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Hacer limpieza

19 noviembre, 2011 a las 10:00/ por


Todo el mundo va tirando como puede. Todxs vamos apañándonos con lo que aprendimos cuando éramos muy muy pequeñxs y nos cuidaba nuestra familia. Y solemos aprender a comportarnos como nuestros padres. Lo bueno, lo malo… y también la manera en que nos comportábamos con ellos. Con eso tenemos que ir aprendiendo durante toda la vida a manejar las situaciones que nos vamos encontrando: Con las amistades, con la pareja, con el trabajo, con el sexo,…

Y lo bueno es que sabemos buscarnos muy bien la manera de ir sobreviviendo. Encontrando maneras de evitar unos problemas, para poder conseguir lo que queremos. Somos muy buenxs haciendo eso, encontrando atajos, buscando otras maneras distintas de llegar a dónde queremos.
Lo malo es que a veces ese atajo nos lleva a evitar las zonas donde se nos va acumulando basura. Líos. Problemas sin resolver. Cosas que no sabemos manejar. O que nos dan miedo. A lo mejor ni nos hemos dado cuenta que están ahí…
Y pasando los meses, los años, las décadas, te encuentras un día un lastre inmenso que ya no es posible evitar. Se te ha amontonado la basura en la papelera. Ya no es posible mirar a otro lado. Los temas sin resolver ya ocupan demasiado espacio para no mirarlos, para no prestarles atención. Y entonces es momento de hacer limpieza. De enfrentarse al problema (o problemas) y ponerse manos a la obra. ¿Lo malo? Lo mismo que con la limpieza: Que cuanto más tardemos en ponernos a limpiar, más basura se nos va a acumular, y más tardaremos en tirarla…
Me resulta llamativo en los círculos que me muevo (BDSM, swinger, poliamor, parejas abiertas, fetish, etc) que acabas viendo que en realidad todo el mundo tiene problemas. Y no hablo solo del grupo BDSM donde, por lo extremo de algunas prácticas y esa imagen tan poco «vendible», puede creerse que hay más de la media. En muchos terrenos de la no-monogamia, en todos los terrenos que no siguen el esquema de «Busca a tu media naranja para toda la vida», que se salen del patrón hetero, nos encontramos a veces con la duda de «¿podría ser de otra manera?», «¿me he equivocado de camino?». Dudas y dudas. Es lo que tiene no ir en la misma dirección que la mayoría…
Como grupos sí influímos en la mayoría. Pero como personas, todo el mundo acabamos teniendo que procesar los mismos temas, aprender a solucionar esas zonas problemáticas que no tienen que ver sólo con el sexo, sino que son más profundas, con nuestra personalidad.
Cuando se hace. Porque como me dijeron, hay quien esas cosas no las soluciona en la vida.
A esto, en los países con una educación católica, se nos unen dos problemas más:
Por un lado, la necesidad de discreción, por la carga que se siente que tendría el que supiesen según qué cosas. Ya no digo en temas muy serios, como problemas de divorcios y custodias. Sino los problemas con familia, amistades, colegas de trabajo… Esa necesidad de discreción no ayuda NADA a encontrar una red de personas que nos apoyen en las situaciones por las que pasamos. Gente que haya pasado antes por ahí y sepa aconsejarnos. Por eso nos reunimos de vez en cuando con amigxs, conocidxs y gente nueva sólo a hablar de sexo (y no a hacerlo). Porque creemos que SÍ hace falta tener esa red de apoyo mutuo.
Esa ayuda también se puede buscar en profesionales, como psicólogxs, psiquiatras… pero resulta que tampoco abundan profesionales que DE VERDAD sepan del tema. Aplican las recetas que les han enseñado a la situación en la que tú estás. Pero que no han estado personalmente en situaciones así. O creen que el problema está en lo que a ellxs les resulta extraño: A lo mejor creen que tengo que dejar el bdsm/no-monogamia/perversiones (porque es llamativo, fácil de ver, de valorarlo como algo superfluo), cuando en realidad quizás mis problemas vengan de otro sitio…

En resumen. Nada fácil. Y por eso nos dedicamos a ir buscando fuentes, libros, vídeos, gente que nos eche una mano. Porque se puede hacer a solas, pero con ayuda se hace mucho más sencillo.

5 Comentarios a “Hacer limpieza”

  1. Anonymous dice:

    Es el problema de andar en la vanguardia del conocimiento, que nadie puede entenderte y lógicamente nadie puede ayudarte.

  2. No es mala idea recurrir a psicólogxs y psiquiatras. No todxs saben del tema, pero los hay que sí, todo es que te recomienden algunxs que ya se hayan probado y que hayan funcionado :-)

  3. Anonymous dice:

    Si, es complicado, algunos psicólogos lo considerarían como psicosis.
    Que la monogamia no es natural es un hecho: (http://www.youtube.com/watch?v=DVBQd0d9zwg) , no es que no sea buena, se puede luchar contra tú biología y ser monógamo ¿pero quién te asegura que tu pareja también va a luchar contra su biología? ¿y en el caso de que lo haga, no volcará sobre ti toda esa frustración?; a veces pienso que sería mucho más cómodo vender a la gente y a mi misma la idea de la monogamia y cornear y «dejarme» cornear como una hipócrita como hace mucha gente convencional; el problema es que a mí personalmente me produce más angustia que me vendan la película de la fidelidad y calentarme la cabeza con lo de “¿estará con otra?”.…si se seguro que de vez en cuando tiene sexo con otras u otros, tengo celos que gestionar, si tengo la duda ¿qué coño gestiono?.
    Y una vez que te has metido en rollo pareja abierta seguramente lo difícil sea convencer a tu pareja de que las “fiestas” os las montéis cada uno por vuestro lado o de vez en cuando juntos pero sin dejarte llevar por derroteros tipo: búsqueda continua de otras parejas (rollo swinger tan increíblemente extenuante) o tener sexo solo en contexto BDSM etc… es decir, como negociar con tu pareja no estar continuamente en la ola de la parafilia.
    En fin: ¡que duro es esto de ser una yonki de la realidad! (cada uno de la suya claro).

    Erised

  4. Anonymous dice:

    Evidentemente el debate no es monogamia o no monogamia, algo ya superado desde el principio de la humanidad. El debate es pareja de toda la vida para toda la vida o crecer y dejar crecer cuando hace falta, separación incluida.
    Y aquí es donde viene la «psicosis», en el hecho de tener muy claro que no hace falta tener el mismo sexo para siempre y en cambio la pareja parece que hay que llevarla en la mochila siempre.
    Hay otro término para esa «psicosis» a nivel de calle que es «doble rasero».

  5. No nos engañemos, la basura se acumula igualmente en las relaciones monógamas, porque por mucho que nos vendan la burra del amor para siempre, a la hora de la verdad la gente suele elegir la comodidad. Y cuando surgen dudas, tensiones, problemas… prefieren dejarlos a un lado y fingir que no están ahí.

    A corto plazo puede funcionar, pero a la larga no. O bien el equipaje se amontona hasta que revienta la puerta del armario y todo estalla, con lo que no queda ya más opción que recoger los pedazos, o lo que debería ser amor se convierte en una losa, pero de alguna manera la cosa sigue arrastrándose.

    He visto de cerca ambas situaciones. El estallido, al menos, da la oportunidad de buscar otros caminos, probablemente con todo tipo de malos rollos, reproches, odios… pero al menos ambas partes empiezan de cero otra vez, a sea intentándolo de nuevo juntos, o con ortras personas. Los otros casos me dan verdadera lástima: gente que vive una relación muerta fingiendo que sigue viva, porque cualquier otra opción les da demasiado miedo, o les parece un fracaso, o ni siquiera se imaginan que haya otras posibilidades.

    No se trata de elegir entre monogamia y otras opciones, sino, como bien dices en tu entrada, de ser capaz de limpiar la basura o por el contrario dejar que se acumule hasta que no quede otra cosa y te ahogue.

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