Continuación de la traducción de «Non-primary partners tell: How to treat us well» del blog SoloPoly

«Haz estas cosas si quieres tratar bien a tus relaciones no-principales:

1. Respeta los acuerdos respecto a horas y días.

En las relaciones no-principales el tiempo que se tiene en común siempre es limitado y valioso. Por lo tanto, los cambios a última hora y las cancelaciones a menudo molestan más a una relación no-principal de lo que lo harían a una relación principal. Evita las cancelaciones repentinas o retrasar citas por razones que no sean una emergencia, incluyendo si tu relación principal se está sintiendo incómoda o está teniendo un mal día. Como me dijeron: «Oir cómo me dicen «la cita de mi pareja se ha cancelado, así que tengo que cancelar/no tener sexo contigo» es una mierda».

También hazte responsable de prever y ayudar a resolver problemas de calendario. Una persona me sugirió: «Recuerda de vez en cuando los cambios o conflictos; no des por hecho que tu relación no-principal va a recordar algo que dijiste de paso hace varias semanas».

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2. Escucha, acepta y sé flexible respecto a las necesidades y preocupaciones de tu relación no-principal. 

Todo ser humano tiene necesidades, incluída la necesidad de respeto, consideración y que se le valore en las relaciones íntimas. Hace unos meses le pregunté a una pareja poliamorosa sobre lo abierta que era su relación a tratar o hacer un hueco para las necesidades de sus relaciones no principales. Respondieron que, como habían empezado hacía poco en el poliamor, no habían tenido todavía relaciones que les demandasen nada, y que «tendían a huir de las personas con demasiado drama en su vida.»

El problema es: Convertir la necesidad humana básica de respeto y consideración como una excesiva «demanda» o «drama» ya es de por sí una estrategia que garantiza que se produzca drama, y casi siempre termina con las relaciones.

Cuando las relaciones no-principales van más allá de los encuentros fortuitos, es previsible que en algún momento alguien que sea una relación no-principal tendrá necesidades que supongan que la relación principal deba ser más flexibles o adoptar por defecto la postura de «nuestra relación va primero» ¡Eso es bueno! Tratar esas situaciones con empatía y trabajar constructivamente las situaciones incómodas lleva más allá el desarrollo y satisfacción de todas las personas involucradas. Termina fortaleciendo todas las relaciones en la red. Es la razón por la que el poliamor funciona mejor para todo el mundo a la larga.

Así que escucha, acepta e intenta respetar las necesidades y preocupaciones de tu relación no-principal (o de tu metamor). Como mínimo, admítelas e intenta solucionarlas, incluso si no lo puedes hacer en su totalidad. Muestra predisposición a ser flexible; siempre recibes lo que das en las relaciones.

Es injusto —y directamente insultante— esperar que una relación no-principal haga todo el trabajo para adaptarse, para «saber cuál es su lugar» y que siempre subordine sus necesidades (o que nunca espere que las cubras).

De la misma manera, pregunta y respeta los límites, preferencias y restricciones de tu pareja no-principal. También tienen derecho a poner normas. Pueden incluir límites para escribir/llamar a tus otras relaciones —cuando no es una emergencia— durante vuestras citas, no ser siempre la parte a la que se le cancelan las citas cuando hay un problema de calendario, preferencias por medios de contacto o la frecuencia entre una cita y otra, respetar su tiempo a solas o con otras personas (incluyendo otras relacioes), presentándolas o reconociéndolas en público, etc.»

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