El «duelo del unicornio perdido» de las parejas que hacen tríos
28 mayo, 2015 a las 11:00/ por moscacojoneraA las parejas heterosexuales que buscan chicas para tríos se les suele echar en cara que buscan a una chica únicamente para cumplir su fantasía («su» es la fantasía de la pareja, no la de la chica): Buscan a una chica con un físico estupendo, exactamente bisexual (ni demasiado lesbiana, ni demasiado butch, ni demasiado heterosexual), que le guste lo mismo tener sexo con ella que con él, que no le dedique más atención a ningún miembro de la pareja, que no se enamore de nadie pero les tenga mucho cariño, que al final le apetezca follar con el marido pero sólo cuando se lo piden, no por decisión propia, que desaparezca cuando la pareja lo pida y reaparezca cuando la necesiten. En resumen, a esas parejas se les echa en cara que tienen poco en cuenta lo que puede desear esa chica, que probablemente no se ajuste exactamente a ese guión prefijado, a esa amante idealizada.
Para una gente esa mujer idealizada se parecerá a Christina Hendricks (la de la imagen de arriba), para otra a Charlize Theron, a Sofia Vergara, a Angelina Jolie, a Michelle Rodriguez… la variedad es infinita. A eso se le suele llamar «unicornio«: A esa chica ideal, a ese condimento de la vida sexual que tantíiiiiiiiiisimas parejas buscan y que, claro, con tantas condiciones previas, no encuentran nunca. Por eso al final la consideran un animal mítico como el unicornio, como algo que no existe. Con razón.
Esa chica ideal no existe
Parece que en su caso estas parejas quizá deberían aplicar lo que una amiga comentó el otro día en nuestra charla mensual: Cuando una pareja va a adoptar una criatura, se les recomienda pasar por el «duelo del niño perdido». Es decir, que pasen por completo el proceso de aceptar que esperaban tener descendencia propia, que habían puesto unas expectativas en ella, que no la han tenido y que vendrá una criatura nueva, a la que deberán aceptar sin ponerle esas condiciones previas, por el bien de la pareja y por el bien de quien adoptan.
Algo similar convendría que pasara en las parejas que sueñan con esa chica idealizada, con un cuerpo tan de su gusto, una chica tan sexual, tan seductora, tan de todo: Olvidarse de esa chica y salir a conocer chicas normales, porque los unicornios existen, hay muchísimos más de los que se creen. Están a su alrededor, pero dependiendo de cómo lo busquen, los espantarán o no.
El duelo del unicornio perdido
Ese proceso de «duelo del unicornio perdido» consistiría en que, antes que nada, aceptasen que NUNCA van a encontrar ese tipo de chica, tan maravillosamente maravillosa, tan e-xac-ta-men-te parecida a la que habían imaginado. Eso no es fácil de aceptar, pero una vez que lo superen, una vez hayan interiorizado que no es posible encontrarla tendrán que pasar por la fase de echar la culpa a la moral católica, a la cultura española, al retraso en libertades por debajo de los Pirineos, a que no está de moda o a lo que sea. O dirán que, en realidad, tampoco les apetecía tanto.
La cosa empezará a mejorar cuando hayan superado la pérdida y la frustración, y se pongan a buscar una solución, sea la que sea, llegando a aceptar realmente que es muy muy probable que nunca encuentren a ese «unicornio» con el que habían soñado, algo que no les va a provocar mucha felicidad, que les hará perder la ilusión de buscar a nadie durante una temporada… Pero lo acabarán superando cuando acepten que ese unicornio ideal ha desaparecido y que a quien encontrarán será una persona de carne y hueso, con sus defectos y virtudes, con quien no será todo perfecto sino con quien tendrán que negociar y llegar a acuerdos, con quienes tendrán enfrentamientos y enfados, pero también reconciliaciones y alegrías. No es un drama ese proceso de aceptación: Dura entre 15 días y tres meses, tampoco es una eternidad.
Quizá lo más importante: Que se darán cuenta de que hay una variedad inmensa de chicas entre las que se sienten atraídas por la experiencia de estar con una pareja. Encontrarán chicas que estarán contentas de «follar y punto», las que una vez han terminado de follar no tienen problema de irse a dormir tranquilamente a otra habitación, o a su propia casa. O las que prefieren ser mimadas y cuidadas, casi adoptadas. O las que prefieren «pervertir» a la pareja, o especialmente a ella, o sentirse muy deseada por él. Chicas que les gustan mucho más las chicas que los chicos o viceversa.
Por supuesto que hay parejas hetero que buscan a hombres para tríos… (217.000 resultados), pero es MUCHO más fácil de encontrar un chico que quiera participar en un trío con una pareja heterosexual, de eso viven los locales swinger, de lo que pagan esos chicos para entrar y soñar con participar en un trío… si es que le invitan a pasar de la zona de la barra a colchones y reservados. Casting para tríos. En Madrid, en Momentos, por ejemplo, ellas gratis, la pareja 20€ los dos, los chicos 50€ cada uno. En Fusión, a pesar de la variedad de precios, se parece bastante.Pero de eso tocará hablar otro día.
De todos modos, tanto chicos como chicas se buscan por igual, al menos usando la frase «pareja que busca chica para trío», 260.000 resultados.
Diréis que encontrar a un hombre hetero que quiera encontrar una pareja para montar un trío es fácil. Encontrar a un hombre bi que quiera acostarse coonmigo y con mi pareja no es tan fácil como encontrar a una chica bi dispuesta a montarse un trío.
Un hombre bi en ambiente swinger en España (y sospecho que resto de Latinoamérica) es complicado de encontrar, pero no porque no los haya, sino porque como han comentado parejas con las que he estado, sólo destapan que son bisex una vez han entrado en un reservado, cuando nadie les puede ver.
Afortudamente voy conociendo chicos jóvenes del ambiente swinger que se declaran abiertamente bisexuales, pero es poco común todavía.
Hola busco una chica unicornio normal. Escribir al correo: rockero.erotico@hotmail.com