Cuando es ella quien quiere más sexo
(en relaciones heterosexuales). (1)
20 junio, 2014 a las 11:00/ por moscacojonera
Como dice el subtítulo del artículo, «el estereotipo es el de la esposa frígida, pero muchas mujeres se encuentran siendo ellas el miembro de la pareja con más deseo». Pero como otras quejas que pueden tener ellas en una relación heterosexual y que puedan afectar al «orgullo», lastimar el ego de su chico, es algo que se vive en silencio normalmente…algo que se suma a la sensación que queda al ser rechazada una y otra vez en una cultura en la que te han dicho que «los hombres siempre tienen ganas». El artículo original se puede leer en Salon, When she wants sex more. Escrito por Tracy Clarck-Flory.
«Una vez en la cama por la noche, el novio de Cathy se ponía casi instantáneamente en posición fetal dándole la espalda y empezaba a resoplar como si estuviera dormido. «Pero si echaba mi brazo a su alrededor, se ponía tenso y aguantaba la respiración», cuenta Cathy. «Un par de veces incluso le vi cerrar los ojos a toda prisa». A veces esta chica de 37 años de St Louis, Misuri, EEUU, era más directa, y le decía: «Quiero estar contigo» —pero ella a menudo terminaba siendo rechazada. No era raro que él preguntase: «¿Por qué tenemos que tener sexo continuamente?».
Esto es lo opuesto de lo que tenemos costumbre de oir sobre los géneros: Historias de mujeres quejándose de dolores de cabeza o contestando un simple «Esta noche no, cariño». Esta misma semana Wall Street Journal publicaba un artículo sobre «expectativas diferentes respecto al sexo» en las relaciones en general, pero cayó en el estereotipo de la esposa frígida que frena el sexo. El artículo sólo mostraba un caso real de esa dinámica y, a pesar de citar mucho, mucho más abajo un estudio sobre el deseo que había encontrado que no había diferencias importantes entre los géneros, el artículo tenía el titulo: «El dice ‘más» y ella dice ‘no'»
Cuando pedí que me escribiesen mujeres que hubiesen experimentado ser quien tenía más deseo en una relación, me inundaron con respuestas. Y muchas de estas mujeres querían ponerme en contacto con amigas suyas con historias similares de insatisfacción sexual. Variaba muchísimo lo que ellas consideraban como demasiado poco sexo: Una se quejaba con enfado de un exnovio que no follaba más de cuatro veces cada noche; otra se quejaba de que su exmarido no quería más de dos veces a la semana; y otra contaba que se habían puesto a ello cinco veces en tres años de matrimonio.
Hablando claro: Nada de esto es para decir que el problema son los hombres que no «cumplen» [put out], una frase que hace que el sexo suene como una tarea deprimente ¿podemos dejar de usarla, por favor?. Esto es para mostrar que no es un fenómeno «masculino» o «femenino», no tampoco heterosexual; es humano.
Ian Kerner, terapeuta sexual de parejas y escr¡tor de éxito, no cree que ningún sexo tiene más deseo. Pero ¿diferente deseo?. Sí. «Yo diría que las mujeres tienden a experimentar «deseo reactivo» (en el que el interés ha nacido después de que haya empezado la actividad sexual) mientras que los hombres tienen «deseo espontáneo», que parece nacer, podríamos decir, de ninguna parte. Él dice que la diferencia «puede causar la impresión de que el deseo masculino es más fuerte, pero he encontrado que a menudo es al contrario en las relaciones».
En su práctica terapéutica dice «encuentro a menudo parejas que están atascadas en la rutina y ninguno de los dos miembros tiene interés en tener sexo con el otro, aunque a menudo hay interés sexual fuera de la relación, o niveles desiguales de deseo en la relación», nos dice. «Pero me encuentro igual número de hombres lidiando con mujeres con poco deseo».
Para tener una perspectiva hormonal fui a ver a Kim Wallen, profesor universitario de psicología y neuroendocrinología conductual en la Emory University. Dice que la clave de las diferencias de deseo en cada sexo no está en la fuerza sino en la constancia. «Esto probablemente refleja los efectos de las hormonas gonadales en la motivación sexual y los hombres están sujetos a un estímulo hormonal constante, mientras que las mujeres están sujetas a una influencia cíclica», dice. «Además las mujeres están expuestas al mismo tiempo al estradiol, que aumenta el deseo sexual, y la progesterona, que en grandes cantidades suprime el deseo sexual».
Si desconectaste cuando mencioné las «hormonas gonadales» —!mal estudiante!— Wallen ofrece una simple idea central: «Cuando las mujeres se interesan por el sexo, se interesan tanto como los hombres». Curiosamente, dice «incluso puede darse que es esta naturaleza intermitente del deseo sexual de la mujer el que las hace más sensibles a la desigualdad con sus parejas», dice. «Cuando hay un deseo intenso, quieren usarlo porque probablemente disminuya pronto».
(continuará)
IMAGENES
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http://es.wikipedia.org/wiki/Estradiol
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