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Humillación vs Vergüenza vs Avergonzar vs Degradación vs Cosificación

28 marzo, 2014 a las 12:53/ por

El otro día me encontré un post de MrsBeeShi, pervertida de 37 años de Chicago, que había publicado un post de su blog «Humiliation vs Shame vs Embarrassment vs Objectification vs Degradation». Aunque en realidad está haciendo un repaso de qué le pone y qué no, sobre todo como persona dominada, lo hace intentando distinguir cada una de esas conductas y situaciones. Y quizá su historia puede ayudar a que también nos replanteemos o analicemos qué elementos intervienen en nuestras propias perversiones…

 

Humillación vs Vergüenza vs Avergonzar vs Degradación vs Cosificación

«Estoy casada con un chico realmente pervertido. Cuando nos conocimos, me dio la oportunidad de explorar los límites de mi líbido por primera vez (hasta ahora, no tengo límites; me expando con el universo) y me mostró cómo dejarme ser una chica realmente pervertida, pervertida de verdad. Para mí las perversiones [kink, conductas sexuales no-normativas] eran algo nuevo, y sus perversiones me valieron para las mías de una manera muy didáctica. Como resultado de eso, me gusta jugar con otros chicos y chicas que de verdad de verdad les gusten las perversiones.

Una de las cosas realmente pervertidas que me ha atraído y repelido es ese tipo de juego llamado Humillación. En la última década he conocido mucha gente a la que le gusta jugar con la humillación [Humiliation Play, no humillación en la vida real] y he descubierto que no hay dos personas bottom/sumisas/esclavas/mascotas que quieran decir lo mismo al usar ese término. Es más bien un término paraguas para un montó de diferentes tipos de juegos de sumisión emocional. Bajo ese paraguas están la humillación, la vergüenza, avergonzar a alguien, la degradación y la cosificación. (Puede que me haya olvidado alguna. Decídmelo si me ha pasado).

Lo que he descubierto es que no es suficiente decirle a alguien que te excita la humillación y dejarlo así. La mayoría de personas top/dominantes/daddies/mistress/amos/amas que me encuentro tienen una comprensión más general del tipo de juego de que está bajo ese término paraguas. He intentado durante años explicar por qué me gustan ciertos tipos de humillación y no otros, y aparte satisfacerme a mí o a mis amantes potenciales, por lo que he preferido alejarme de ese tipo de juego por miedo a tener una mala experiencia.

No quiero mantenerme apartada de ella más tiempo. Por lo que esto es un ejercicio personal para definir qué pienso qué significa cada uno de estos términos, si lo quiero, y bajo qué circunstancias. Espero que otra gente lo encuentre útil también, puesto que he visto que no soy la única persona que tiene problemas para encontrar el vocabulario correcto para hablar de estas cosas.

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Humillación

 Humillar:  Causar una pérdida dolorosa de orgullo, autoestima o diginidad. [to cause a painful loss of pride, self-respect, or dignity] [según la RAE: Herir el amor propio o la dignidad de alguien]

Me encanta esa definición. Como sumisa/bottom y como dominante/top. Es masoquista («pérdida dolorosa»); satisface los objetivos del intercambio de poder; permite todo tipo de deliciosa creatividad. Usar este término al hablar con quien hagas la sesión es una invitación a conocerse mejor mutuamente. Averiguar qué le hace clic a la otra persona. ¿A qué te le tienes miedo?¿Qué ansías?¿Por qué?¿Cuáles son tus neurosis?¿Qué deseas, necesitas, desprecias?¿Sobre qué te pasas todo el tiempo pensando? No es suficiente decir que a alguien le pone la humillación: Cada persona tiene diferentes fuentes de orgullo, autoestima y dignidad. Averigua cuáles son. Y entonces averigua cuál es la vía menos peligrosa para quitarlas.

Lo que me lleva a hablar de lo que veo como subtipos de humillación:

 

Vergüenza

 Vergüenza: Sentimiento doloroso que nace de la consciencia de algo deshonroso, indebido, etc que hemos hecho. [En castellano es algo diferente, incluye la ajena en la definición: «Turbación del ánimo, que suele encender el color del rostro, ocasionada por alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante, propia o ajena».]

Para mí esta es la más explosiva, potencialmente excitante y también potencialmente tóxica en mi caso. Tiene su complicación; es peligrosa. Está horrorosamente cerca de la culpa, y lo que es más importante, de la autoestima. Me encanta sentirme avergonzada en una sesión. Me pone realmente, realmente caliente. Esto me preocupó durante una temporada. Ahí estaba yo, una mujer inteligente, con una buena formación, moderna y feminista, con un montón de asuntos de vergüenza que resolver en mi día a día (como cualquier mujer tiene que hacer) y sintiendome avergonzada porque una sesión hace que el coño se me empape. Esto, por sí mismo, pensaba, era vergonzoso. (Un círculo vicioso muy excitante para cualquiera que lo resuelva). Me llevó mucho tiempo pensar sobre todo esto. Fue un proceso. Lo he resuelto yo sola y ahora estoy a gusto con cómo soy y con la razón por la que esto me funciona.

PERO! Hay una gran Pero aquí para mí. Sólo doy mi consentimiento para este tipo de juego a personas en las que confío porque a veces la vergüenza me dura más allá de la sesión. Es algo que no deseo. Sé que hay gente que disfruta alargando la sensación de vergüenza que obtienen de una sesión; quieren disfrutarlo, notar cómo perdura, procesarlo. Más poder para ella. No sé cómo lo hacen. Para mí no es algo positivo. No tengo interés en el masoquismo emocional fuera de una sesión. Veo la vergüenza como algo muy personal. Está relacionada con nuestra autoimagen, con la autoestima, con lo valiosas que nos vemos como personas. Una a veces se siente avergonzada de si misma. Cada cual somos nuestra peor crítica. La internalizamos. Puede trastornarnos.

Hay muchas maneras de evitar que pase eso. Yo necesito pruebas de que te importo a pesar de mis defectos una vez expuestos. Si no recibo algún tipo de validación de la otra persona en la sesión sea durante la sesión o después, en una sesión que incluya vergüenza, puedo acabar odiando algo de mi, o/y odiando a la persona que me hizo sentirme así. No quiero sentir resentimiento hacia mi o hacia mis colegas de sesión. La mejor validación para mí es una polla dura/un coño hinchado. Déjame tocarlo. Fóllame. Ten un orgasmo producido por mi humillación. Me demuestra que estás tan mal de la cabeza como yo, a tu pervertida manera. Ese es mi aftercare. En los días posteriores chequea cómo me encuentro. Continua siendo mi colega/amante/pareja. De esa manera sé que tú, la persona a la que le importo y en quien confío, no tienes problema con mis defectos, incluso los aceptas y no tengo que flagelarme por ellos.

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Bochorno (Embarrassment; que nos avergüencen, humillación pública)

 Avergonzar: Causar confusión o inseguridad. Desconcertar. Aturullar. Bochorno (embarrassment) se refiere normalmente a un sentimiento menos doloroso que la vergüenza, uno asociado a situaciones menos serias, a menudo de carácter social.

El bochorno es como el primo exhibicionista de la vergüenza. No puedes sufrir bochorno sin público. Cuando tienes chocolate en la cara y no te das cuenta hasta que has terminado de dar una presentación de 90 minutos a tus colegas de trabajo, eso es bochornoso. Si tienes chocolate en la cara estando en casa y de repente te das cuenta al verte en el espejo dos horas después de haberlo comido, eso es simplemente darte cuenta de que tienes que limpiarte la cara.

Si me estoy sometiendo a ti y quieres llevar la humillación a otro nivel, realízala delante de público para añadir bochorno a la vergüenza. Pero ten cuidado de que yo probablemente me ponga a la defensiva delante de esa panda de voyeurs de mierda en quienes no confío. Si quieres ver cabreada/maleducada/mordaz a MrsB, esa es la manera de conseguirlo. Te amenazaré con darte una patada en los huevos. Te llamaré gilipollas. Puede que te pise un dedo del pie con mi tacón, o haré algo para destrozar tu perfecto bondage. Te provocaré. Sé perfectamente cuales son las consecuencias. Sesiones como estas puede ser catárticas y divertidas, pero serán muy diferentes de sesiones en la privacidad de una casa. No puedo sentir humillación pública si sólo estamos tú y yo.

Si quieres que me venga abajo realmente, haz una sesión de humillación completa avergonzándome delante de público, y dime entonces que si te contesto dejarás de jugar conmigo. Haré una de las dos cosas: Callarme y quedarme en silencio o explotar. CUIDADO: este tipo de sesión puede tener un Mal Final. No quiero que la sesión se acabe cuando me venga abajo. Quiero ir más allá. Me sentiré un fracaso porque me estás tendiendo una trampa para hacer algo que casi imposible para mí. El truco es hacerme sentir que no soy una fracasada. Necesito un premio por mis esfuerzos. Deja que tenga algún éxito después de mi fracaso absoluto. Ver más arriba: Genitales hinchados y orgasmos. O (no tan bueno pero suficiente) encargarme hacer algo que puedo completar, y déjame completarlo. Déjame complacerte.

 

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Ahora algo completamente distinto: 

Degradación

 Degradar: Reducir valor, honor, fuerza, carácter, rango, estatus, etc 

Para mí esta es la esencia del Intercambio de Poder (power exchange). Encuentro complicado quedarme satisfecha en una sesión si no incluye algún tipo de degradación. EL QUÉ depende del tipo de sesión y la persona con quien juego. En una sesión sencilla de ataduras, puedo ser un medio. En una sesión de dolor, puede ser la fuerza o la resistencia. Si hay D/s puede ser el estatus. Pero en cualquier caso, en lo que la persona sometida se rinde, se transfiere activamente a la persona dominando en forma de poder y control. La persona sometida es degradada en proporción directa al poder que adquiere la persona que domina. Y creo que es realmente importante señalar que mientras que la palabra «degradación» a menudo tiene una enorme connotación negativas, cuando se usa en el contexto del BDSM no quiero decir que sea algo desagradable o negativo. Que te sometan, o «ser menos que» puede ser una experiencia realmente maravillosa cuando eso es lo que tú deseas.

Cuando me someto, quiero sentir que vales más que yo. Quiero sentirme menos que tú. Quiero que te sientas Más que yo. Haré lo que pueda para que sea posible que te sientas así. Si estoy dominando, quiero sentir que soy mejor que tú. Quiero sentirme más poderosa. Quiero que aumente mi estatus. En una sesión en que haya un intenso Intercambio de Poder, quiero que la persona a la que domino se sienta degradada a muchos niveles; quiero que sienta (o yo) que sus necesidades y deseos no importan en absoluto; Incluso quiero que esa persona (o yo) sienta que su único deseo es complacer y elevar a la persona que domina; por lo tanto el objetivo final es una pérdida total del ego de la persona dominada. Esta es la esencia de la degradación para mí, y juega un papel importante en mi concepto global de las perversiones (kink).

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Un subtipo de la degradación es:

Cosificación

 Cosificar: (Uso la definición feminista clásica porque es más útil para este artículo . Es la que mejor se adapta a nuestra definición sexual de «cosificación»)
Las siete características de la cosificación son:
1. Instrumentalización (tratar como una herramienta usada para un fin) 
2. Negación de autonomía. 
3. Inerte (tratar como si careciese de voluntad)
4. Fungibilidad (tratar como si fuese intercambiable por otros objetos)
5. Violabilidad (tratar como si no tuviese límites)
6. Propiedad (tratar como si pudiese comprar o vender)
7. Negación de subjetividad (negar la validez o la existencia de pensamientos/sentimientos por parte del objeto)

Mientras que la degradación implica una disminución o reducción de esas cosas (rango, estatus, valor, fueza, etc), la cosificación implica la eliminación de esas cualidades. Le he dicho a gente en el pasado que me encanta ser cosificada; ahora me doy cuenta de que no es estrictamente cierto. He aprendido que para satisfacer mis deseos (no normativos), necesito sentirme que participo activamente con ellos. Creo que requiere un estado mental muy particular sentir que participar activamente en una sesión sólo llega hasta donde llega la entrega. Es difícil para mi colocarme en ese estado mental cuando lo necesito.  

Ahora, si alguien está intentando cosificarme y no se espera de mí que «actúe» como un objeto (parece un oximoron), eso lo convierte en una sesión excitante. Disfruto del dilema de que el objetivo sea cosificarme (para el placer de la persona que está dominando) pero yo no estoy dispuesta a hacerlo (para conservar mi orgullo). Hay un toma y daca ahí; se me fuerza a someterme activamente para el placer de la persona dominante y yo siento que estoy participando activamente. Si voy a ser un objeto desde el principio, me aburro. La cosificación que casi siempre me gusta es la cosificación sexual: Me encanta ser reducida a un cuerpo o incluso que sólo usen una parte de mi cuerpo. (La feminista dentro de mí se cabrea según escribo esto, pero en el fondo, le encanta que estoy haciéndome responsable de mi deseo sexual de esa manera).


Así que, paciente público, ahí lo tenéis. Mi artículo de hace un año, ampliado y desglosado en Humillación vs Vergüenza vs Avergonzar vs Degradación vs Cosificación

(*)Mi parte dominante piensa: «Atraída Y TAMBIÉN me repele? Conflicto interno! UHMM, EXCITANTE.»

Nota mía: Perversiones lo uso siempre en sentido positivo ;-)

Imágenes:

http://www.flickr.com/photos/kk/3868555367/

2 Comentarios a “Humillación vs Vergüenza vs Avergonzar vs Degradación vs Cosificación”

  1. ¡Muy buen artículo! Últimamente me intereso mucho por las emociones, y creo que la vergüenza y la culpa son de las emociones negativas que más daño hacen, pues atacan directamente la autoestima. En el BDSM se usan las dos: la culpa se procesa en los castigos, la vergüenza en formas de disciplina como las que analiza el artículo. Yo creo que de lo que se trata es de una especie de catarsis, de poner estas emociones sobre la mesa, aprender a mirarlas a la cara para así trascenderlas. Es un proceso curativo de todas las cicatrices emocionales que la culpa y la vergüenza han ido dejando en nuestra mente a lo largo de la vida.

  2. Aganon dice:

    Excelentes reflexiones, gracias por exponer de esa forma tantos sentimientos que se mezclan y que venía ordenando interiormente. No había encontrado aún la forma de expresarlos asertivamente.

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