¿Cómo cuentan tu historia?
26 marzo, 2014 a las 11:00/ por moscacojonera
De vez en cuando la prensa revolotea en torno a los colectivos «alternativos», es una historia que nos conocemos desde hace mucho, sea ahora el poliamor, antes el ambiente swinger y especialmente la comunidad BDSM, que era la que más morbo producía. Seas fetichista de los pies, te guste que te azoten, tengas dos parejas, te fascine el bondage o participar en un par de orgías a la semana, hay algo que (obviamente) los medios nunca te dejan variar y es el punto de vista desde el que se trata tu historia.
Puede parecer una cuestión de estilo. Puede parecer que depende de quién entreviste o de dónde se va a publicar (no es lo mismo Cuore que para el foro social mundial de madrid). Hay algo más fundamental, algo básico, de lo que va a depender mucho de lo que suceda después con esa noticia o entrevista.
Lena Prado
Un ejemplo práctico: Sobaquember. Algo que se puede tratar como una idiotez por El Mundo, cómo no… (Que para hacerlo visible se recurra a convertir «el nardo» en un bonsái, y las axilas en los bigotes de Dalí, lo encuentro, como imagen, antigua, y como pieza artística, algo digno de estudiantes de Bellas Artes en horas bajas).
También frivolizarlo como una moda. O con una mezcla de frivolidad pero apuntando al origen reivindicativo, como en Cuore. («Madonna no es la única famosa que se ha mostrado partidaria de esta revolución natural que incluye no depilarse, Julia Roberts también.Este movimiento ha sido bautizado como ‘sobaquember’ y pretende romper con el prejuicio social de que una mujer sin axilas rasuradas resulta antiestético y antihigiénico.»)
O preguntándose de dónde viene, como hace El Mundo cuando entrevista a @LenaPrado, aderezado con unas gotas de Blanca Marsillach, Cameron Díaz y Julia Roberts para suavizarlo y «feminizar» la noticia.
Entonces, al entrevistarte (seas BDSM, poliamor, fetichista, crossdresser, etc o sea, clasificable de alguna manera como opción «alternativa»), en la práctica ¿hacia dónde puede derivar el artículo o reportaje que hagan?. Pues sin hacer un listado exhaustivo, puede ir en muchas direcciones.
El que más le gusta a la prensa es la entrevista-confesión: ¿Cómo llevas ser crossdresser?¿Te causa problemas familiares?¿Tienes pareja?¿Qué opina de esto?¿Tienes sexo sin BDSM alguna vez?¿Nunca tienes celos?. Una especie de relato que incluye siempre la faceta de «salir del armario», o sea, de admitir que eres «un bicho raro» puesto que la persona que te entrevista lo hace por esa razón, por no ser «normal». Ahí quien te entrevista puede optar por 3 líneas, sobre todo en televisión:
- 1.—Aparentar escandalizarse («oh, no me digas que disfrutas cuando te pegan»),
- 2.—Burlarse (preguntarte en serio, pero luego editarlo y añadir sonidos, caras, comentarios…)
- 3.— Ir al melodrama, a centrarse en la parte emotiva, el culebrón, los dramones, lloreras, lagrimones y hacerle sacar kleenex a la audiencia ¿No crees que habrás decepcionado a tu padre?¿No sientes a veces que te puedes haber equivocado?¿No lloró tu madre cuando se lo dijiste?¿No te sientes un bicho raro?.
- Como grupo también funciona, queriendo saber cómo funciona esa gente rara. Un buen resumen de todo eso es el 21 días sobre BDSM
¿Y no hay otra manera de hacerlo? Pues sí. Por ejemplo, tratarlo como porno ¿Alguna vez os juntáis toda la red de amantes para follar?¿te han hecho fisting?¿hacéis lluvia dorada?¿lames culos también?. O si es un público más mainstream, hacia lo erótico ¿Qué sientes con las cuerdas en tu piel?¿Te abandonas cuando te dominan?¿Qué sensaciones tienes en un intercambio?¿Te sientes más unida a tu pareja?.
El más antiguo era patologizar. Lo «mejor» era ignorar completamente a las personas que podrían decir algo, para sustituirlo por «personas normales» quienes entrevistan a una persona «experta» en el tema. Y que mezclan la práctica no-convencional consensuada con los asesinatos a los que se llama también sadomasoquistas (aunque lo intente aclarar la entrevistadora a partir del minuto 2:50…y el psicólogo diga que cualquier daño es patológico).
Normal que se usen esas maneras de presentar los artículos, permiten no cuestionar nada, sino mostrándote como algo que es «lo otro», lo que no es como la-gente-normal o bien como algo a consumir y punto (porno, erótico, fiesta). Y a menudo, ya se sabe, cuanto más morbo mejor. Al fin y al cabo se dirige a una audiencia en la que ese tema le interesará honestamente al…¿10% de su público?. Al restante 90% tienen que darle algo para que se entretengan, para reirse, para llorar, pero desde luego en ningún caso para que lo entiendan.
Y así se suelen dejar de lado otras maneras de enfocarlo ¿de qué otras maneras puede hacerse?. Es útil ver géneros literarios para ver otros puntos de vista posibles, porque será dónde se van a inspirar quienes hagan el reportaje, van a usar alguna manera de contarlo que ya conocemos. Cada uno de ellos mezclado con tintes de comedia, de drama, melodrama, sarcasmo, parodia y todas las mezclas posibles.
- Se me ocurren… como una historia de acción, aventura. Como cuando hacen reportajes en fiestas. Bien llevado puede ser frívolo, superficial, vale. Pero entretenido.
- Como un ensayo, un trabajo en profundidad, serio, tratando ese tema basándose en todos los datos posibles. Buscando varias fuentes y elaborando ese artículo con mucho tiempo. Que suele ser el sistema más usado «desde dentro» de las comunidades no convencionales, pero rara vez desde el periodismo. De esta manera pasa a ser visto como algo mucho más respetable, dando un contexto, una base teórica…
- Como texto histórico, contando el proceso histórico que ha llevado hasta ahí, y qué está suponiendo en el momento que aparece.
- Como relato épico, como parte de una lucha, como son gran parte de los movimientos no convencionales.
- Como texto pedagógico, buscando que quienes lo lean aprendan, que incorporen a su experiencia personal una serie de prácticas o ideas que pueden aplicar en su vida.
Seguramente alguien con conocimientos de storytelling o que escriba relatos sabrá más maneras de enfocarlo. Lo básico que me interesaba comentar era cómo, según como cuenten tu historia, se te va a percibir de una manera o de otra. Por eso, estando en los márgenes creo que es importante tener una voz propia, como quien por su posición se puede permitir tener más visibilidad que la prensa, como la codirectora de Matrix, Lana Wachowski (que habla de eso, de cómo evitó la TV por el melodrama) o, a nuestro nivel, gracias a medios sociales como blogs, twitter, etc dar a conocer nuestra versión de la historia, contada en primera persona, como por ejemplo está haciendo últimamente Amarna Miller, como otras amistades profesionales del sexo y todas las personas que tenéis blogs y medios donde abiertamente contáis quiénes sois, qué queréis, cómo veis el mundo, cómo entendéis vuestra vida.
En Golfxs con principios volveremos a hacer un nuevo intento de que salga algo decente la próxima vez que nos entrevisten, porque nos parece importante visibilizarse para quienes están buscándose un espacio que no consiguen encontrar, que sepan que hay uno donde quizá encuentren lo que buscaban. Pero, desde luego, por ahora, ha parecido mejor idea rechazar la propuesta de Interviú que os comentamos en Facebook hace poco, o la de El País hace años donde querían que yo contase sobre mi faceta BDSM «para que sirviese para que otras personas también salieran de su armario». JA. Que nos conocemos. O la de Telecinco de hace nada, del programa «De buena ley», donde aparentan juicios y quieren que nos metamos a participar… No, gracias. Hay otras muchas maneras de tratar estos temas, por mucho que tengan que ver con sexo y eso haga parecer que merecen otra categoría.
Si eres periodista igual te ayudan estos posts a replantearte las cosas sobre el sexo, con el magnífico texto de Jude Roberts. Hablar de sexo no es provocar, hablar de sexo no tiene por qué ser distinto que hablar de otros temas. El que haya sexo en medio no lo convierte en marginal, vergonzoso. Eres tú quien lo convierte en eso con la manera que tienes de contarlo:
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