¿Eres ecosexual?
28 mayo, 2013 a las 11:00/ por moscacojonera«La sexecología es una mezcla entre feminismo, arte, teoría, educación ecológica, sexual y práctica. Es también una estrategia para crear una relación recíproca y sostenible con el planeta, utilizando la metáfora de la Tierra no como madre sino como amante, huyendo de esa concepción ciertamente machista de la Tierra como una gran madre cuidadora.
El ecofeminismo propone que la opresión-explotación ejercida sobre las mujeres por parte del patriarcado tiene su representación a gran escala en la opresión-explotación que el capitalismo patriarcal ejerce sobre el planeta. El ecofeminismo plantea que hay una relación directa entre los sistemas de dominación ejercidos sobre el planeta y sobre las mujeres. Este taller es orientado a desarrollar una relación más mutua y sostenible con el planeta, utilizando la metáfora de la Tierra como amante.
Las vinculaciones con el eco-artivismo surgido en los años 60 y 70 en Estados Unidos son innegables también, pero en los últimos tiempos el movimiento ecologista ha parecido tomar cauces políticos que dejan de lado el arte. Annie y Beth recuperan ese concepto para adaptarlo al tiempo actual y renovarlo.» (fuente)
Esto de la ecosexualidad es como emprender, como innovar, de esas palabras que son fáciles de adoptar por todo el mundo. Por Greenpeace en sus consejos ecosexuales. Por la prensa hace seis años diciendo que es una nueva etiqueta en la línea de metrosexual, übersexual, definiendo al hombre (?) ecosexual como «un macho que usa bombillas de bajo consumo, se alimenta de comida biológica y ahorra agua.»
Se ha utilizado la etiqueta de muchas maneras, incluso dando ideas básicas para ser ecosexual:
«Si usted quiere ingresar al club de los ecosexuales, he aquì el manual del sexo ecològico:
1.Bañarse juntos para ahorrar agua e iniciar el juego sexual en la ducha.
2.Utilizar lencerìa eròtica de fibras naturales, o las sàbanas de fibra de bambù,algodòn orgànico o lino natural. Tambièn pueden usar calzones de esparto.
3.No usar cremas a base de petroleo o con aromas,sabores o colores artificiales. Deben usar cremas orgànicas como el aceite de oliva o mantequilla casera.
4.No usar condones de latex,pues no son biodegradables.Se recomienda usar preservativos de tripa de corderos. Y si no quieren tener mas hijos, que recurran a la esterilización o la vasectomìa.
5.No usar juguetes eròticos que contengan plasticos con “ftalatos”, que son a base de productos quìmicos peligrosos. Se recomienda el uso de consoladores de vidrio,metal o con plasticos duros libres de los peligrosos “ftalatos”.
6.Ser vegetariano, pues estos hacen mejor el sexo. Se recomienda hacer el sexo solo con vegetarianos(as).
7.Usar solo productos afrodisiacos naturales.Utilizar el vino producido en forma biodinamica y sin aditivos, o utilizar las hierbas del ging-seng o la raìz de kava kava,que calientan la sangre en forma natural.
8.No deben comer ostras u otros productos marinos (aletas de tiburón) o restos de animales en extinción(cuernos de rinocerontes,manos de gorilas). Usen productos naturales.
9.Practicar el sexo al aire libre;pero en hierbas o potreros que no hayan sido tratados con herbicidas.
10. Y la recomendación final… si la pareja tuya no quiere ser ecologista, pues càmbiala por una nueva que sea “verde”.
Y de cosas tan detalladas, a expresiones más difusas, como «una expresión más espontánea y natural del amor.» En resumen, que da impresión de ser una de esas etiquetas que al final se acaban usando para casi todo. Pero aún así…
Todo esto lo cuento después de haber ido a escuchar a Annie Sprinkle y Beth Stephens hablar de ecosexualidad el sábado pasado. Y de un cambio que sí me pareció importante, interesante: El cambio de la naturaleza como madre a la naturaleza como amante. Me pareció interesante ese cambio.
La mitad de la conferencia fue el estreno de su película «Goodbye Gauley Mountain: An Ecosexual Love Story» (trailer de 2 minutos) y hablaron de cómo se destrozan montañas en EEUU por el sistema de «mountain top removal» o minería a cielo abierto. Algo que te puede sonar más cercano o menos… hasta que te encuentras que en Galicia se acaba de aprobar que se haga eso (con la bendición del Ministerio de Medio Ambiente), que se arrasen montañas para sacar oro, plata, plomo, con lo malo de la búsqueda de esos metales… que tienes que tirar mucha tierra, árboles, animales para sacar un granito de oro. Y todo eso al lado mismo de reservas de la biosfera. Van 150.000 firmas, faltan pocas para las que se habían planteado.
Puede parecer una tontería, puede parecer el enésimo intento de cambiar algo firmando para que no cambie nada. Lo bueno es que tenemos el ejemplo de Asturias, que consiguió pararlo en pocos años. La otra opción es que suceda como en el desastre de Aznalcollar, y que al final, si pasa algo, se vaya la empresa de rositas, como se puede ver por lo que ha pasado todos estos años y que ha seguido todavía en 2013 con este estupendo resultado:
«En 2002 se cerró la vía penal —21 técnicos imputados fueron absueltos—, por lo que la Junta de Andalucía demandó a Boliden para recuperar los 89 millones invertidos en la limpieza de residuos, pero el Juzgado de Primera Instancia nº 11 de Sevilla se declaró incompetente, decisión que fue ratificada en 2003 por la Audiencia de Sevilla y en 2007 por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Entonces la Junta presentó un recurso ante el Tribunal Supremo, que en 2012 ordenó que el caso, después del «indeseable peregrinaje sufrido», regresara al mismo juzgado sevillano de primera instancia que se inhibió una década antes. En 2013 ese juzgado inició las diligencias para determinar a quién corresponde pagar la limpieza de los seis millones de metros cúbicos de lodos tóxicos que afectaron a 4.634 hectáreas en el entorno del parque de Doñana. Sin embargo, en su última memoria anual, la compañía sueca indicaba que sus abogados en España no prevén «sufrir ningún daño económico como resultado del proceso legal, por lo que no ha hecho provisiones monetarias».«
Me alegra cuando unos activismos se acaban encontrando con otros. Y que gurusas como Annie Sprinkle nunca defrauden. Que, aunque alguna gente viese la ecosexualidad desde un punto de vista «más allá de lo genital», lo viese como algo trascendente, Annie reclamase «Eh, que a mí me encanta el sexo genital». O que hablase de cosas reales, cosas que importan, que tocan la fibra sensible, como el mayor tabú tras haber trabajado años en el porno hace 40 años: El tabú de que se nos vea con un cuerpo desnudo y viejo. O que se despidiese levantando el vestido cuando se iba, que viéramos que no llevaba ropa interior y que insistiese un par de veces hasta que pudimos verle bien culo y coño desde donde estábamos. A mí su actitud me inspira, el que sea más vital y pedagógica y evite todo el lenguaje rebuscado que se usa en arte, arquitectura, estética, ciertos activismos y gremios… algo que siempre he identificado como una herencia mal digerida de señores curas, médicos y abogados a quienes no entendía nadie y conseguían así mantener su poder.
La imagen, del apartado de fotos para prensa.
Gracias por vuestra recomendación de ‘no comer mano de Gorilas’, sabía que me sobraba algo en la dieta, y no se me ocurría qué….
bueno, no es «nuestra recomendación», es uno de los puntos de vista de qué según quien entiende bajo ecosexual… En ese caso, Greenpeace.