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El problema de lo queer, el problema de lo kink

24 junio, 2021 a las 15:13/ por

Da igual lo que signifique una palabra traducida. Las palabras tienen una biografía: nacen en un sitio determinado, en unas circunstancias determinadas, viaja (o no), va visitando países, va relacionándose con otras palabras con las que se lleva mejor o peor…

Da igual que, a día de hoy, cuando se habla de queer o de kink en inglés (cuando se dice «queer folks» o «folks into kink»), se quiera decir «toda la gente que se considera no heterosexual» o «toda la gente que le gustan cosas relacionadas con el BDSM, el fetish, ataduras, azotes…» Tal como se usan en inglés son unas identidades inclusivas, amplias, que buscan incluir de una forma informal a mucha gente sin referirse a cada una de las identidades más concretas contenidas dentro de queer o kink


KINK

Da igual lo que signifiquen en el contexto anglosajón porque, cuando se han ido incorporando al castellano, se le va dando otros significados. Y como en nuestro idioma ya se había incorporado el BDSM, el fetish sin mezclarlo con fetichismo, se intenta encontrar su «auténtico» significado. Y así, con una definición similar a la de la wikipedia, por ejemplo, lamenteesmaravillosa lo define así: «El sexo kink o kinky hace referencia básicamente a todos esos comportamientos sexuales que se salen de lo convencional. No es sencillo por tanto dar una definición exacta porque esta práctica, en realidad, integra todo tipo de fantasías, tipologías y expresividades».

Si se define como «que se salen de lo convencional»… resulta que puede ser cualquier cosa. Y por eso es importante acordarse de cómo ha ido evolucionando la palabra en su contexto original. Y qué significa en su entorno original. Y saber que lleva mucho tiempo existiendo, que no hace falta empezar a usarla como una etiqueta más para la que hay que buscar definición, prácticas que se llaman así, personas que se corresponden con esa etiqueta… En inglés es una etiqueta amplia, difusa: Toda esa gente que hace cosas que tienen alguna relación, de algún modo, con todo el mundo del sadomasoquismo, el bondage, el látex, el PVC, el cuero, prácticas que entran dentro de las «filias» o perversiones… Una manera de decir «me gusta el sexo un poco pervertido». Cuánto más nos empeñemos en verla como algo nuevo, a descubrir, que define a algo muy concreto, más lío nos haremos.

Eso no impide que una etiqueta tan amplia y difusa para usarse, además, como etiqueta: kinkster. Etiqueta que, de nuevo, por mucho que se intenta limitar a un único significado, originalmente no significa más que «término cariñoso para llamar a cualquiera que participa en actividades BDSM». Por supuesto en nuestro país, con nuestra larga tradición de ser más papistas que el Papa, hay un empeño continuo por usarlo para definir por oposición al BDSM. O te gusta el BDSM o el kink. Guerras de vieja guardia que no le importan a nadie más que a quienes protagonizan esos infinitos debates.

 

QUEER

Lo mismo sucede con la palabra queer. Actualmente se utiliza a menudo como una etiqueta «floja», amplia, difusa, para referirse, por ejemplo, a toda la gente que siente que no encaja por su identidad o por no sentir la atracción que se le supone a alguien heterosexual. Por no encajar en la heteronorma.

Pero de nuevo, como con kink, como la palabra queer nos llega en el siglo XXI, se tiende a pensar que queer es una etiqueta que define a una gente muy concreta, en lugar de algo mucho más difuso: cualquiera que no encaja en esa heteronorma. De nuevo, como con kink, no funciona cuándo se intenta usar como una etiqueta con unos límites rígidos, con un significado único. Si pensamos que designa a quién no encaja en la heteronorma…es una etiqueta que vale para casi todo el mundo. Es una etiqueta que, en su contexto (no en castellano), se usa para nombrar de una manera poco concreta a mucha gente diferente.

Y es curioso ver las tensiones entre el origen de las palabras y cómo van evolucionando. En los dos casos, como han llegado hace relativamente poco, y son en inglés, se ha usado despectivamente como una moda cuando en su origen se refieren de forma muy amplia a dos cosas que han estado siempre ahí: kink quienes tienes prácticas sexuales con un cierto juego con la dominación o con lo no reproductivo (las «perversiones») y queer para quienes no encajan en la heteronorma.

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