Selección de idioma

Golfxs con principios: Para mayores de 18 años.

17 diciembre, 2018 a las 13:16/ por

Si con algo hemos tenido problemas en nuestras charlas es, precisamente, por no aceptar NINGUNA excepción con el tema de menores. Nuestras amistades, que siempre habían venido a nuestras charlas, se fueron haciendo mayores y comenzaron a tener criaturas. Y se planteó la cuestión de si podían asistir con sus bebés. Y la norma siempre ha sido la misma: Nunca se ha admitido en nuestras charlas nadie por debajo de los 18 años, aunque fueran bebés, como se puede ver en la captura de una de nuestras convocatorias para una charla.

Es algo que siempre hemos mantenido como una línea roja sin ninguna excepción, y que nos ha traído muchos problemas, porque se interpretaba desde otro punto de vista: Que hacíamos muy complicado que pudieran acceder quienes estaban llevando adelante una crianza. Y sí, es así, esa es una de las consecuencias de mantener esa línea roja que creemos imprescindible hoy día.

¿Y la web de golfxs con principios? Este blog, desde el día que lo comencé en 2006, está pensado para hacer la vida más fácil a quienes tenemos sexualidades «no normativas» de algún tipo, a quienes nos han convertido en minoría, en lo no-normal. Y por eso, parafraseando a Ética promiscua, hemos construido la web para facilitar las herramientas necesarias para que podamos construir a nuestro alrededor el mundo en el que queremos vivir.

Creemos que es responsabilidad de familias, centros educativos, organismos, etc el establecer las medidas de control que estimen necesarias en cada momento para controlar a qué contenidos tienen acceso menores de edad. Aún así, sabemos que siendo menores, con la  curiosidad normal a esas edades y sin que nadie les quiera dar ninguna educación sexual (más que prevención de embarazos y contagios, pero nada para comprenderse y entender qué les está pasando), buscan lo que pueden por internet. Y lo primero que suele aparecer es el porno. Claro, si todo el mundo oculta un tema y lo único que ves es una única visión, «supermanes del sexo», mal vamos.

En medio de ese panorama del todo vale, nos parece una buena idea tener unas líneas rojas claras, como una web que no ha incluido fotos ni vídeos porno desde el inicio, en 2006.  Y que eso vaya normalmente acompañado de larguíiiiiiiiiisimos textos que tampoco son fáciles de digerir. Nuestra idea es facilitar a familias, padres, madres, profesionales de la educación, medicina, psicología, trabajo social, instituciones, asociaciones… herramientas y conocimientos para saber más sobre la infinita diversidad de la sexualidad humana. En estos 12 años hemos hablado (sin poner las fotos o vídeos) de muchas ideas, fantasías, deseos y conceptos muy marginalizados, convertidos en perversiones. No por ocultar lo poco común debajo de la alfombra, va a dejar de existir. Lo único que provocará es que quien se crea que no es «normal» se averguence y su vida sea peor. A ver si ahora va a resultar un problema hablar de algo diferente al «acto sexual normal» que definia Freud en 1905*. 

¿Alguien es capaz de hacerse una idea cómo era ser un hombre a quien le atraían los hombres, una mujer que sólo quería estar con mujeres, ver que no encajabas siendo hombre ni mujer en una época en que eso se consideraba únicamente una enfermedad? Vivirte como alguien que ha de curarse durante toda tu vida… O como se ha vivido en España con la Ley de Peligrosidad Social, vigente hasta el 78 pero aplicada hasta mediados de los años 80. Con esa ley, no sólo se te perseguía por ser homosexual, sino que perseguía a quienes sabían que tú eras homosexual y no te denunciaban. Preguntadle a alguien de esa época, a Federico de la Fundación 26D, por ejemplo, y al resto de mayores que acuden a la fundación.

Volvemos a tiempos de patologización y nuestra labor, en medio de esa oleada, es hacer la vida más fácil a quienes sienten que de alguna manera no encajan en esa supuesta mayoría «normal», dar herramientas que ayuden a entenderse en lugar de complicar las ideas todavía más.

Nuestra idea no es que «la gente normal también tolere/acepte/integre la diversidad». Nadie nos tiene que hacer un favor, nadie nos tiene que dar entrada en el Club de Gente Normal. Todo el mundo es único, cada cual tiene sus gustos y deseos, que además irán cambiando con el tiempo. A quien se le pone dura ahora, no se le pondrá dura más adelante. Quien se lubricaba más, ahora lubrica menos. A quien le apetecía follar a todas horas, ahora no le apetece tanto. Las operaciones nos cambian el cuerpo y tenemos que seguirnos entendiendo aunque cambie mucho nuestro cuerpo. A quien tenía más ganas antes, ahora tiene menos. Con los años, los cambios hormonales nos van haciendo cambiar mucho. La vida misma nos hace ser capaces de movernos más o menos, o que nuestra capacidad intelectual cambie…  La diversidad no está solo fuera, sino dentro de todo el mundo. Cambiarás con el tiempo, y esa será la diversidad que más te va a costar entender: La tuya. Hay diversidades ajenas y también propias. Y cuanto más claro tengamos que esa diversidad ES UN HECHO (no algo «externo que debes entender y aceptar») más humana será la sociedad en que vivamos.

 

Screen Shot 2018-12-17 at 11.21.15

 

* Este era el fin sexual normal para Freud hace más de 100 años, en «Tres ensayos para una teoría sexual», en 1905

«Como fin sexual normal se considera la conjunción de los genitales en el acto denominado coito, que conduce a la solución de la tensión sexual y a la extinción temporal del instinto sexual (satisfacción análoga a la saciedad en el hombre). Pero aun el acto sexual más normal integra visiblemente aquel los elementos cuyo desarrollo conduce a las aberraciones que hemos descrito como perversiones.

En calidad de fines sexuales preliminares se admiten ciertas relaciones inter­mediarias (existentes en el camino que conduce al coito) con el objeto sexual, tales como la contemplación y tocamiento del mismo. Estos actos están, de una parte, ligados con una sensación de placer por sí mismos, y de otra, elevan la excitación, que debe durar hasta la realización del fin sexual definitivo. Uno de estos contactos, el de ambas mucosas labiales, ha obtenido después -consti­tuyendo el beso- un alto valor sexual en muchos pueblos (entre ellos los más civilizados), a pesar de que las partes del cuerpo que en él entran en juego no pertenecen al aparato genital, sino que forman la entrada del digestivo.

Existen, pues, factores que permiten ligar las perversiones a la vida sexual normal y son aprovechables para la clasificación de las mismas. Las perversiones son alternati­vamente:
a) transgresiones anatómicas de los dominios corporales destinados a la uniónsexual ; o
b) detenciones en aquellas relaciones intermedias con el objeto sexual que normalmente deben ser rápidamente recorridas en el camino hacia el fin sexual definitivo»

 

No hay comentarios todavía

Dejar una respuesta

Mensaje:

logo_lateral
 

Archivo