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¿Dónde está el límite? (The New Topping Book, BDSM)

30 enero, 2014 a las 11:00/ por

Sigo con la traducción de The New Topping Book, la guía de Dossie y Janet para personas que quieran dominar en el BDSM. El post de hoy es corto porque al final de este texto comenzaba «La palabra de seguridad» y siendo un tema tan conocido, tan extendido y tan importante, me pareció mejor traducirlo todo en un bloque en lugar de cortarlo en dos partes y se pierda parte de la información.

 

¿Dónde está el límite?

«Como puedes ver muchos de los roles descritos en este libro son relaciones de poder reales con varias intensidades. Como erotizamos el poder, podemos empezar a sentir que queremos que nuestro juego sea más y más real, a acercarse al límite en que consenso y poder empiezan a confundirse.

La gente dentro del S/M llama a veces a esas personas que juegan en ese terreno borroso como «edge players» («practicantes de BDSM extremo», podría ser una traducción). Pero nosotras pensamos que cualquiera que practique S/M es «edge player».

Todo el mundo estamos en un mundo al revés en el que el dolor es placer, en el que el miedo es excitación, donde «¡no!¡no!» quiere decir ¡¡¡SÍ!!!. Cada cual puede estar intentando, a su manera, determinar el límite donde el placer de las personas a las que dominamos con «no querer algo» se convierte REALMENTE en no quererlo, y explorar y quizá, alterar ese límite. Esa persona que juega de una manera que te parece tan floja que ni siquiera la llamarías S/M es una «edge player» cuando, a su manera, está haciendo algo que le resulta difícil, o le da miedo o doloroso, en un intento por convertir lo inaceptable en erótico: Jugar en su límite.

(…)

Nosotras estamos en contra de lo que Dossie llama «la jerarquía de cuanto más duro mejor». En ese sinsentido, alguien cuyos avances en branding/látigos/loquesea sólo han tenido un éxito moderado se consideran superiores que los de alguien que con sus sesiones de spanking suave o de bondage erótico ha dejado a la otra persona resplandeciendo como una bombilla de 200 watios. Para nosotras el único criterio para valorar si ha sido una buena sesión es: ¿Obtuvo todo el mundo lo que quería de ella?. Si la respuesta a esa pregunta es «sí», la sesión consigue automáticamente la calificación más alta, haya sido un spanking con la mano o una suspensión con agujas.»

La imagen, de aquí http://www.flickr.com/photos/puuikibeach/7175021940/

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