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Identidades nómadas viviendo en una realidad compleja

10 septiembre, 2013 a las 11:00/ por

¿Tu piel es blanca?¿es negra?. Si te fijas en una realidad muy limitada (tu barrio, tu familia) a lo mejor llegas a la conclusión que es blanca. O negra. Pero hoy en día es complicado vivir en una cueva, sin enterarse de muchas cosas más, sea por internet, sea por la televisión. Aunque nada es más potente que la experiencia directa. Y por ejemplo, puedes haber nacido en España de una familia de piel blanca y considerar, POR SUPUESTO, que la tuya también lo es…hasta que cambias unos kilómetros más al norte tu residencia y descubres que no, quizá tienes un color un poco tostado… el racismo marrón con el que te puedes encontrar en Dinamarca, por ejemplo. Pero preferimos simplificar: No nos extraña decir «color carne». ¿Tenemos siempre el mismo color de piel?.

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La realidad es algo mucho más complejo de lo que nos apetecería, porque a nuestra cabeza le gusta ahorrar energía, le gusta simplificar. Si alguien es una buena persona, lo es para todo. Si es ruin, lo es para todo. Hitler no puede tener ninguna buena cualidad en ningún aspecto de su vida, es el demonio mismo (siendo el animal que era…). O el «monstruo de Amstetten», no puede tener nada positivo. Por eso después también resulta complicado procesar las críticas, muy fundadas, a Teresa de Calcuta o Gandhi (¿Una perla? “los negros sólo están un grado por encima de los animales”). O el machismo de Einstein… «Ah, hostia, ¿¿¿pero no estaba en el grupo de buenas personas???«. Que Freud descubrió cuestiones fundamentales, pero que otras son fruto de su época y están más que superadas. Preferimos que las cosas sean blancas o negras. Buenas o malas. Cuanto más complejo es algo, más esfuerzo mental nos pide y más buscamos una solución simple para poder «descansar». Es lo que pasa con los fascismos en las crisis: La situación es muy compleja de entender y se buscan soluciones simples, que nos digan cosas simples.

Igual que la realidad es compleja, también nuestra realidad personal, nuestra identidad es compleja, claro. También somos «la realidad». 

A estas alturas resulta difícil (creo) defender posturas esencialistas respecto a la identidad. Es complicado defender que tenemos una identidad sólida e inmutable cuando estamos con nuestra pareja, nuestra familia, en el trabajo, practicando deportes de riesgo o haciendo bricolaje. Lo resumió de una manera muy sencilla Jude Roberts en el artículo que traduje:

«Aparte de usuaria de porno soy profesora, hija, una patinadora sobre hielo mediocre pero entusiasta, novia, fan de la fórmula 1, activista y académica, junto con una larga serie de otras cosas. Elegir cual de nuestras identidades es más pertinente enfatizar puede ser difícil: saber qué partes de nuestra identidad son más importantes en un contexto determinado requiere comprender completamente su contexto, algo que rara vez somos capaces de hacer»

O dicho de manera más complicada lo que dice la wiki sobre Judith Butler: 

«La obra de esta teórica, por tanto, se caracteriza por llevar a cabo revisiones críticas de los posicionamientos teóricos de los feminismos esencialistas para pasar a hablar de identidades nómadas frente a aquellas fijas, así como para plantear nuevas formas de habitabilidad de los cuerpos en la paradoja que se crea entre lo que es la capacidad de acción del individuo y su formación y dependencia con respecto al poder. «

Si centramos en el sexo el tema de las identidades puede ser útil retomar la genderbread person que traduje:

genderbread person540

 

(lo puedes ver ampliado aquí)

Incluso manteniendo hombre vs mujer como dos polos opuestos, incluso así, es fácil imaginar una gama que va desde un lado hasta el otro, con un porcentaje mayor o menor de un lado o el otro. Y dentro de esas gamas, se aumenta la complejidad al dejar de identificar, hace ya mucho tiempo, género, expresión, sexo biológico y orientación sexual: A pesar de que la cabeza quiere pensar que un señor con polla es masculino y se considera hombre, que seguramente será heterosexual… y que aparte hay un pequeño porcentaje que es gay, y sólo cambia su orientación, la realidad es mucho más compleja. La androginia, el crossdressing (utilización de prendas asignadas socialmente al género opuesto), travestismo, drag, genederqueer, genderfuck, genderbenders, bigéneros (se identifican con los dos géneros…), género neutro, género fluido, la transexualidad, quienes se operan, quienes no… Todo eso no son caprichos, son identidades reales, que ya existen. Y que van mucho más allá de dos polos. Son identidades que se mueven como forma de existencia, como estado continuo. Son identidades nómadas, su estado es siempre difícil de «atrapar», como el aire, que siempre está en estado gaseoso.  No tenemos ninguna foto del aire, pero ahí lo está, moviéndose. Identidades que nos gustaría que fuesen más simples, igual que nos gustaría que fuese más simple y fácil de entender la economía (hay un botón que lo solucionará todo), la situación en Siria (está el gobierno y el bando rebelde), la política (si todo el mundo hiciese…), las relaciones con tus amantes (como una película y punto), las culturas (un sólo idioma en España o Latinoamérica, en lugar de toda la variedad que existe).

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Pero no, no es nada sencilla la realidad. ¿Y qué hacemos con esa realidad más compleja que nos encontramos?. Pues normalmente preferimos ignorarla. O pensar en soluciones simples e imposibles el 99% de la veces «Lo que había que hacer es echar a toda la clase política/bombardear a toda esa gente/mandar a la cárcel a los altos cargos de la banca,» etc etc. Nos parece que después de eso la realidad va a ser mucho más simple, más fácil de soportar. Y sin duda lo sería. Pero es que esa realidad tan sencilla nunca va a existir. Algo que, en lo que me interesa, las identidades sexuales tiene la capacidad de tocar lo más profundo. Y se quiera ver o no, las identidades mayoritarias siempre han intentado eliminar o al menos invisibilizar las minoritarias. La heterosexual a la homosexual. Pero la homosexual a la bisexual. La gay normativa a lo no-normativo. Siendo crossdresser ¿dónde se está?. Siendo genderqueer, siendo género fluido, si se tiene cierta androginia se aprende a caminar por los márgenes, por el espacio libre que dejan todas las otras posturas. O haciendo hueco con mucho esfuerzo. Un espacio propio lleno de aire…que en cuanto se mueve un poco parece desaparecer. Pero es que esa es su naturaleza: Moverse, ser inestable. Y resulta complicado, frente a otras identidades monolíticas hacer entender que una identidad nómada es tan sólida como una inamovibles. ¿Más dificil de percibir y entender? Seguramente. Pero no por eso con menos valor.

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La imagen de cabecera, de aquí
La foto de los muñecos, de aquí
La maraña, aquí

 

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