La no-monogamia es como el running
22 septiembre, 2015 a las 12:09/ por moscacojonera
A menudo aparece la pregunta: «¿Qué tenemos que hacer para abrir nuestra relación?». Y la pregunta se suele hacer pensando que existe una «dieta milagro», un sistema que hará posible que te acuestes el domingo en una relación monógama y que te despiertes el lunes en una exitosa relación no-monógama en la que no hay el más mínimo roce. Tenemos malas noticias para quien busque eso: No existe ese atajo.
Una metáfora útil para entender cómo es el proceso de abrir una relación (y para otras muchas cosas en la vida) es la del running, tan de moda (también). Es posible que estés deseando correr un maratón, que sea lo que más te apetece en la vida, puede que tengas toda la motivación del mundo. Puede que te hayas comprado la mejor ropa para ir a correr, la más fluorescente de la tienda, las zapatillas más caras. Da igual. Si es el primer día que sales a correr y normalmente no haces ejercicio de manera regular, es probable que, cuando ya casi no seas capaz de respirar y eches una ojeada al cronómetro, te des cuenta que sólo has corrido tres minutos. Por eso se suele recomendar ir poco a poco.
Captura de búsqueda de ropa de running en Google
Antes de empezar a correr crees que todo lo que hace falta es comprarse la ropa y salir a correr (o follar con más gente y ya está). Pero poco a poco irás viendo que la cosa es más complicada de lo que parecía… Para acabar corriendo sin problemas necesitarás entrenamiento, motivación (¿saldrás a correr cuando haga frío?¿irás a correr cuando haga mucho calor?¿qué harás cuando llueva?¿te pondrás las zapatillas cuando tu pareja se ha quedado roncando tan a gustito en la cama?). Tendrás qué pensar qué hacer cuando cambien las circunstancias… ¿iréis a correr por separado?¿eres capaz de ir a correr a solas?¿qué hacer cuando una persona es capaz de correr más que la otra?. Tendrás planear lo que comes, cuándo lo comes, entrenar para cuidar tus piernas, tu core y así evitar las lesiones… Parecía más sencillo el primer día.
Sólo hace falta leerse los consejos para quienes empiezan a correr desde cero y ver lo perfectamente que se adaptan los consejos a abrir una relación, sea para poner en práctica el poliamor, ser swingers, ser una pareja no-monógama o intentarlo con la anarquia relacional:
«llegar a correr de forma regular no es igual de fácil para todos, porque no todos parten con la misma base física, ni edad, ni experiencia deportiva previa. Algunos pueden empezar ya mismo, sin necesidad de adaptación paulatina; pero la mayor parte necesitan un tiempo de adaptación y asimilación muscular y orgánica. Lo que si es claro es que hay que empezar a ritmos muy lentos, porque de lo contrario, en todos los casos, llega el agotamiento prematuro, las molestias musculares e incluso las lesiones.»
Por eso está bien leerse Opening Up, o ir a eventos como el que organizamos el otro día, escuchar a personas que te hablan desde la práctica, porque quizá los consejos de quien corre 20 minutos al día no te sean útiles si estás pensando en correr un maratón… Es muy útil escuchar las experiencias de quienes iban caminando en una dirección (sea la no-monogamia idealizada, sea la monogamia prometida) y que se encontraron que debían buscar una via alternativa para poder vivir de acuerdo a sus circunstancias.
Quizá la primera experiencia que oigas no se adapta a tu situación. Pero conforme vayas escuchando más y más historias personales, irás encontrando puntos en común entre unas historias y otras: Que hay que ir poco a poco, que no hay recetas mágicas, que el camino de cada persona no es trasladable a otra, que a veces se avanza y a veces se retrocede, que a veces se idealiza algo y hay que adaptar esas expectativas a la realidad, que hay ocasiones en que no sabes si tirar la toalla, que es posible que a veces sientas que lo que ibas buscando te supere y no seas capaz de manejarlo tan fácilmente como esperabas…
Eso sí, recuerda que esto es una maratón popular: Hay gente de todos los niveles, que parten de diferentes situaciones y que no estás luchando por una medalla, sino por hacerlo un poco mejor que en la carrera anterior.
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