Dinámicas de poder en comunidades no monógamas y sus efectos en la investigación y organización de eventos
29 marzo, 2019 a las 9:00/ por moscacojoneraEstos son los consejos de alguien con muchos años de experiencia en comunidades de sexualidad y relaciones no convencionales, Pepper Mint. Esta es su ponencia en el congreso de no monogamia Non Monogamy and Contemporary Intimacies, «Power and diversity in organizing and research», dedicada a tratar los problemas de representación que se dan en la organización de eventos e investigación. En concreto, hablará sobre cómo las dinámicas de poder en comunidades no monógamas crean situaciones de exclusión, comunidades separadas e incluso dejan a personas sin una comunidad en absoluto y cómo eso afecta a la investigación, y organización de eventos. Y dedica la ponencia para aportar las soluciones que se le ocurren.
Conviene no olvidar que esta charla la dio en 2015, hace 4 años. No sé cómo pensábais hace cuatro años, pero ahí están nuestras redes sociales como prueba… Algunas de sus formas de presentarse las hemos adoptado, pero hace otras observaciones de las que todavía no se es demasiado consciente en nuestro país. He tardado en traducir su charla porque precisamente, el problema es que tiene TANTA información crucial, de la que podemos aprender mucho, que sabía que me iba a llevar mucho tiempo, y de eso no me sobra. Esta charla espero que ayude a entender que su libro, Juego Limpio (que escribió animado por Eve Rickert, la editora y coautora de Más Allá de la Pareja), no es la primera tontería que se la ha ocurrido a alguien que acaba de llegar a las no monogamias. Pero ya se sabe cuál es «pecado» más común en nuestro país… *
Ya me dio consejos sobre cómo construir comunidades más seguras en 2017, y ya avisaba entonces de cómo personas muy populares también pueden tener un largo historial de abusos, consejos que compartí en el blog.
PRESENTACIÓN
Primero se presenta como organizador de eventos y comunidades, en el ambiente poliamoroso, fiestas sexuales y bdsm en San Francisco. Habla desde un enfoque activista, no como investigador. Como hace siempre Pepper Mint, comienza su charla identificando sus privilegios**, de los que tiene la mayoria, blanco, hombre, con una situación cómoda económicamente, ciudadano de EEUU, cuerpo normativo, alosexual… y explicando que eso probablemente haga que no sepa cómo decir determinadas correctamente, y que le pone en una situación complicada ser una persona con la mayoría de privilegios hablando de diversidad, pero que quiere colocarse en esa situación precaria para que quede claro desde donde habla y que puede reproducir esos privilegios al hablar. Y aclara que se lo cuenta a la parte de la comunidad que precisamente está en una situación más privilegiada.
¿QUIÉN FALTA AQUÍ?
Cuando su pareja y él empezaron a asistir hace mucho tiempo a eventos de colectivos no monógamos en SF vieron que el rango de edad siempre era entre 40 y 70 años. Y vieron que eso se repetía en uno y otro evento. Y comenzaron a fijarse por qué sucedía eso. Vieron que lo que solía pasar es que cuando aparecían chicas jóvenes se les acercaban hombres mayores de una forma que las hacía sentirse incómodas, así que no volvían. Si le preguntaba a esas personas sobre gente más joven, les decían que no había gente joven interesada en esos temas (y eso era creible en esa época). La solución que encontraron PM y su pareja fue organizar eventos para personas por debajo de una determinada edad y eso se hizo muy popular en el ambiente poliamoroso. En aquella época un gran éxito era un evento al que asistían 30 personas. Fue el evento que le atrajo más cantidad de emails hostiles.
Las dinámicas de poder son sutiles, complejas y funcionan alrededor de diferentes ejes de exclusión: edad (y eso en sí es complejo), género, interacción de edad con género…
Otro ejemplo fue en una mesa redonda de personas poliamorosas racializadas. La sorpresa que se encontró fue que, siendo la persona más popular en SF organizando eventos poliamorosos, se encontró en aquel espacio a 120 personas (recordemos que 30 era considerado un éxito) y no conocía a casi nadie. Gente que había estado asistiendo a todo tipo de eventos de lo que él no se había enterado siendo blanco. Y se da cuenta de que probablemente estaba haciendo lo mismo que hacía la gente más mayor en el ambiente cuando él llegó: creer que no asistían personas racializadas a sus eventos porque no había en esa zona. Y lo importante es que si alguien le hubiese preguntado para alguna investigación en ese momento, su respuesta habría sido esa… y era una respuesta abiertamente errónea.
Eso trae la idea que conviene mantener a lo largo de la charla: la coexistencia de comunidades paralelas en el mismo momento en la misma zona. No necesariamente comunidades bien definidas, o con una estructura reconocible, pueden ser personas solas, por ejemplo, pero que sí están coexistiendo a menudo sin interacción entre ellas. Lo que se puede dar es el patrón de una comunidad muy visible, pública, que reúna a las personas con más privilegios. Y al mismo tiempo, se dan otra serie de comunidades paralelas, con más tendencia a eventos privados, a crear espacios más seguros para sus miembros, cuyos miembros no aparecerán en los grupos más públicos y privilegiados para no enfrentarse a la opresión que puedan sufrir ahí.
[reflexión propia: ¿Cuántos grupos se están reuniendo en torno a estas ideas de quienes no sabemos casi nada? Un ejemplo son quienes tienen alguna relación con ecoaldeas, pero también quienes asisten a eventos de tantra y encuentran el ambiente poliamoroso poco espiritual o trascendente, y las personas racializadas, con diversidad funcional, etc)]
EXCLUSIÓN
Cuando las dinámicas de poder se dan, ya no en microagresiones, o en relaciones concretas, sino cuando hay problemas más graves en una de estas comunidades, sucede muy a menudo que la comunidad con más privilegios se alía con la parte más privilegiada.
La exclusión también se da en el voluntariado a la hora de organizar eventos: ¿quiénes tienen tiempo libre y energía sufiente para hacerlo?¿quién puede poner el dinero necesario para que salga adelante? Suelen ser las personas con más privilegios. Y consecuentemente, son quienes después aparecen(mos) en medios de comunicación, quienes están en las posiciones más altas, quienes organizan de hecho los eventos… También sucede que las comunidades reflejan a quienes los dirigen, por lo que tienden a construirse en torno a los mismos privilegios. Y él ha sido parte de ese proceso, como uno de esos líderes.
Lo que suele suceder con los grupos con más privilegios es que tienden a no darse cuenta de las ausencias, a no darse cuenta de quién falta ahí.
Y lo que suele suceder también es que los recursos de esa comunidad poliamorosa suelen no estar disponibles para la mayoría de la población. Ya no sólo la posibilidad de conocer gente o ir a reuniones, sino también si sus líderes escriben libros o tienen recursos online, suelen reproducir los mismos privilegios y la ideología de quienes producen esos recursos. Y a menudo esa ideología no es relevante para quienes no tienen esos privilegios.
Todo esto no es que sea perjudicial para quienes no pueden estar en esos colectivos, sino que también es perjudicial para toda la comunidad en su conjunto. Cuando haces un colectivo no monógamo teniendo una buena cantidad de privilegios, no estás creando nada nuevo. En realidad, las personas con más privilegios han sido no monógamas desde hace mucho tiempo. Crear una comunidad de ese tipo no supone en absoluto un cambio radical en el mundo.
UN EJEMPLO (QUE NO IMITAR): EL NUDISMO
Aquí PM se refiere al movimiento nudista en EEUU. Habla del nudismo porque su familia lo era y él iba a campamentos nudistas cuando era pequeño, por lo que entiende que puede hablar de esa comunidad. El movimiento era muy activo en los años 60 y 70, y con una fuerte carga ideológica. Pero no tenían una agenda política, no se organizaron teniendo en cuenta ejes de opresión. Se centró más bien en «tengamos nuestras propias playas», «tengamos nuestros propios hoteles», «tengamos nuestros propios espacios», «disfrutemos y seamos felices»… Hoteles caros (aunque las playas sigan siendo gratuitas). Por lo que cuando se fueron cerrando las playas, cuando en 2015 San Francisco aprobó legislación contra el nudismo no había nadie ahí para defenderlas, no había movimiento, no había una defensa organizada.
Y Pepper Mint le tiene mucho cariño al poliamor, y no quiere que vaya en esa dirección. El movimiento se puede convertir en movimiento para las personas más privilegiadas. Y las críticas que veo, cuando alguien dice «no me identifico como persona poliamorosa porque…», y después de ese por qué viene siempre algo sobre privilegio u opresión.
INVESTIGACIÓN
Hablando de las comunidades paralelas de las que hablaba PM antes, existe un problema de representación, en muchos sentidos. Y comenta se da por ejemplo en los estudios del mismo congreso que invitó a Pepper Mint (NMCI), en estudios pequeños, grandes… Y este problema en la investigación se deriva de que, al investigar, es MUY FÁCIL dirigirse al colectivo público con más privilegios. No es algo exclusivo del colectivo poliamoroso, sino que sucede en todos. De ahí saldrá la muestra más cómoda para el estudio, no incluyendo esos colectivos paralelos o personas que no están en colectivos, quizá por esas mismas razones que provocan las exclusión. Es consciente de la escasa financiación de los estudios, del tiempo limitado… pero también quiere denunciar que se dan esos resultados.
Por supuesto, también se dan dinámicas de poder durante la misma investigación. Objetivos, preguntas, quienes investigan… ¿refleja todo eso los mismos privilegios?
También hay tácticas y poder. Cuando las personas son marginalizadas desde múltiples frentes, tienen diferentes tácticas, adaptativas, más fuertes, porque están en la peor situación. Y cuando la investigación se centra en los grupos más públicos, se está perdiendo la oportunidad de analizar esas otras tácticas en esos grupos paralelos no vistos.
Y si la investigación le da voz a unas personas y no a otras, si la investigación da voz a las personas que ya están en una situación de privilegio, a quienes ya tienen voz, lo que sucede es que esa investigación sigue reforzando la posición de los grupos más privilegiados, en lugar de cambiar o disminuir esos privilegios.
Y lo que recomienda es buscar muestras, para las investigaciones, a las que no sea tan fácil, tan cómodo llegar. Y cómo cambiamos las situaciones de poder con ello.
Y aunque parezca increíble, pasa muchas veces que quienes investigan una comunidad, no contactan esa comunidad, ni mucho menos a los miembros marginalizados desde diferentes frentes, lo que produce unos resultados irrelevantes o directamente erróneos. Por eso es importante saber si quienes conocen esa comunidad tienen más información que facilitar, en lugar de quedarse con los prejuicios o primeras impresiones. A veces incluso es perjudicial esa investigación, llegando a conclusiones que dañan a todo un colectivo, como el estudio de 2004 que concluyó que no existían los hombres bisexuales, por basarse en muestras minúsculas y no ponerse en contacto con otras personas del ambiente activista, no solo académico.
LA PREGUNTA MÁS IMPORTANTE: ¿A QUIÉN ESTOY SIRVIENDO? O AÚN MÁS IMPORTANTE ¿A QUIÉN NO ESTOY SIRVIENDO?
Aquí retoma su parte de organizador y eventos. Y de su experiencia sabe qué algo sucede en los ambientes no monógamos con las personas trans, aunque no puede concretar qué es. Y lo mismo con personas con diversidad funcional. Ademas de ¿quién falta aquí?, es importante darse cuenta a quién estamos sirviendo, o más importante, ¿ a quienes no estamos sirviendo?
Hay algo muy importante que mucha gente no hace: Las conexiones personales. Cuando eso no lo ha hecho, ha terminado sirviendo al grupo más privilegiado. Es importante poner al mando a personas marginalizadas de múltiples maneras. No es suficiente ir, conocer a alguien, hablar… El poder está jugando un papel aquí. La cuestión poner al mando a esas personas por encima de ti, y no, no es fácil renunciar a ese poder.
Otra forma es utilizar tu poder para asegurarte que algo de poder llega a quienes no han conseguido llegar a esa situación. Eso hizo él cuando le ofrecieron dar la charla. Contestó que sí, por supuesto, pero que dada su enfoque centrado en el racismo, quería saber qué tenían pensado hacer el congreso respecto al racismo y el poder dado a personas racializadas. Es preguntarse ¿cómo puedo usar este poder del que dispongo para ayudar a tener más poder a quienes están en una posición menos privilegiada? Como por ejemplo renunciando él mismo a estar dando la charla, y pedir que para siguientes congresos haya otras personas marginalizadas de diferentes maneras dando esas charlas (como sucedió en 2017, donde no dio ninguna charla, y donde pudimos ver a la maravillosa Mollena Williams y activistas racializadas de zonas mediterráneas).
La cuestión no es sólo darles una voz sino las ideas, el conocimiento detrás de esas voces. Porque hay una regla básica en las dinámicas de poder, y es que las personas que tienen más privilegios tienen más ventaja cuanto menos saben sobre los sistemas de opresión. Mientras que saber sobre los sistemas de opresión suele ser una cuestión de supervivencia para quienes tienen menos privilegios y por eso saben más sobre esos sistemas. El conocimiento sobre el sistema de poder está en la parte con menos poder del sistema. Por eso deben estar al mando, debemos colaborar y atender. Cuándo esa persona marginalizada te llama la atención sobre algo que quizá no te parece tan importante… no lo ignores: créeles.
Y finalmente aclara que sólo puede hablar desde su punto de vista privilegiado. Lo que no quiere, precisamente, es desde su posición, hablar en lugar de quienes no tienen esos privilegios. Aclara también que sus observaciones no son suyas, sino que las ha recogido de activistas contra la opresión.
Y para cerrar: si organizas algo o investigas y te parece muy duro lo que propone, es útil saber que se hace menos complicado (no es fácil), como le resultó a él, cuando te comprometes con esa cuestión de cambiar esas dinámicas de poder.
* EL PECADO NACIONAL ES EL DESPRECIO
*Siempre cito el mismo artículo: «En ‘La silla de Fernando’, un documental que es sobre todo un admirable ejercicio de admiración filmado por Luis Alegre y David Trueba, Fernando Fernán-Gómez afirma que, contra lo que suele creerse, el pecado nacional de los españoles no es la envidia, sino el desprecio; o, mejor dicho, el desprecio de la excelencia: quien envidia desearía escribir las 1.200 páginas del Quijote, dice Fernán-Gómez; quien desprecia es el que dice: “Pues, chico, yo he leído 30 páginas del Quijote y no es para tanto”. La observación debe de ser tan exacta que incluso quienes no creemos en los pecados nacionales (porque sospechamos que los pecados, como la estupidez, están muy bien repartidos y no entienden de fronteras) no tendremos más remedio que estar de acuerdo con ella, a menos que nos resignemos a prescindir de la realidad que nos rodea. Aquí, en efecto, la admiración parece estar siempre bajo sospecha: quien la practica sólo puede ser un pazguato, un indocumentado, un hipócrita, un adulador o un arribista; el desprecio, en cambio, es síntoma inequívoco de inteligencia e insobornabilidad, y quien lo ejerce es considerado sin falta un espíritu superior, independiente y veraz. No niego que a nuestra realidad le sobren cosas y personas dignas de desprecio: lo que afirmo es que aquí encontramos un mérito en sumar a ellas las que son dignas de admiración y que, antes que admirar a quien hace algo, nosotros preferimos con mucho admirar a quien desprecia a quien hace algo. Esto explica un fenómeno extraordinario, en el que no sé si habrán reparado, y es que cada vez que en España recibe un premio una persona que no sea víctima de un delirio megalómano y ególatra, su cara es de verdadera incomodidad, si no de pánico, como si estuviera calculando el precio tremendo que tendrá que pagar por la distinción, o como si hubiera olvidado sus méritos y se estuviera preguntando no por qué le han dado ese premio, sino, según diría Vázquez Montalbán, contra quién se lo han dado.» Fuente
** PRIVILEGIO
A menudo se usa la cuestión del privilegio como un «arma arrojadiza» para atacar a otra persona o colectivo. Como se menciona muchas veces en este resumen de la charla de Pepper Mint, me gustaría recordar que el concepto de privilegio es popularizado por Peggy Mcintosh. Y quizá, como origen del privilegio como herramienta, ella tenga algo interesante que decir al respecto. En resumen, viene a decir que la herramienta de identificar los privilegios es para ser conscientes desde donde emitimos NUESTRO PROPIO discurso, para no creer que hablamos desde un espacio neutro por encima de toda estructura y circunstancia. Precisamente, cuando se usa como «arma arrojadiza» estamos usándolo cómo nos ha enseñado esta sociedad individualista: como arma para arrancarnos los ojos mutuamente, para desautorizar a otra persona (y erigirnos en autoridad), para deslegitimar a tu oponente. Y no, esa no era la idea original. Nada mejor que las propias palabras de Peggy Mcintosh en su entrevista «Los orígenes del privilegio» (en inglés).
“Respuesta: La clave es dejar que la gente cuente su propia experiencia. Así dejarán de enfrentarse. Uno de mis colegas en SEED decía «si no dejas a tus estudiantes hablar sobre lo que saben —algo que los colegios no hacen generalmente— seguirán haciendo lo que la sociedad dominante quiere que hagan, que es que se destrocen mutuamente». A quienes están luchando entre sí no se les permite que sus propias vidas se conviertan en la fuente de su propio crecimiento y desarrollo. Adrienne Rich escribió, al comienzo de Women’s Studies «Nadie nos dijo que tenemos que estudiar nuestras propias vidas, hacer un estudio de nuestras vidas».
Pregunta: Parece que, para usted, hablar de privilegio no tiene que significar que lleve a enfrentamientos; debe ser una especie de terapia.
Respuesta: Yo no lo llamaría terapia, porque la psicología no es muy buena incorporando el punto de vista sociológico. Pero tiene que ver con trabajar sobre tu propia biografía para entender que estás dentro de un sistema, y que los sistemas están en ti. Tiene que ver con mirar a tu alrededor como hace la sociología y ver los patrones que sigue la sociedad, al mismo tiempo que manteniendo un equilibro y respetando tu experiencia. Ver la opresión del resto es, por supuesto, importante. Pero también lo es ver cómo el sistema nos oprime”.