Hay algo que me gusta mucho de Dossie Easton: que lo que cuenta de los años 70 son sus experiencias de primera mano con el feminismo, el masoquismo, las relaciones abiertas. No como causas separadas sino sucediendo todo a la vez. 

«¿Cual es tu reacción cuando algunas feministas dicen que el BDSM es lo opuesto de la liberación sexual y que algunos aspectos podrían incluso considerarse una forma de patriarcado internalizado?

Chorradas. (…) He sido una masoquista practicante desde 1974 y durante esos treinta y seis años he tenido una criatura, trabajado a tiempo completo en un refugio para mujeres maltratadas, conseguí licenciarme, obtuve una licencia profesional como psicoterapeuta, escribí cinco libros y tres segundas ediciones con mi co-autora y un buen número de artículos y publicado poesía,  comprado una casa yo sola, montado un negocio, y producido y presentado mi propio programa de radio. Nunca me ha mantenido ninguna pareja, ni hombre ni mujer y soy extremadamente independientemente hasta el aburrimiento. Pregúntale a mi pareja, a ella no le importa, ella es extremadamente independiente también. ¿Sueno como una débil víctima del patriarcado?

Creo que lo que me aclaró que estos mitos sociales no son verdad en absoluto fue conocer, en 1974, a través de [la Sociedad de] Janus, muchas personas dentro del BDSM que no eran para nada como las imágenes mitificadas, o como el porno diría yo, sino un grupo de personas fuertes, independientes, inteligentes y amables a quienes admiraba. Mis amistades y yo nos identificamos enérgicamente como feministas y nos molesta que nos acusen de colaborar con el patriarcado.

Déjame que te cuente una experiencia que tuve sobre 1981, en medio de las guerras feministas del sexo, cuando estaba trabajando en un refugio para mujeres maltratadas en Santa Cruz, California. Un miembro de la junta me dijo que su pareja, profesora en la universidad local estaba investigando para un artículo sobre sadomasoquismo lésbico. Me encantó encontrar algunas feministas investigando mi estilo de vida, y me ofrecí para conectarla con las lesbianas practicantes de BDSM a quienes podría entrevistar. Estas personas del entorno académico estaban horrorizadas pensando que esta «investigación» podría hablar realmente con alguien como yo. Resultó que ella estaba escribiendo uno de los capítulos de un libro pésimamente informado, «Contra el sadomasoquismo lésbico», que fue publicado en los años 80. ¿Y a eso le llaman «investigación»?.

Así que lo repito, chorradas.

¿Podrías definirnos tu visión del feminismo y cómo ha influido tu visión del poliamor?

Me hice feminista de repente en 1969, durante el mismo descubrimiento que me llevó a prometerme que nunca más volvería a ser monógama. Me di cuenta de cuánto habia intentado censurar mi comportamiento y mi manera de expresarme basándome en que era poco feminino tener éxito, ser inteligente o tener un destino propio. Una gran parte de mis exploraciones de formas alternativas de relación en aquel entonces eran sobre descubrir quien soy cuando no estoy tratando de comportarme como una esposa. Todo esto resultó ser un viaje absolutamente provechoso hacia la plenitud, reclamando todas mis facetas y todas mis fortalezas, y trabajando para completarme como ser humano individual, no siendo la otra mitad de alguien.

Esto era en los primeros años del feminismo y los temas con los que teníamos que luchar parecen impensables hoy día: Teníamos que luchar constantemente con lo que creíamos de nosotras mismas como mujeres y sobre todo lo que nos había enseñado la sociedad que era realmente opresivo para nosotras. Estoy increiblemente orgullosa de que el movimiento feminista de los sesenta y setenta haya cambiando completamente el mundo de posibilidades disponibles para las mujeres y hombres jóvenes hoy día.

En ese momento el poliamor fue una manera sólida de vivir mi feminismo, encotrando diferentes aspectos de mi misma en relaciones muy distintas con otras personas al mismo tiempo que me reafirmaba en los largos períodos de mi vida en que he vivido como una persona soltera; con amantes, pero no como pareja.»

Fuente: http://www.polyamory.org.uk/dossie_easton.html (pendiente de aprobación para la traducción. Si no se autoriza, se retira la traducción).

No hay comentarios todavía