Selección de idioma

El efecto Stoya

8 diciembre, 2015 a las 19:37/ por

Afortudamente el ejemplo de Stoya va provocando un efecto dominó: Al denunciar ella haber sido violada por el actor James Deen, otras actrices porno se han animado a contar lo que a ellas les sucedió también. Y eso seguramente ha hecho que se acaben contando experiencias similares en entornos mucho más pequeños donde hasta ahora no había salido el tema de esa manera, abiertamente, como seguramente está ocurriendo en muchas comunidades y ciudades, y como acaba de suceder en nuestro ambiente BDSM.

En esto de los abusos y violaciones pasa como con la no monogamia: No ha cambiado nada. O casi nada. Ninguna de las dos cosas es nueva. La no monogamia ha existido toda la vida. La única diferencia hoy día es que ahora se pone el tema sobre la mesa, se habla sobre él, se llega a acuerdos, se puede hablar con otra gente, pedir ayuda, leer sobre el tema… No todo el mundo comparte esa postura: Hay quien prefiere seguir con el sistema «ojos que no ven, corazón que no siente». Que siga siendo un asunto privado, que nadie más se entere… algo que no ayuda especialmente a que el resultado sea lo más justo posible, porque depende de la situación más privilegiada o menos dentro de esa relación, sea por su género, situación social, etnia, nivel económico, apoyo familiar, edad… Si entran en juego personas que no están en esa relación pueden ayudar a compensar esos desequilibrios, a tener otros puntos de vista, se puede pedir ayuda a quien ha pasado antes por una situación similar o hablar con especialistas.

 

 

Abusos y violaciones han existido toda la vida y en todas partes. La diferencia ahora puede ser que se hable del tema abiertamente. Que, aparte de las situaciones concretas entre dos o más personas, sean las comunidades las que elaboren maneras de gestionar esos temas, que —como con el poliamor— se escriba sobre el tema, se editen guías, se publiquen recomendaciones sobre qué puede hacer quien ha pasado por eso, qué hacer con quienes han cometido ese abuso… o seguir como hasta ahora: Que sea un tema al que se está deseando dar carpetazo para que deje de cuestionar muchas cosas. Que sea algo sobre lo que se cuchichea… pero que al final todo se quede en un «vete tú a saber». Y así, por los siglos de los siglos, cayendo una persona tras otra.

¿Cual va a ser el efecto de lo que está sucediendo ahora, de que se haya puesto el tema encima de la mesa? Digamos lo que digamos, el futuro que imaginemos sobre qué pasará va a ser una proyección de nuestra imaginación, de nuestros miedos y esperanzas. Simplemente, no lo sabemos. Lo que suceda de aquí en adelante depende de la capacidad de la misma comunidad de saber cómo gestionar —como comunidad— una nueva situación ¿Qué se va a hacer?¿Aconsejar a quienes lo han sufrido que se vayan a una comisaría a denunciar y que si no lo hacen, no digan nada?¿La comunidad será capaz de gestionar la tensión inevitable y buscará herramientas para saber solucionar esas situaciones?¿no será capaz de soportar la tensión cada vez que surja un caso y buscará soluciones rápidas?¿preferirá meter el asunto debajo de la alfombra?¿preferirá dejarlo como «un asunto privado»?

 

 

 

Una persona no lincha a nadie, sino que es toda una comunidad. Ese el nuevo reto al que se enfrenta la comunidad BDSM en Madrid: Crecer, superar su «adolescencia» y aprender a saber cómo se gestionan cosas así. Decidir qué sistema se usa, o si se mira para otro lado. Otras comunidades, como VSSM en Holanda, o muchas en San Francisco, llevan gestionando cosas así desde hace décadas. 45 años en el caso de VSSM. En cambio la comunidad BDSM en Madrid es muy reciente, empezó en internet con las BBS, IRC (IRC Hispano) y comenzó a tener quedadas en persona en 1998 (creo), con el primer evento abierto el 19 de marzo de 1999. Es decir, tiene poco más de 15 años. Como decía, adolescente todavía. Aún le queda mucho por aprender.

Aparte de eso, de lo que la comunidad en su conjunto vaya aprendiendo por su cuenta, yo buscaré las herramientas que me parezcan más útiles y seguiré traduciendo. En mi caso, todo lo que se me ha ocurrido es buscar todos los recursos posibles para que, quienes están en esa situación, se den cuenta. Porque esa es parte de la complicación: Es muy fácil denunciar cuando quien te agrede es alguien a quien no conoces, o acabas de conocer. Es muy complicado cuando es tu pareja y la agresión va mezclada con cariño, con momentos buenos. Sólo es por efecto de acumulación que te das cuenta de la mierda en la que estás viviendo. Que se lo cuenten a Pamela Palenciano*.

 

 

Y la otra opción (ir y avisar a esa persona de que quizá esté corriendo peligro) nunca funciona: La persona a quien hemos avisado se lo dirá precisamente a quien menos debía contárselo. De esa manera quien la está manipulando ya estará alerta y hará todo lo posible para que no se vuelva a relacionar con quienes le están avisando o pondrá en cuestión las razones por las que le están aconsejando, como rencillas personales, celos, envidias y demás.

Las herramientas que reunimos en la web son asesoría legal (escríbenos y se lo pasaremos a nuestrxs abogadxs), recomendaciones de librosEl Acoso Moral», de Hirigoyen, que lleva 24 edicioneso «Chantaje Emocional», de Susan Forward), talleres sobre temas relacionados y charlas, como la de Pamela Palenciano (la tendremos de vuelta en enero, con su «No sólo duelen los golpes») o la charla de una amiga psiquiatra que nos explicó el funcionamiento de la manipulación y maltrato psicológico en general, y también, DENTRO DE AMBIENTES DE SEXUALIDAD Y RELACIONES NO CONVENCIONALES, algo que nos parece fundamental y de lo que no se habla a menudo.

 ———————-

*Viendo el vídeo de Pamela Palenciano, con el clarísimo título «No sólo duelen los golpes» puedes aprender sobre cómo funciona la manipulación dentro de una relación. Va por España y Latinoamérica contando lo que le sucedió hace años sin cobrar un duro, aunque el agradecimiento es tanto que toda la gente que llena TODOS sus eventos ponemos siempre algún euro en la gorra para que pueda seguir ayudando con su trabajo durante muchos años. Una tarde tonta de domingo, que no sepas qué hacer, en lugar de ponerte la tele con lo-que-estén-poniendo puedes verte el vídeo de Pamela. O venir en enero al evento que organizamos con ella, de nuevo «No sólo duelen los golpes». Gracias, Pamela.

 

https://www.flickr.com/photos/90412460@N00/15482576136/

5 Comentarios a “El efecto Stoya”

  1. cristina dice:

    Sinceramente,cuando se normalizan cosas y practicas como las del BDSM se corre el riesgo de normalizar otras cosas como las violaciones.
    ¿Que estoy exagerando? Puede ser… Pero si te acostumbras a la adrenalina, te haces adicto a ella y necesitas más (no lo digo yo, lo dicen los expertos)
    Si te acostumbras a que un No puede ser un si (BDSM puro y duro en mitad de la sesión) Puede ser que ocurra esto…
    No habría que plantearse por que nos gusta el bdsm?
    Yo fui sumisa (Creía serlo) durante años, vivi abusos, violaciones que considere normales, desprecios y dependencia emocional variada (mia y del Otro) Hasta que me auto-pregunté por qué quería eso en mi vida. Y sabeis lo que descubri? Que carecía de autoestima sexual, que me habian educado con la idea de que el placer sexual en la mujer es malo (De ahi el castigo) y así mucho mas.
    ¿Soy la única que se lo ha planteado? ¿Los Dominantes no se lo plantean? ¿Seguro que vale todo?
    No se… Yo lo vivi durante años (unos 5)en diferentes relaciones, con diferentes personas, lo hablé con muchas mas y vi muchas mas relaciones D/s… La conclusión a la que llegué es que deberíamos plantearnos por qué nos gusta algo…

  2. megustanloscafes dice:

    Creo que me siento atraída por las polémicas…

    En respuesta a Cristina eeeeh… UF
    Intentaré explicarme bien, aunque me huelo ya que tendremos dificultades para hacernos entender por la vía escrita.

    No entiendo el hilo entre normalización del BDSM y normalización del abuso.
    Si lo que te refieres es que fenómenos de intento de normalización del BDSM provocan una expansión de modelos no recíprocos donde se antepone lo individual a lo de los dos (ej: 50 sombras -> jugamos a ser progres pero realmente te dejo controlarme todo sin que sea un juego). De acuerdo
    Pero me temo que no te refieres a esto.

    Me temo que estás ligando BDSM a abuso. Es más, preferencia por el BDSM por la teoría del trauma (algo nos ha pasado, malo, que nos lleva a que nos guste ESTO, que también es MALO).
    Y ahí estoy en desacuerdo casi total.
    Sobre los porqués… pues mira, nos podemos preguntar, pero la respuesta debería ser multidisciplinar y no moral; cosa que los estudios de hoy aún carecen, me temo.

    Con respecto a esto que llamo teoría del «trauma». No creo que el porqué condicione el futuro cómo.
    O sea, eso de que «como papi te pegó ahora estás trastornada y quieres que te violen». Pues no lo compro.
    ¿Que alguien, por su experiencia vital y por vínculos ambivalentes haya sacado otro valor del dolor? Eso sí te lo compro

    No creo que el respeto sea ausente en el BDSM. Como tú bien dices «creías que eras sumisa», pero la realidad era que eras una persona sumisa. No un papel.
    Claro que hay abusos en el BDSM, y en el furry, y en las relaciones LGTB…I…Q… y en todo lo que te dé la gana de catalogar. Pero si vamos a hacer de la parte negativa de la vida el elemento que defina la vida… pues apaga y vámonos; porque también hay abuso en las relaciones normativas.

    De hecho, separar bien el juego de la vida puede ser una estrategia de muchísima valía.

    En lo que respecta al artículo: completamentede acuerdo en que hay que hacer algo más (útil) que el mero (pero destructivo) linchamiento. Ahora, acabas de abrir la caja de Pandora si alguien hace caso.
    De hecho, suponer hacer algo supone también hacer ciertos «juicios» y «evaluaciones» («oh, estás intentando decir que hay que poner en duda lo dicho por la víctima?» – PUES SÍ).
    El mero testimonio NO me parece argumento suficiente como para joderle la existencia a una persona.

    ¿Qué queréis que os diga? A mí me da mucho más miedo que por el hecho de ser mujer se vaya a tomar por cierto todo lo que salga por mi boca…

  3. caterinamedicea dice:

    Simplemente mostrar mi total conformidad con lo que ha dicho megustanloscafes: el quid está en que no es lo mismo disfrutar de estar sexualmente en un rol sumiso que relacionarse como persona sumisa en la vida real.
    En el caso de cristina parece que lo segundo llevó a que terminase teniendo prácticas de lo primero, y la verdad me alegro muchísimo de que llegase un punto en que se diese cuenta de que no era bueno para ella y que era una dinámica que utilizaba para negarse el placer. Sé que como ella son y hemos sido muchas, pero también sé que no es el caso de todas: ser sumisa puede ser una experiencia increíblemente vigorizante y empoderante en una buena relación recíproca de cesión de control.
    Lo que sí se pone de manifiesto es que ahí juega un papel el rol de género: que a las mujeres no se nos educa de la misma manera que a los hombres y la manera en la que llegamos a la sumisión es distinta.
    Y con eso no quiero decir que cualquier experiencia de sumisión tenga origen traumático (ni siquiera que sea censurable porque perpetúe el status quo machista, aunque haya quien lo argumente), porque desde el momento en el que una *decide* ceder el control hay disfrute y hay agencia, y con eso bajo mi punto de vista vale. Los caminos por los que llegamos a sexualizar prácticas o situaciones son variados, pero tienen como destino común el disfrute: disfrutemos, pues, sin juzgarnos. Aunque el origen sean vínculos y experiencias agridulces, ambivalentes, como menciona megustanloscafes, siempre queda la parcela de la fantasía y de lo sexual donde se puede acotar y disfrutar.

  4. cristina dice:

    Uy… a mi también me encantan los cafés. Y evidentemente no me conocéis…
    De persona sumisa no tengo ni he tenido nunca ni un pelo.
    Traumas? Por desgracia si, unos cuantos, pero nada es tan simplista como (Y jodo…con tu empatia eh) mi padre me pega o me viola y deseo que lo sigan haciendo (las hay, por desgracia eso también ocurre)
    No veo nada malo en que a alguien le guste o le provoque placer el dolor.
    Veo problemas, en las relaciones D/s (no sé si habéis vivido alguna) yo tuve que experimentar eso para darme cuenta de muchas….muchas cosas. (5 años)
    Por mi profesión y por mi vida he visto a bastantes (en su mayoría mujeres) que no sabían disfrutar de su sexualidad si no era mediante el otro. Eso es educacional. Patriarcado puro y duro y me preocupa que se fomente y se normalice. De hecho me enfada bastante….
    No digo que el BDSM sea equiparable a los abusos, lo que decia y digo y mantengo, es que puede dar lugar a ellos con mucha facilidad….
    ¿Ambos tienen derecho a ser abusados y abusar si asi lo desean?
    Si. Rotundamente si.
    Sus motivos tendrán… Motivos que desconozco, motivos que deberían indagar ellos, en ellos mismo…
    Pero luego no nos escandalicemos cuando ocurran estas cosas…
    Estaba intentando explicar el origen de que un Hombre viole a una Mujer, en este caso, mezclado con el BDSM….
    Yo también defendía todo esto a capa y espada, no os imaginais hasta qué punto he defendido el BDSM y las relaciones D/s….
    Pero, insisto, debemos hacer el trabajo de introspección necesario (no solo en el terreno de lo sexual) para saber por qué nos atrae lo que nos atrae. Es posible que estemos arrastrando cosas…
    ¿soy la única que ha visto Dominantes que en realidad son abusadores?
    ¿Soy la unica que ha visto sumisas y sumisos que en realidad son personas que no saben o no quieren responsabilizarse de ellos mismos?
    Si soy la única, una de dos, o aqui en mi ciudad estan todos locos o Ustedes han vivido muy poquito BDSM….

  5. megustanloscafes dice:

    Está claro que se han malentendido muchas cosas, a ver si ahora me explico mejor y lo hilo a tu respuesta, Cristina.
    Claro que no te conocemos. Pero lo de estar en situación de sumisión a nivel de la totalidad de persona lo hemos inferido de tu historia. Lo habremos entendido o reflejado mal lo que queríamos dar a entender (paralelismo y no igualdad entre jugar a ser sumiso y ser sumiso).
    Lo de la empatía. Lo siento, no es falta de empatía (y menos hacia ti), es falta de acuerdo con las teorías del trauma. Es decir, recapitulo. El tono burlón sobre que si tu padre te pega luego tú “x”, va en referencia a las teorías que defienden que los traumas en la infancia conllevan a rarezas psicológicas en la vida adulta, incluso a patologías. Esas sí que son simplistas y se comen, cuando son formuladas en términos de determinismo, otros tantos factores que hay por el camino. Amén de que dibujan el futuro adulto como patológico, es decir, enfermo y como alguien que tiene que “curarse”. Sin pensar en otros relatos que se pueden hacer sobre ese devenir.
    Siguiendo con tu respuesta. Me gustaría entonces que dibujaras bien el límite de lo aceptable y lo inaceptable. No entiendo si está bien vivir el BDSM o no según tu exposición (no ves nada malo en provocar dolor y disfrutar pero sí en las relaciones D/s…). Y aquí me adelanto y corrijo una cosa que dices luego. No me parece que el BDSM deba ser definido como “abusar y ser abusado”.
    ¿Por qué? Porque ahí estamos integrando la falta de respeto, de consideración y de reciprocidad como EJE del BDSM. Lo estamos equiparando y estamos creando una contradicción en sí misma. Amén de imposibilitar que haya denuncias de hechos abusivos si la totalidad la comprendemos como abuso.
    Yo no he tenido el placer de conocer con esa profundidad una comunidad de BDSM. Pero también me admitirás que no estamos jugando aquí con datos estadísticos de ningún tipo.
    Lo que sí te puedo decir desde mi experiencia fuera de comunidades de BDSM es que yo también he visto relaciones abusivas. A veces me paro a pensar y son demasiadas como para pensar que la “vida normal” traiga consigo “salud y estabilidad”. Entonces, ¿qué? En base a ello, ¿afirmo que debemos acabar con la “vida normal” por los peligros que conlleva?
    Creo que la cuestión va más allá de si es BDSM o si es “vainilla”. Simplemente, si tú vienes destrozado, si tú no te quieres, no vas a ser capaz de ver quien se quiera aprovechar de ello. Y gente que se quiera aprovechar de tu situación la hay en todas partes. A esto súmale que las mujeres no partimos de la igualdad.
    Pero eso, te repito, tal que tú lo has visto en el mundo BDSM en el que te has movido, yo lo he visto en mi vida dentro de las relaciones “más normales” que te puedas imaginar. En gente con (o hablando de): un futuro en pareja, matrimonio, hijos,… De hecho, insisto, he visto tanto que a veces te cansa la simple idea de compartir tu vida con alguien.
    Cuando hablas del patriarcado. Y dices que te preocupa que se fomente y normalice disfrutar de la sexualidad a través de otro. Entiendo yo que te refieres a todo esto de no saber disfrutarla si no es para dar placer al otro, como el otro quiere, cuando el otro quiere,… todo eso.
    Y como creo que mencionas esto en relación a lo que decías en el comentario anterior de fomentar el BDSM, ahí te digo que no. No creo que el BDSM inherentemente contribuya a esa imagen y afirmar eso lleva a ignorar todo lo que no sean relaciones heterosexuales Dominante-sumisA.
    Es decir. Una cosa es la mella a las mujeres. Otra cosa es venir de un entorno que te ha dejado marcado. Y está claro que estos contextos son caldo de cultivo para personas con una menor autoestima etc etc… Y otra cosa es BDSM.
    Lo único diferencial que creo puede ocurrir en un marco de BDSM es que el abuso adquiera una peculiaridad concreta (que sea más público, porque se intenta enmascarar en el papel de dominante, por ejemplo).
    Para finalizar. Vuelvo a que sólo veo algo así como teoría del trauma o patologización del BDSM en tus palabras. Porque por un lado dices que está bien (aunque, ojo, lo llamas abusar) y por otro lado retomas el tema de “ver por qué te atrae, porque todos arrastramos algo”. Ahí lo vuelves a marcar como una desviación de la norma en base de a saber qué vivencias del pasado. Y vuelvo a repetir, conviertes al BDSM en problemático.
    Cuando dices también, que luego no hay que extrañarse de estas noticias… también podríamos decir que no debiéramos extrañarnos de las violaciones en contextos festivos ya que ahora, como antes no, las mujeres salen solas y consumen alcohol. Entonces, no nos extrañemos. ¿Exagero? Creo que no, aunque parezca más bestia mi ejemplo.
    Claro que habrá Dominantes abusadores y, ojito, ¿sumisos acosadores? Porque, claro, aquí te estás volviendo a centrar en una idea de que el papel en el BDSM es un reflejo de sus deseos como persona abusadora/abusada. Ignoras o niegas la propia capacidad de las personas que actúan dentro de los marcos de la sumisión en las relaciones BDSM a violentar, acosar,… etc a la otra persona.

    Porque, ya que nos ponemos, eso sí que me ha tocado. ¡Y qué graciosa la similitud! Igualito que hay veces que entro a un bar y se me pegan los babosos en actitud dominante, igualito que eso, me han venido sumisos babosos. Con una cosa en común ambos: la insistencia en que con ellos es la leche (follar, tener una sesión,… me da igual qué). Y, sin embargo, una de las personas le dices BDSM y ni le suenan las campanas pero claramente su actitud corporal, su lenguaje etc denotan intentos de dominancia y la otra insiste desde su papel de sumisión. Uno te dice “no sabes lo que te pierdes soy el mejor” y el otro “mi señora, qué complacido estaría de servirla”. Misma mierda en distinta forma. Al final, lo que hay detrás, mucha desesperación por pillar (porque hay que hacerlo, porque una mujer es un trofeo,… y un larguísimo etc) y no entender que NO es NO.
    Y ese es a fin de cuentas el problema: juntarte con alguien que NO entienda límites, incluso que no sepas ponerlos.
    En todo lo demás de dónde somos más propensos o dónde no, creo que hay que hilar bastante más fino que negando la totalidad de unas prácticas.

    Espero, aunque sea, haber aclarado los claros malentendidos anteriores

Dejar una respuesta a caterinamedicea

Mensaje:

logo_lateral
 

Archivo