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Cómic sobre el trabajo doméstico: «¡Habérmelo pedido!»

25 mayo, 2017 a las 13:15/ por

Una de las principales causas de ruptura de las relaciones heterosexuales y fuente de muchos problemas es el «aparente» reparto a medias de las tareas domésticas. La cosa no es hacerlas, sino hacerlas sin que se las tenga que pedir. Cuando se reparten, que a veces ni eso.

En lugar de fusilarle el trabajo a quien lo ha hecho (¿Lagorio Choelo?), descargarlo y subirlo en el blog, lo enlazo en su facebook donde ha subido las imágenes traducidas a español de Latinoamérica, lo que no es taaaan complicado de traducir. Gracias inmensas por el trabajo de traducirlo. Se puede consultar la versión anterior en inglés aquí, y la fuente original en francés aquí.

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Se educa de una manera muy diferente a hombres y mujeres. Y es normal, hace muy poco que se considera que las mujeres tienen los mismos derechos (en España, desde 1978) aunque luego sigan existiendo discriminaciones en muchos campos, algo previsible si las normas han estado hechas a la medida de unos y no las otras durante siglos (una de tantas: que existiera adulterio solo para ella, y que para ellos el equivalente fuese tener que convivir con ellas para que fuese delito, de amancebamiento).

Por eso es previsible también que cueste tanto hacer entender a alguien criado y vivido en masculino que la cuestión no es que cuando se vive en pareja se siga teniendo la vida que se tenía antes pero sumando unas pocas tareas más. Es entender que, si no te has encargado de esas tareas antes en tu vida, es como si tuvieras que sumar un trabajo a tiempo parcial ADICIONAL, que se suma, a tu jornada laboral de 8 horas diarias. Que igual te parece mucho… pero es que es lo que se ven ellas obligadas a hacer sin planteárselo como «un reto», sino porque intentar cambiarlo sola probablemente le cueste mucho más.Ya es cansado estar pendiente de qué hay que comprar, qué se está acabando, qué habría que reponer como para encima tener que educarte. Por miles de experiencias, está comprobado: Es agotador y vale para poco. Por eso a veces vale más la pena que ella deje de perseguirle a él y que él sea consciente que ella un día se cansará y se irá, buscará a otra persona.

Y de verdad: Cuesta darse cuenta de todo el trabajo que hay que hacer en una casa (por eso es útil el cómic, lo explica muy bien) y cuesta dejar de hacer cosas que te apetece hacer para hacer las que tienes que hacer. Te lo aseguro por experiencia personal. Pregúntame cómo. Pero es una cuestión de responsabilidad: Lo que no haces tú, lo hace ella. Y la han educado para que se sienta culpable si no lo hace, que se le critique que no haga nunca la cama. No es lo mismo pero puede valer como metáfora: Un hombre y una mujer que presentaban las noticias hicieron un experimento. Ella cambiaba todos los días de ropa y él usó el mismo traje durante un año. Mientras que ella siempre había recibido emails criticando su ropa (por eso hicieron el experimento), él nunca recibió ninguno. Quizá eso pueda ayudar a entender que hay diferentes niveles de presión para conductas similares. Es lo que tiene que nos eduquen en dos formas de vivir tan diferentes y que hacen tan complicado entenderse en las relaciones heterosexuales.

 

 

 

Y hay otra manera de darse cuenta de la diferencia de roles: A los hombres se les suele educar más en la proyección pública mientras que a ellas no (cómo funciona lo explica maravillosamente DeGrasse en 4 minutos aplicado al racismo). Es lo que cuenta el libro que no he leído, «¿Quién le hacía la cena a Adam Smith?«, (spoiler: su madre) pero que también está demostrado por muchos casos de famosos y de infinitos casos anónimos. Siendo hombre, empieza a encargarte tú de más trabajo para que ella pueda, si quiere, tener más proyección pública, y verás la diferencia. A veces ella cree que no la quiere porque simplemente las expectativas en su entorno no han ido en esa dirección. Pero buenas noticias: Si se situan expectativas más altas sobre alguien, llegará más lejos de lo que llegaría si esas expectativas no existieran. Haz la prueba y el resultado te sorprenderá :P.

En versión libro se me ocurre el de Miguel Lorente, «Tú haz la comida, que yo cuelgo los cuadros», pero hay muchos más recursos desde las perspectiva de los cuidados, aparte de los centrados en antropología y sociología más a fondo, como los de Almudena Hernando (podcast y enlaces) del que soy fan y otros muchos. Como documental, hay uno llamado «Hasta que el hogar nos separe» sobre el fallido teórico reparto de las tareas domésticas en toda Europa. Lo pusieron en TVE2, pero sólo queda el trailer. Si alguien lo quiere, que avise y hago lo posible por enviárselo (excepto si hay demasiadas peticiones :P) Un tema inmenso y fundamental que necesitará un cambio de mentalidad como el que hubo cuando de ver normal fumar en la habitación de un hospital se pasó a ver cotidiano no fumar saliendo de copas por la noche.

3 Comentarios a “Cómic sobre el trabajo doméstico: «¡Habérmelo pedido!»”

  1. Encarna dice:

    Me ha gustado mucho el post, los ejemplos que proporcionas son muy gráficos y ayudan a explicar a quien le cuesta entender por haber nacido en ese lado. De acuerdo en lo de que muchas parejas se rompen por ese motivo, crea muchísima frustración. Lo escucho a menudo en mi consulta. Y cuántos hombres se extrañan de que su mujer pierda el deseo sexual hacia ellos…

  2. Encarna dice:

    Soy yo de nuevo, me encantaría recibir ese documental si es posible. Gracias por eso y las referencias

  3. moscacojonera dice:

    ¿A que es común? Hay mucho escrito al respecto, pero se sigue ignorando, como si fuera algo demasiado ¿cotidiano?¿prágmático? pero es que es muy pesado para quien se encarga y no parece «para tanto» para quien no se encarga… Y claro, como decían M&J, ¿cómo vas a sentir deseo hacia alguien si estás agotada…? Aparte de haberte quemado, del resentimiento añadido…

    Y el documental está enviado ;-) :-**

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