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Cómo el tantra apagó la vida sexual de Janet Hardy.

22 marzo, 2013 a las 11:00/ por

«Durante casi dós décadas la vida social, sexual y principios de Janet Hardy giraron en torno al BDSM, se pasaba cada fin de semana en fiestas en mazmorras y grupos de discusion BDSM, daba talleres, de ahí sacaba la excitación, endorfinas y adrenalina que le ayudaban a superar el mal humor, síndromes premenstruales, bloqueos creativos y lo que la hundía, una epoca que alimentaba su ego y líbido. 

Todo eso se acabó de golpe.

Janet estaba trabajando con Dossie Easton en el libro «Radical Ecstasy», que trata de la parte de «espiritualidad» dentro del BDSM, el estado de conexión profunda durante y después de una sesión. Así que fueron las dos a clases de tantra, hicieron experimentos muy intensos de apertura espiritual durante dos años. Hacia el final de todos modos Janet se iba derrumbando: Su vida social desapareció, lloraba sin razón… Algo estaba surgiendo en el interior.

Y en un taller de tantra surgió. Habian estado durante dia y medio practicando respiración, contacto visual, movimiento, visualizaciones con diferentes personas, ejercicios que iban quitando poco a poco capas de protección. En el último ejercicio se reunieron con quien habían ido y Janet se puso con Dossie. Estaban en postura de yabyum, respirando y ondulando las caderas. Nada especial, ni instrucciones, ni haced esto o aquello. Y, fuera lo que fuera que tenía dentro decidió salir: Comenzó a gritar con todas sus fuerzas, minuto y medio según le contaron. Completamente fuera de control. Curvada solo apoyada en su cabeza y pies. El orgasmo más grande que recuerda, desde las uñas de las manos a la punta de los pies. Como si fuera multiplicado por cien. Creía que se iba a morir. Cuando terminó comenzó a reirse suavemente, y seguido, comenzó a llorar muy fuerte. Durante mucho, mucho tiempo.

Lo que aprendió de ese momento es que lo que le había sucedido era «el despertar de la kundalini«, algo que buscan muchas personas practicantes de tantra, algo deseable. Alguna gente avisa que puede ser «aterrador y cambiar la vida, y puede causar síntomas físicos como estados de trance imprevistos, vértigo, dolores de espalda y cuello, cambios en el deseo sexual, etc.» Janet los tuvo todos. Es algo que es tan raro que suceda a personas novatas que no se avisa que eso puede pasar. 

Como el tantra suele ser hostil respecto al BDSM y otros caminos sexuales no convencionales, posiblemente muchxs practicantes de tantra desconocen que practicantes con experiencia en BDSM ya tienen hecho bastante del camino que están enseñando. El BDSM enseña a encontrar placer en las sensaciones no genitales, en como seguir cuando las sensaciones o emociones parecen demasiado intensas. Pudo comprobar que compañerxs de BDSM captaban los ejercicios y tenían experiencias orgásmicas  antes que el resto.

Esto vale la pena traducirlo literalmente: «De lo poco que se ha escrito sobre el despertar-de-la-kundalini-o-lo-que-sea-que-es ha sido escrito por personas que, francamente, pienso son algo raras. La mayoría describen conceptos como (de wikipedia) «dos corrientes nerviosas en la columna vertebral, llamada Pingalâ e Idâ, y un canal hueco llamado Shusumnâ que atraviesa toda la columna». Este tipo de cosas me han hecho muy dificil entender qué me había sucedido a mi o cómo recuperarme de eso. Mi situación ahora es la de una persona extremadamente atea que ha recibido una visita de un gran hombre, de voz profunda que se llama «Dios». No creo en kundalini, o al menos no como lo hacen sus devotxs. (…) Enmarcan su conocimiento en una falsa neblina oriental de abstracción y misticismo que para mí no tienen ningún sentido y no cuadra con la manera en que funciona mi mundo. La gente que practica tantra piensa en kundalini como una manifestación de lo divino, una energía que impregna el universo o una «fuerza que descansa en espiral en la base de la columna» (signifique lo que signifique eso). Para mí es simple energía física como la electricidad, o quizá un fenómeno neuroquímico, para el que no tenemos aún instrumentos para medirlo.

Dossie (…) se recuperó fácilmente de sus experiencias de «Radical Ecstasy». Sospecho que es porque ha practicado tantra en privado durante cuatro décadas y tenía mucha más experiencia en el viaje de entrada y el de salida. Quizá es porque ella no comparte mi aversión hacia el lenguaje de, bueno, «lo oculto». Dossie habla de sus chakras, por ejemplo, con la misma familiaridad que habla de sus orejas o rodillas. Yo soy congénitamente incapaz de hablar de mis chakras sin poner unos signos de interrogación mentales alrededor de la palabra.»

Parece que dicho de otra manera, al recibir demasiada información/energía/lo que sea y no poder procesarla se acaba estallando, según Stanislav Grof.

Como tenía que entregar el libro, no pudo dedicarse a recuperarse como le pedía el cuerpo, que era huir del tantra, el SM y del sexo en general. Durante varios años ha estado entrando en trance de manera imprevista y teniendo la sobrecarga de energía que llaman «orgasmo kundalini» y que, siendo un orgasmo puede sonar deseable, pero lo es cuando se persigue, no cuando te persigue a ti. Solo han sido un par de años en que ha dejado de pasar de manera involuntaria.

«Terminamos el libro. Se publicó en 2004, y estoy escribiendo esto en 2013. Me ha llevado todo este tiempo ser capaz de contar mi experiencia a alguien que no fueran mis amistades más cercanas. Puedo contar con los dedos de una mano las veces que he hecho algo relacionado con el sexo desde entonces. Quizá te alegre saber que estoy valorando la posibilidad de tener sexo de nuevo en algún punto de este año.» Con una amiga (…) «la azoté, di con la caña, tuve sexo con ella con el strapon. (…) No parecía significar nada en absoluto. No daba sensación de algo que importe.» 

Habiendo llegado tan lejos ahora tampoco disfruta mucho con cosas mucho más suaves. Pero también le da miedo volver a experimentar el estar «fuera de control». También puede convertir ese «estar fuera de control» como su estilo de vida, como ha visto a personas que viven en retiros de práctica tántrica. Pero no es la vida que quiere tener. La que quiere tener es la que tiene ahora «muy tranquila, en una pequeña casa en un área semi-rural de Oregon con gallinas en el jardín, perros por la cama y una pareja que también ha perdido interés en el sexo en su viaje igualmente intenso y complejo. Y creo que quiero esta vida. Es la que elegí. Pero, dios, echo de menos la otra».

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No he hecho una traducción literal para evitar esos problemas que ha habido otras veces de tener que pagar por traducirlo…

El artículo original se puede leer en:
 http://www.salon.com/2013/03/17/my_tantric_awakening_turned_me_off_sex/

La imagen, de aquí.

1 Comentario a “Cómo el tantra apagó la vida sexual de Janet Hardy.”

  1. Jam dice:

    Ufff que articulo,que intensidad! Gracias por la traduccion.

    Poco puedo decir salvo que imagino que el mismo «problema» tambien puede ocurrir en sentido contario, es decir, del tantra al bdsm.

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