El poliamor no es alternativo, ni mejor, ni superior, ni más evolucionado.
10 febrero, 2014 a las 11:00/ por moscacojonera
Este post en realidad podría llamarse «Los peligros del poliamor (4)», continuación de la primera, segunda y tercera parte con ese título.
El poliamor no es mágico. No tiene poderes para que vivas una vida más plena. No es un amor alternativo que signifique que, por lo tanto, de un día para otro te liberas de todos los modelos de relación equivocados que han existido hasta el momento. No se pertenece a una casta superior en la que de repente no hacen falta límites, ni existen los celos, ni hay posesión ni mentiras. Como dice mi amiga Aphra Behn lo del poliamor-y-similares no te va a hacer la vida más fácil, te la va a hacer más difícil. Sin querer equiparar esta opción con la orientación sexual, esto es como ser lesbiana, gay, trans, bisex, etc… Serás más feliz viviendo como quieres vivir, pero TE ASEGURO que te va a traer problemas con tu entorno. Estarás todo el tiempo nadando contracorriente.
El poliamor-y-otras-relaciones-no-monógamas no son el nirvana de las relaciones. Significan simplemente que se relacionen sexual y/o emocionalmente más de dos personas con el conocimiento de todas las personas implicadas. (Sin conocimiento ya están el sistema «ojos que no ven», cada cual a lo suyo o los cuernos). Las relaciones no-monógamas son solamente eso, no-monógamas, y no necesariamente más saludables que una relación monógama. Hay quien tiene una relación cerrada en la que se han cuestionado muchas desigualdades, dinámicas nocivas, etc y tienen una relación perfecta para desarrollarse… Es decir, que te pueden tratar igual de mal que si estás en relaciones abiertas con un marcado componente patriarcal o directamente con alguien tóxico (olvidemos la palabra «psicópata», que me parece poco afortunada). A pesar de esa palabra, «psicópata», todos los puntos de ese perfil lo confirman amigas que han pasado por relaciones de maltrato/abuso psicológico.
Este post es una ampliación de una frase que aparecía en el tercer post sobre los peligros del poliamor-y-similares y puede pasar inadvertida. Pero que es algo muy serio. Quizá entre tantas cosas que podían ir mal que se cuentan en ese tercer post, no se calibra la importancia de ese punto.
Las cosas podrían ir mal (…) si partes «de una relación nociva. Sea por malos tratos, por manipulación, por chantaje emocional, por comportamiento pasivo-agresivo. Si eso no eres capaz de detectarlo en lugar de tener una relación complicada, tendrás dos.» O más de dos.
Por ejemplo: En una relación monógama tradicional encontrar a tu pareja en la calle besándose con otra persona es una razón justificada para terminar esa relación o tomar las medidas que esa pareja ha adoptado al haber roto un acuerdo previo que tenían (no tener relaciones sexuales con otras personas). Pero en una relación poliamor te puedes encontrar con que tu pareja, por ejemplo, llegue a tu casa con la otra pareja y antes de que se pongan a follar te diga «¿Tienes celos? Pues mírate en tu interior, léete Etica Promiscua, debes aprender a manejarlos».
Es decir, el poliamor, o que tenga Ética Promiscua encima de la cama, no significa absolutamente nada si no hay cuidados mutuos, responsabilidad, respeto de acuerdos… Si en vez de vivir en un culebrón te da la impresión de estar viviendo en dos… algo malo pasa.
Maltrato psicológico
Todo el mundo sabe decir que es una relación de maltrato cuando se aparece con un ojo morado. Sabes que te están maltratando. Sabes que la están maltratando. Pero es algo MUCHO MÁS complicado cuando no es maltrato físico. Porque el maltrato psicológico (separarte de tus amistades, machacar tu autoestima, humillarte en público, criticar muchas cosas de lo que haces etc) se mezcla con tratarte bien en otros momentos, cariño, sexo… Es el estudiadísimo ciclo de la violencia por el que poco a poco se va acumulando tensión, va aumentando cada vez más, hasta explotar (no sólo física, sino también puede ser sólo verbalmente, o con amenazas, o discusiones) y la fase de reconciliación o también llamada «luna de miel» en que se está maravillosamente bien, se dice todo lo bonito que se preveía en esa relación, lo que se ve en culebrones, novelas y películas, las promesas de amor eterno…hasta que de nuevo vuelve a empezar a acumularse la tensión.
Esas agresiones psicológicas no son obvias. No se detectan tan fácilmente al mezclarse con tanto cariño en otros momentos de la relación. Y si tienes una relación poliamor, es decir, con dos o más «amores» que te maltratan psicológicamente…pues eso: Estarás el doble de mal. Aquí pongo extractos de un artículo sobre esas conductas tan difíciles de detectar. Y tan difíciles: «El 67% de las jóvenes que llaman a esta fundación no son conscientes de que sufren violencia de género.«. Ahí está lo complicado. Que «llaman confusas, tristes pero sin saber lo que les pasa” —apunta Diana Díaz, subdirectora de Teléfono de la Fundación Anar— pero no tienen ni idea de qué les está pasando.
«Tras años de avances en igualdad, los expertos alertan de que falla la educación y de que sigue dominando una visión romántica del amor en la que las chicas lo aguantan todo, seducidas por una figura dominante y protectora. (…)
la forma más habitual de malos tratos entre jóvenes es el dominio psicológico, según detectan los especialistas: el control sobre la ropa que se ponen las novias, su maquillaje, las amistades con las que salen o dónde pasan el tiempo. Y aquí, las nuevas tecnologías emergen como una nueva herramienta de vigilancia. “Ejercen un control agobiante para las chicas. A través de Whatsapp o Facebook pueden saber en todo momento dónde están, qué están haciendo y con quién. Las hostigan pidiéndoles pruebas: si dicen que están viendo la televisión, les piden qué película echan en un canal, y si les cuentan que están en el baño, las obligan a tirar de la cadena para demostrarlo. Esto es algo que no pasa con las víctimas más mayores”, explica Susana Martínez Nobo, presidenta de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, que aclara que pese a que estos medios también están al alcance de los mayores, no los usan tanto. Este atosigamiento se dispara en el momento de la ruptura, cuando el acosador utiliza cualquier mecanismo para mantener el control sobre su expareja. Otra de las modalidades del acoso a través de Internet consiste en difundir imágenes privadas, insultos o humillaciones en las redes sociales. “Puso una foto mía en sujetador en Tuenti y la repartió por todo el colegio. Dijo que era una broma que le hacía a todas sus novias”, contaba por teléfono a Anar una chica de 15 años, como consta en el informe de esta institución.» (…)
«La concepción romántica del amor es por donde se cuela el machismo en las relaciones reales. Hace sentir a las jóvenes que tienen una especie de contrato de por vida con su pareja y que si él es violento, es porque se lo merecen; lo que aumenta la sensación de culpabilidad. A ellos les obliga a demostrar celos y dominio para reafirmar su amor. Así lo reflejan testimonios tan antiguos como el que contaba a Anar una chica de 16 años: “El otro día me dijo: ‘Me voy a suicidar si no te veo. Me quito la vida si no estás conmigo”. El 67% de las jóvenes que llaman a esta fundación no son conscientes de que sufren violencia de género.» (…)
«Las chicas que sufren la violencia, “están sometidas a mucha confusión, se debaten entre el amor y el miedo”, explica Hernández Claverie, que asegura que, con las mujeres más jóvenes, lo que mejor funciona es la terapia de grupo. “Ellas no ven lo que les pasa, porque confunden los celos con el amor, pero sus amigas se lo hacen ver: ‘¿Pero cómo estás con ese cabrón?’, le dicen, porque una vez que se dan cuenta, se convierten en salvadoras”, relata.»
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/05/28/actualidad/1369764459_765429.html
Fuente imagenes
http://www.flickr.com/photos/gideonvanderstelt/3221741669/sizes/z/in/photostream/
http://descubrelapsicologia.com/los-ciclos-de-la-violencia-de-genero/