prestar con mayor o menor entusiasmo. Por ejemplo en el caso de las chicas muchas lo hacen incluso por agradar y por sentido del exhibicionismo, aun cuando disfruten en el momento de hacerlo ¿eso es una identidad bisexual?. Es evidente que no conforma una identidad como no lo conforma el hecho de que a la chica en cuestión le gusten las felaciones hasta el final o lo prefiera fuera.
En muchos juegos bisexuales (da igua que sean chicos o chicas) faltan muchos elementos para hablar de una identidad sexual, como son la emotividad o la atracción espontánea. En esos juegos es puro morbo, pura sensación de piel sin afectación emotiva.
Otra cosa es que para abreviar, a la hora de contactar con una pareja se diga que se es bisex o que se aceptan juegos bisex,empleandolos como sinónimos porque tampoco se necesita más para ir a lo que vamos. Pero enténdamos que no es lo mismo.En el caso de los chicos, la situación está lastrada además de claras connotaciones peyorativas, que tienen sus raíces en una profunda homofobia que ha dominado las morales judeocristianas durante siglos (aunque si alguien es aficionado a la historia conocerá exquisitas excepciones), la tradicional invisibilidad social de la mujer le sirvió para pasar más discreta. No creemos que sea un asunto hormonal o predisposición genética, puesto que numerosisímas sociedades han aceptado las prácticas homosexuales de una forma además muy extensiva, y en esos casos han gozado de una universalidad que sorprendería a más de uno. Pero en las circunstancias actuales parece que cualquier hombre con curiosidades en este terreno, o sin tapujos para dejarse hacer, sea automáticamente un homosexual reprimido. Pero eso es tan sólo un ejemplo la intolerancia e incapacidad para comprender que acompaña a toda ignorancia secular.»
Y siguen escribiendo en el foro, contestando a una réplica…
«Te vamos a dar el argumento desde el otro lado a ver si te queda más claro. Tenemos varias amistades gays, todos ellos han estado en alguna ocasión con chicas, por probar, por curiosidad, por «a ver si es que en verdad no soy gay y me he hecho un lío». Todos ellos describen al final la misma sensación, estuvo bien pero fue algo vacío, no había conexión emocional, en algunos ni morbo, otros cumplieron como campeones (si frotas lo suficiente al final el gustito está asegurado) pero a ellos ni fu ni fa. El haber estado con una chica ¿les convierte en héteros reprimidos? ¿bisexuales? para nada, siguen teniendo clara su identidad sexual. Si eso no te cuesta entenderlo no veo porque no se es capaz de darle la vuelta al argumento.
Por fortuna la identidad y la sexualidad humana son algo rico en matices, no nos conformemos con etiquetas tan burdas. Ahora que si se trata de rellenar el casillero en una ficha para contactar con otras parejas puedes poner lo que mejor sirva para entender a que se va a jugar esa noche, pero de allí a llamarlo identidad sexual hay un largo trecho.»
Como dije allí, en el foro… madre mía, a estas alturas dándole vueltas a estas cosas, con lo que se ha escrito sobre el tema. Escrito, que no leído. ¿Y vosotr@s, qué opináis?
yo?
Que lo tengo clarísimo!voy por la calle y me fijo veo más chicas que me atraen que chicos, pero alguno de vez en cuando también.
Y que igualmente podría tener una relación llámese sentimental o sexual con cualquiera de los dos géneros.
Pero que la bisexualidad del «mundo swinger» es surrealista y en muchos casos finginda? pues sí y mucho!por eso también se le da tantas vueltas
q razon tienes hija, con eso ultimo…
Pues que son ganas de marear la perdiz.
Muchas personas se apoyan en las etiquetas para definir su personalidad, y así ahorrarse gran parte del trabajo que supone conocerse a uno mismo. Etiquetarse conlleva una restricción del comportamiento y, por tanto, una limitación o al menos una orientación del crecimiento personal que resta espontaneidad y libertad -la tan cacareada y tan poco deseada- al propio desarrollo.
Mi opinión? que el ser humano es gregario, y desea ante todo ser admitido en el grupo. Para ello, se identifica con sus miembros, definiendo reglas de acceso al club. Por tanto, es importante tener claro si eres un heavy de verdad o solo escuchas las baladas de Scorpions, si eres un gótico de raza o solo te vistes de negro, si eres lesbiana auténtica o solo te enrollas con tías por vicio.
Siempre he pensado que las personas definibles con un pequeño puñado de etiquetas, resultan bastante aburridas. Lo malo es cuando se aburren de sí mismas, y se dedican a intentar regular el aburrimiento ajeno.
lo que pasa es que la identidad de los grupos no es cerrada, no hay carnet de heavy… cada uno va a su aire, obviamente. Y las etiquetas ayudan a dar pistas. No para definir la propia identidad obviamente.
Es posible conocer a fondo una ciudad yendo por sus calles, conociendo la gente, perdiendose y volviendo a encontrarse…. pero normalmente tener un mapa nos ahorra tiempo.
Me siento perturbada porque es como si Nina me hubiera leído el pensamiento… Estoy con ella al 100%.
Creo que las personas que nos consideramos bisex no tenemos duda alguna sobre ello. Los que le dan tantas vueltas son los que en un momento dado lo fingen por un interés propio o ajeno (por lo general, el de un marido salido que va de moderno y con chantaje emocional obliga a su parienta a compartir juegos bisex para su propio placer y no siempre el de ella…). Que de parejas «liberadas» (y siento la etiqueta) como esas, conozco yo unas cuantas…
si, ese tipo de chantaje abunda muuucho. Por lo suave, pero abunda muchisimo.