Selección de idioma

Judith Butler actualiza ‘queer’ para que sea trans-inclusivo

19 abril, 2016 a las 12:54/ por

Este texto es la traducción literal del extracto que eflux.com ha publicado recientemente.de una entrevista más larga hecha a Judith Butler por Sara Ahmed para «Sexualities». Siendo de Ahmed convendría traducirla entera, pero de momento esto puede ser útil. La entrevista completa —11 páginas— se puede leer en Sexualities (PDF).

 

«Aunque «queer» en su momento buscaba ser un término paraguas para la disconformidad de género y sexualidades diversas, las que no eran fácilmente clasificables, hoy día claramente está inmerso en su propia batalla. Muchas personas trans, o defensores de las que son trans, han argumentado que queer les excluye, que no incluye o describe la experiencia trans. Y aunque ciertos tipos de queer se han criticado con razón por ser probablemente blanco y clasista, creo que el movimiento «queer de color» ha hecho un trabajo increíblemente poderoso para redirigir la orientación del término, para democratizar su potencial y exponer y oponer sus límites excluyentes en el contexto de una lucha que se va ampliando, en la articulación de una alianza más compleja que es una respuesta a las anteriores versiones del «colectivo».

Creo que hay cuestiones sobre cómo el término «queers de color» funciona fuera de los contextos geopolíticos que sobre todo discuten sobre raza y colonialismo dentro del marco del multiculturalismo. Algunos grupos quieren ser descritos de una manera más específica, y otros se preocupan de que el marco se base demasiado en los EEUU. Pero lo que más me impresiona es la manera en que activistas queer han trabajado en las organizaciones que buscan cambiar significativamente las políticas relativas al VIH, no sólo en el contexto euroatlánticom sino también en el sur global, especialmente en África, así como organizaciones que luchan en Europa contra el nacionalismo anti-inmigrantes y el racismo. También hay muchos vínculos importantes en Sudamérica donde hay movimientos que continuan debatiendo sobre cómo la manera en que «postcolonial» es teorizado actualmente les incluye o no. Las políticas queer en Sudamérica a menudo tienen que enfrentarse con situaciones post-dictatoriales y la emergencia de la democracia de formas que requieren una genealogía diferente, y debatir la estructura del espacio público y la precariedad económica. La mayoría de esto lo he aprendido de Leticia Sabsay de la LSE [London School of Economics].

 

 

Pero la mayor crítica a «queer» últimamente ha venido de la comunidad trans. Y se ha manifestado de diversas maneras. Acepto esas críticas como necesarias, y me he encontrado a mí misma revisando mis puntos de vista como respuesta a lo que se ha dicho. También me he encontrado que quienes trabajan en la «intersexualidad» han encontrado «queer» muy poco útil, por lo que es importante entender por qué. Si «queer» significa que generalmente somos personas cuyo género y sexualidad están «desligadas» [unfixed, no fijadas] entonces ¿qué espacio les queda en el movimiento queer para quienes se entienden necesitando —y deseando— una identidad de género claro dentro de un marco binario?¿O qué espacio queda para personas que requieren una designación de género que es más o menos inequívoca para desenvolverse bien y librarse de ciertas formas de ostracismo social? Muchas personas en situaciones de intersexualidad quieren ser categorizadas dentro de un sistema binario y no quieren ser idealizadas [romanticized] como alguien «más allá de las etiquetas».

Por supuesto, hay diferentes debates sobre este tema tanto en la comunidad trans como en la intersexual, pero el mensaje para activistas «queer» parece bastante pertinente: Algunas personas necesitan mucho un nombre y género claros, y luchan por su reconocimiento sobre la base de un nombre y género claro. Es una cuestión fundamental resolver cómo establecer e insistir en esas maneras de nombrar para hacer la vida más fácil. Es una cuestión también de autonomía, conceptualizada no a través del individualismo, sino como un fenómeno social emergente: ¿Cómo me nombro, cómo puedo establecer mi situación dentro de la ley o en instituciones médicas, y hasta qué punto será respetado y reconocido de una manera concreta mi deseo de vivir con un género en particular o dentro de una categoría de género por quienes dicen estar de mi lado pero que se oponen a mi deseo de que me nombren y reconozcan de una determinada manera? Esta pregunta me parece lógica, por eso es por lo que creo que es realmente importante que repensemos cuestiones sobre la autonomía y la personificación dentro un terreno social saturado de poder».

 

*La disconformidad de género o no conformidad de género es comportarse y presentarse de maneras que se consideran atípicas para el género de alguien. Kinseyconfidential.com

der non-conformity, then, is behaving and appearing in ways that are considered atypical for one’s gender. – See more at: http://kinseyconfidential.org/gender-nonconformity/#sthash.CSzyKzmD.dpuf

 

 

 

 

 

No hay comentarios todavía

Dejar una respuesta

Mensaje:

logo_lateral
 

Archivo