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La mosca, activismo. Vagalume, educación.

11 agosto, 2020 a las 9:30/ por

Hoy comienzo una serie de posts con un nuevo usuario, Miguel Vagalume. Veremos cuánto dura esto, porque en estos tiempso de incertidumbre es complicado predecir nada…

¿Por qué un nuevo usuario para el blog? Pues por la razón resumida en el título: Soy activista como «la mosca cojonera» desde 2006, pero diez años más tarde el dichoso master en sexología me sumó otra faceta, la de miguel vagalume como docente en mis propios proyectos y en cursos universitarios, profesional de sexología en consulta, en cursos y en talleres,  escribiendo mis propios materiales (en ello estoy). La nueva faceta creía que era la misma que el activismo, pero no. Por eso necesita un «personaje» aparte.

No es lo mismo «la Mosca» que «Vagalume» porque quiero hacer como uno de mis referentes, Hirschfeld: dedicarme al activismo y al ejercicio de la sexología como campos bien diferenciados. Para quien no lo conozca (insisto cada vez que puedo) fue el fundador, ¡¡ HACE 123 años!! ¡¡¡EN 1897!!  de la primera asociación de defensa de gays, lesbianas, personas trans y la infinita diversidad que supo ver.

No es lo mismo «la Mosca» que «Vagalume» porque con el primer personaje me gusta defender unas ideas frente a otras, defender un determinado discurso, colaborar en determinadas causas (eso es el activismo) mientras que con el segundo personaje prefiero seguir la tradición de la sexología como ciencia, no como discurso. No quiere decir que la sexología sea «apolítica», sino que cada cosa tiene su propio terreno, como hacía Hirschfeld. Una cosa no impide la otra. Y saber exactamente dónde está la línea que diferencia activismo de pedagogía para mí es fundamental ¿Dónde está? En que con el activismo defiendo mis valores. Con la pedagogía amplío la perspectiva de quien me lee/escucha, y es esa persona, desde su propia soberanía como sujeto, quien decide qué conocimientos aplica a su vida y cuáles no encajan con sus valores.

¿No se cruzan los dos campos? Permanentemente. Pero como digo, intento ser consciente permanentemente del sombrero que llevo puesto, si el del activismo o el de la sexología. Si esto se malinterpreta se puede creer que la sexología es lo contrario o está en oposición al discurso. Error. La sexología está ANTES, o DEBAJO, es la base del discurso. Es sobre la sexología, sobre el conocimiento de todo lo sexualmente relevante, sobre cómo son las cosas realmente, sobre lo que se puede construir, A POSTERIORI, el discurso que se desee.

Hay quienes sobre esa misma base han construido discursos «biologicistas», «binaristas», esencialistas, combativos, normativos, prohibitivos, permisivos, «liberadores», «anti-represivos»… pero esos discursos no quitan que haya un conocimiento sobre la sexualidad humana que se ha ido recopilando durante más de 100 años que se ha ido reuniendo en una ciencia, iniciada por el desconocido Iwan Bloch (desconocido en la cultura popular).

Que sea una ciencia, una disciplina concreta, significa poder contar con un mapa, un marco conceptual que dé respuestas COHERENTES ENTRE SÍ a todas las preguntas que se puedan plantear sobre la sexualidad humana, sin tener que recurrir a la medicina, la sociología o la psicología. Si no entiendes que recurrir a ciencias médicas implica una patologización desde el mismo marco conceptual, esta cuenta y todos los posts firmados por miguel vagalume (en la etiqueta «vagalume» de la lista de etiquetas —>)
irán explicando todos esos detalles. Porque esos conocimientos, que suponen desmontar muchas cosas que se dicen todos los días y nos tienen en el lío que estamos, necesitan de más tiempo para que se entiendan.

Empecemos por lo más básico: ¿Qué es la sexología? Lo comenté ayer en twitter:

 «Cuando decimos sexología, mucha gente cree que hablamos de genitología. Si crees que lo sexual es lo genital, o que lo sexual es la conducta sexual (masturbarse/follar, como cree mucha gente sobre la educación sexual) la culpa es de la (nula o escasa) educación que has recibido.«

Mi intención con esta cuenta es intentar traducir la sexología (no los estudios sobre sexualidad) a vocabulario cotidiano. Eso me va a suponer collejas de exprofes y colegas de profesión. Y donde vea que tienen razón corregiré y cambiaré lo que me digan. Pero prefiero meterme a ese jardín de hablar claro en lugar de hablar con jerga que parece muy clara dentro del gremio (y que es muy necesaria DENTRO del gremio para saber de qué estamos hablando) pero que hace que mucha gente se sienta idiota cuando no entiende nada. Y yo, personalmente, me he cansado de escuchar muchos discursos con palabras complicadas y muchas subordinadas que no te hacen sentir más inteligente y capaz, sino que te van quitando la autoridad poco a poco a base de decirte que no sabes de qué estás hablando. Justo lo contrario de lo que debe hacer la sexología. Uno de los objetivos debe de ser DESPROBLEMATIZAR. Y ese va a ser mi trabajo en esta cuenta, además de hacer más accesible la sexología de Incisex, que a veces parece muy críptica pero que en realidad es similar (pero no la misma) que siguen Meg-John Barker y referentes de hace mucho tiempo a quienes admiro.

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