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Enesimo articulo sobre cibersexo

15 septiembre, 2009 a las 6:00/ por


El Pais publicó otro de esos estudios que salen de cuando en cuando sobre la sexualidad hispana.

Algunas de las conclusiones, elegidas al azar:
  • El denominado cibersexo, (…) consiste en experimentar estimulación sexual mientras se mantiene contacto online con otra persona o, por extensión, en el consumo de material sexual virtual para obtener estimulación o excitación sexual.
  • En EE UU, se agregan diariamente a la Red más de 200 nuevos sitios con contenido sexual.
  • La Red ofrece, en especial a las personas más tímidas o con menos habilidades sociales, un espacio dominado por la privacidad, y donde la asepsia se confunde fácilmente con la inocuidad, lo que provoca que mucha gente que en la vida real no se atrevería a dar un paso más -hacia una infidelidad, por ejemplo-, establezca relaciones paralelas virtuales que, en un entorno sin culpa ni vergüenza -la Red, al contrario que el mundo real, no conoce tabúes ni rémoras-, pueden inducir a confusión. Lo dicen todos los especialistas consultados: «Un marido ejemplar, absolutamente fiel y que en la vida real no se atrevería a engañar a su mujer jamás, puede traicionar su compromiso virtualmente a través de chats u otros contactos online. Lo hace porque cree que, como no hay contacto físico, no hay engaño».
  • «No hay un perfil del usuario, es algo tan masivo que sería como establecer el perfil de los nombres que hay en las páginas amarillas», explica el psicólogo Esteban Cañamares, especialista en sexología. Recurren al sexo en Internet «tanto hombres como mujeres, si acaso hay una mayoría por la mínima de varones.»
  • Pilar Ortega, del Instituto de Sexología de Barcelona, cree que la principal contribución del cibersexo es «fomentar la fantasía y procurar nuevas formas de ocio, además de suponer una inyección contra la rutina en el caso de parejas instaladas en ella».
  • Para Enrique García Huete, director del gabinete Quality Psicólogos, el cibersexo es también una vía de escape para los más tímidos y contribuye a normalizar tendencias hasta ahora marginalizadas: «Hasta hace nada, algunas tendencias o prácticas, como los distintos tipos de sadomasoquismo o el intercambio de parejas, estaban confinadas a cines porno, clubes secretos o peep shows; ahora, todo lo que te puedas imaginar está en la Red. Internet reúne todas las posibilidades y todas las fantasías, desde los comportamientos más normales a las desviaciones».
  • «Trivializa mucho el sexo, puede hacer olvidar que una relación sexual es una relación interpersonal. Y también crea muchos complejos, por ejemplo en los jóvenes, que se miden, literalmente, con los actores porno y el tamaño de sus penes, o en las mujeres, que se preguntan por qué no alcanzan el orgasmo tan rápida y eficazmente como las actrices porno»,
  • Considerar normal lo que se ve en las páginas web -«Una teatralización del sexo», según este experto- puede ser el primer paso hacia la frustración o el complejo.
  • Para la sexóloga Pilar Ortega, el cibersexo puede provocar, «además de un abuso de Internet, no recurrir a otras alternativas e incluso sustituir el contacto real por uno virtual», aunque, recuerda, «por falta de tiempo o por comodidad, cuesta menos trabajo conectarse a Internet que salir por ahí a ligar, la mayor parte de las veces con resultado incierto».
  • El presidente de la asociación de defensa de los menores Protégeles, Guillermo Cánovas, subraya la peligrosa potencialidad de las cámaras web. «Es increíble lo que la gente llega a hacer delante de una webcam, incluidos los más jóvenes. Hay menores que ven la webcam con confianza, con seguridad, pero es fácil engañar, porque hay numerosos programas que permiten captar imágenes y editarlas posteriormente, así que resulta fácil hacer montajes en los que sale una imagen que no se corresponde con la realidad».
  • En un estudio que se considera referencia en la materia, Cybersex: The dark side of the force (Cibersexo: el lado oscuro de la fuerza), (…) sobre una muestra que abarcaba a 9.000 individuos, el 46,6% dedicaba menos de una hora a la semana a actividades sexuales online, los denominados «usuarios recreacionales». El 8,3% se constituía en «usuarios de riesgo»: dedicaba 11 o más horas a la semana a estos menesteres. Y sólo el 1% vivía como una «interferencia grave» su afición, es decir, su adicción.
  • El perfil del adicto al cibersexo no distingue edades, pero sí «hay más varones, con una progresión reciente de mujeres». El desarrollo de la dependencia sigue unos pasos similares a los de otras adicciones: «Como en el caso del alcohol, hay una línea invisible que el sujeto no se da cuenta de haber traspasado. El cibersexo va llenando cada vez más la vida del individuo, que gasta un tiempo enorme y aparca progresivamente sus tareas hasta el punto de llevar una doble vida, también con su familia», explica Vázquez-Roel.

2 Comentarios a “Enesimo articulo sobre cibersexo”

  1. Chica_webcam dice:

    Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

  2. Chica webcam
    Te he borrado el spamentario porque en realidad lo habías enlazado a tu empresa, o para la que trabajas, no a algún perfil en concreto.

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