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¿Cómo escribir en género neutro?

26 septiembre, 2019 a las 9:00/ por

No es complicado. Llevas años leyendo en género neutro en este blog, pero quizá no te has dado cuenta. Puedes revisar (si tienes tiempo) los posts desde 2013, aproximadamente, para comprobarlo. Antes de eso, escribía con la x para reemplazar las aes y oes de femenino y masculino. Y antes de eso, en 2008, con una @ en lugar de una x.

Para mi es todo un logro conseguir que Ética promiscua se lea en todas partes (y otros libros que he traducido y escrito) sin que mucha gente se dé cuenta de la cuestión del género neutro. Es un buen ejercicio para que vean que no, no es tan complicado, todo es cuestión de practicar. Sin duda, no existe ninguna obligación, ninguna medida legal, pero puedes decidir usar (en lo posible, al menos) esa forma de expresarte por una simple cuestión de hablarle a un número mayor de personas, en lugar de hacer que un porcentaje se sienta excluido de lo que estás diciendo. Cometerás errores, como yo cometo a veces. Si no quieres caerte nunca, nunca aprenderás a andar.

¿Qué suelo hacer para escribir y traducir a género neutro?

Persona es el recurso más habitual, y así no es complicado hablar de personas que dicen, hacen, piensan, votan, etc. También hay individuos, sujetos… Y también hay hombres y mujeres. Si hablo de un hombre o una mujer en concreto, que se identifican como tales, los nombro como tales. Uso el neutro cuando se habla de grupos, categorías etc y ahí prefiero hacer espacio a que se identifiquen más personas que no conectan con ese masculino o femenino.

Pareja o relación es hermosamente neutro. Y al hablar de quienes la forman, es útil hablar de miembros, de integrantes, o de lo que acabo de hacer: «quienes + verbo». Es decir, de quienes integran esa relación.

Las perífrasis facilitan también escribir en género neutro. Hablar de las personas que hacen algo, o quienes se identifican como x, hablar de con quienes tienes una relación, hablar de la mayoría de gente…

Los nombres colectivos como alumnado, profesorado, población, habitantes, jóvenes, adolescentes, amistades… Hay muchos consejos similares en muchas de las guías de «lenguaje inclusivo» que se pueden encontrar online.

Hay toda una gama de palabras que resuelven las divisiones en sólo dos opciones, para abrirlos a opciones donde caben muchas realidades más: de maridos y esposas a cónyuges, de novios y novias a parejas, de padres y madres a… ¿»quienes se encargan de la crianza»?, de amas/amos y sumisas/os (y switch!) a practicantes de BDSM,

Eso sí, sigue siendo muy complicado cuando se habla de familia. Es relativamente fácil hablar de peques, criaturas, retoños… pero en el resto de la familia, no he encontrado alternativas a abuelos y abuelas, a tios y tías, a primos y primas, a sobrinas y sobrinos, nietas y nietos… Ancestros sigue sonando a que hablamos de alguien de hace siglos.

A veces es útil no encallarse en un ellos/ellas, y ver si cambiando el orden de la frase se llega a un resultado mejor.

A veces se puede ir un poco más allá y escribir/traducir de una forma que no refuerce lo normativo, si se puede evitar (ya es suficientemente complicado lo de antes): escribir relación en lugar de pareja, usar plurales que suenen a más de dos en las relaciones o dejar la opción abierta, usar términos neutros para que no se sepa si estás hablando de relaciones hetero, homo o bi, hablar de los genitales sin asociarlo a ser hombre o mujer (no digo hablar de manera que no se entienda, sino que a veces descubres que sólo ibas a hablar de los genitales… pues habla de ellos y no te líes a nombrar más cosas!)…

¿Hacemos un taller práctico de escritura en género neutro? Si os vais apuntando en los comentarios (aquí o en facebook), podemos ver si hay mucho o poco interés en un taller así…

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¿Cómo he llegado a escribir todo con género neutro?

En golfxs esa x siempre ha estado ahí para dar a entender que con esa x se dejaba espacio para que cualquiera se pudiera identificar, que no hiciera falta situarse, identificarse. Pero en 2012 cambiaron las cosas, esa x dejó de ser suficiente. Empecé a traducir The Ethical Slut (Ética promiscua) en el blog, y lo iba haciendo con la x en lugar de a/o. Después de años de hacerlo por mi cuenta, y una vez que tenía el encargo de la editorial Melusina, comencé a traducir Ética promiscua alternando el masculino y el femenino en cada párrafo, como habían hecho Dossie y Janet al escribir su libro en 1997. Pero en 2012 pude conocer a Janet en persona, y escuchando cómo contaba su vida, contando sobre su vida y la de su pareja E., me di cuenta que no era una cuestión accesoria, sino algo fundamental, central en sus vidas: Janet y su pareja se consideran de género fluido.

Así que ahí empecé a traducir su libro a género neutro. Eso es lo que entregué a la editorial, aunque después han aparecido correcciones con género aquí y allá. Pero prácticamente en su totalidad se mantuvo ese estilo neutro. Así que seguí haciéndolo en el resto de libros que he traducido y textos que he escrito desde entonces. El punto máximo ha sido  haber traducido «Reinventa las reglas», de Meg-John Barker. Meg-John es persona no binaria, activista de ello (acaba de publicar «Life Isn’t Binary») y en estos dos últimos libros trata los dos temas desde ese mismo enfoque no binario (habrá un post sobre eso).

 

pride all inclusive

 

¿Por qué escribir en género neutro?

Por simple humanidad. Por derechos humanos. Porque se reconozcan otras realidades que han estado ahí toda la vida pero no tenían nombre. Como cuestión política, como dice Begoña Martinez. Quizá eres de esas personas que tienen muchas razones en contra, y de verdad, no tenemos ningún interés en oirlas. Cuando nunca te has identificado con nada (cuando nunca has sentido que hablan de ti si hablan en masculino, pero tampoco cuando hablan en femenino), o eso varía con el tiempo, o con las dos, se agradece leer textos donde no te estén situando dentro o fuera del texto, a veces hablando de ti, a veces no. Es lo que pasa cuando lees un texto que habla de parejas y en algún momento dicen «cuando quieran celebrar algo o irse de vacaciones, irán donde ellos quieran»… Quizá ese «ellos» no te suene a dos hombres de vacaciones, a lo mejor piensas automáticamente que al hablar de pareja «por supuesto» que ellos lo entiendes como un ello y una ella. Pero quienes se sienten fuera de esa frase, casi automáticamente, son dos ellas que sean pareja.

Si te identificas con el masculino no te habrás visto en ese lío, pero en femenino significa que a veces se te incluye en la frase, a veces no. El ejemplo que se suele poner sobre los líos que se derivan del lenguaje es una noticia en que se diga que «los vascos tienen problemas de próstata». Primero se supone que incluye a toda la población vasca, luego al ver próstata y la o se puede pensar que sólo se refiere a los hombres, pero si pensamos un rato más, se refiere a quienes tienen próstata y se identifican con el masculino…

¿La solución? La que yo uso es salirme de si los hombres, las mujeres, de quienes tienen próstata, para dar la vuelta a la noticia y hablar de los problemas de próstata, de la relevancia que tienen, de lo que supone para la población vasca… En mis temas funciona, aunque entiendo que en todo lo relacionado con fisiología, deporte y parentesco es complicado.

 

https://www.flickr.com/photos/shadowtech/309706501/

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Daños colaterales del uso del género neutro

Es un alivio escuchar un programa de radio en cadenas mayoritarias (como ayer por la mañana en cadenaser) dedicadas a hablar del género neutro, de no binarismo, que entrevisten a Lucas Platero. Y todo esto, daba impresión que saltaba a la prensa por un nuevo juguete de Mattel (la empresa de la Barbie) que no tiene género, no muñeco ni muñeca. Y eso tiene sus problemas.

Si no cambiamos los conceptos con los que entendemos, hablamos, vivimos estas cuestiones, no es raro creer que es algo a la elección de cada cual. Puede hacer creer que se decide no identificarte con nada. Hay pocos casos que sí, pero generalmente, desde muy peque mucha gente siente que se identifica con algo. Pero también hay quienes no se identifican con nada. Y todo eso sucede de una manera muchísimo más compleja que «elegir el género». Verlo como género, como roles adoptados y nada más, asociado a un juguete, lleva a que se entienda así de mal.

El otro problema es el bienintencionado adjetivo de «inclusivo». Como ya lo conté hace tiempo, la inclusión no es nada positivo si no se cambian los conceptos y solo se cambian las palabras que se usan para los mismos conceptos de siempre. Imaginemos que tienes un bar que se llama «Normal» y ahí entra quién quiere. Pero te dicen que tu bar debería ser más diverso, aceptar todo tipo de gente, y entonces amplías tu bar con una terraza inclusiva. Y ahí cada cual «le da la bendición» a un colectivo, para «otorgarle» el derecho a integrarse, el derecho a que se les reconozca el derecho a acercarse a la normalidad, como se ha hecho con la homosexualidad y las personas trans.

Pero si no has cambiado los conceptos que hay detrás, sigues pensando que las personas trans «aceptables» son unas, pero que hay otros ejemplos «inaceptables» porque no coinciden con tu imagen de lo aceptable, de lo que es «bonito» incluir. Es como el cambio gradual que se fue haciendo de aberraciones, a perversiones, a parafilias, a filias… llámalo como quieras: sigues pensando que «no es muy normal» que te guste que te meen encima. Pues lo mismo te pasa con la inclusión: se van aceptando nuevos miembros del club… hasta cierto punto, y se sigue dejando gente fuera (los círculos mágicos de Gayle Rubin, tema para otro día).

Si se adopta una postura inclusiva con lo diferente… se siguen haciendo diferencias entre lo normal y lo raro. Por eso, al no cambiar conceptos, seguimos sin movernos de la idea de que hay hombres y mujeres con cromosomas XY y XX… y creyendo que hablamos de biología al usar la palabra cromosomas, cuando eso solo es el reflejo de una ignorancia muy grande de la realidad humana…que no se ha solucionado porque seguimos sin cambiar los conceptos. Sin cambiar conceptos, al grupo de hombres y mujeres, se «le da permiso» a toda una serie de gente «no tan normal» para que se les respete, se les trate como si fueran como el resto. Es la diferencia de todo el mundo, no la diversidad, lo que nos ayuda a entendernos mejor.

1 Comentario a “¿Cómo escribir en género neutro?”

  1. Iris dice:

    Yo si estaría interesada en el taller, siempre intento usar el género neutro pero a veces me resulta complicado.

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