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La idea del poliamor y otras alternativas a la monogamia no es evitar el compromiso

5 abril, 2020 a las 10:00/ por

La idea del poliamor y otras alternativas a la monogamia no es evitar el compromiso: es tener más compromisos, con más gente y de formas diferentes. Un proyecto en el que embarcarse. Otra cosa es que le venga muy bien a quienes prefieren el menor compromiso posible.

Sus orígenes están en el amor libre anarquista, en comunidades utópicas (sg XIX), comunidades alternativas (desde los años 50), comunidades paganas (60s-90s), comunidades que buscan vivir en una sociedad más sostenible (Tamera, ecoaldeas…)

Todos los proyectos conllevan la idea, de una forma u otra, de vivir en un mundo más justo, intentar crear comunidades donde todo el mundo viva mejor (otra cosa es que les saliera bien, sobre todo a las primeras, creadas con hombres al frente: Oneida, Kerista, The Farm…)

Otra cosa es que, como el Tantra occidentalizado que se hizo neotantra, como la meditación que termina en mindfulness, al popularizarse, la idea que más se extiende es una versión que poco tiene que ver con esas propuestas iniciales.

Igual que con la «liberación sexual», que en lugar de valer para ampliar la sexualidad se convirtió en «follar muchas veces con mucha gente, cuantas más veces mejor con cuanta más gente mejor», lo mismo pasa con esto: tener cuantas más parejas mejor. Cantidad vs calidad.

Aquellas ideas de Wilhelm Reich de liberarse, de no reprimirse ¿no terminaron siendo el gaslighting de los 60 para decirte «si no juegas según nuestras reglas, no vamos a querer jugar más contigo»? En muchos casos sí (aparte del cambio social de sexo fuera del matrimonio).

Igual que el apocalipsis del coronavirus podría valer para cambiar radicalmente la sociedad poniendo la vida por encima de la producción (haciendo inmenso el sector sanitario público, entre otras cosas), me temo más bien ver como el neoliberalismo se refuerza (doctrina del shock)

Pues de la misma manera, cualquier propuesta, sea la «liberación sexual» de los 60, sea la «liberación relacional» del siglo XXI, siempre será usada por la mayoría para hacer lo mismo de siempre pero multiplicado: más veces, con más gente.

Pero esas propuestas también fueron de la mano de otras luchas y cambiaron cosas como la «liberación gay» (la lucha LGTBI) y ha hecho posibles muchas cosas impensables hace décadas. Pues lo mismo con las alternativas a la monogamia. Aprendemos otras formas de relacionarnos.

Como digo a menudo, otro mundo era posible ya hace unos años, no tenemos que esperar eternamente. En Portugal ya existe una ley de economía común que reconoce otros tipos de hogares y familias diferentes a las que se suelen proteger.

Hilo publicado ayer en twitter

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