La palabra de seguridad
(The New Topping Book, BDSM)
3 febrero, 2014 a las 11:00/ por moscacojonera
Y hemos llegado a un tema tan conocido para cualquier persona que acaba de acercarse al BDSM. Para quien no lo sepa, es una palabra que se acuerda entre las personas participando en una sesión BDSM mediante la cual la persona dominada puede detener la sesión en ese mismo instante, con sólo decirla una vez.
«¡Ah, vaya, entonces no es a la fuerza!». Pues no, el BDSM no es a la fuerza. Ya, a niveles MUY avanzados se puede hacer las cosas de muchas maneras pero si no se está haciendo de manera consensuada…puedes estar tragando con abusos y malos tratos cuando no hacía ninguna falta.
Así que sigamos con la traducción de «The New Topping Book«
Palabras de seguridad.
Una «palabra de seguridad» es una palabra acordada por las personas participantes en una sesión que significa «para», «hay un problema», «debemos cambiar algo», «algo no está yendo bien», «alguien tiene un problema». Ponemos una palabra clave porque en muchos casos nos volvemos incoherentes cuando nos hemos excitado mucho: Recomendamos palabras de seguridad que son cortas y fáciles de pronunciar cuando se está jadeando. Usamos una clave porque muchas sesiones se basan en una fantasía de no-consentimiento, y gritar «nonononononooooo» puede ser parte del guión.
Las personas que dominan también dicen la palabra de seguridad. Dossie cuenta la vez en que ella la dijo, siendo dominante, en una sesión que era importante (…) (a la que habían invitado a sus amistades y realizaron un branding ritual).
Cuando cualquiera de las personas participantes dice la palabra de seguridad, ese es un momento para el apoyo mutuo. Entendemos que nadie dice la palabra de seguridad alegremente, y que todos nuestros egos se siente frágiles y minúsculos cuando necesitamos retirarnos en una sesión. Es poco ético responder con desprecio o ridiculizando a la persona que ha dicho la palabra de seguridad: El BDSM no es una competición, no estamos jugando una persona contra la otra.
Cuando estamos dominando, hemos notado que si nos lo estamos pasando bien y la persona a la que dominamos dice la palabra de seguridad, nuestros sentimientos iniciales puede que no sean muy alegres. «¿¿Pero qué quieres decir que no te gusta eso??¿Hago todo este esfuerzo por ti y tú no sabes apreciarlo? Me he excitado dominándote ¿y ahora quieres que pare?». Hemos sentido ira auténtica y que nos estaban probando en nuestro rol dominante… y, a un nivel más profundo, nos hemos sentido menospreciadas, heridas y rechazadas. Es correcto tener estos sentimientos. No es correcto actuar basándose en ellos. Toma aire profundamente tres veces y que todo el mundo empiece a cuidarse mutuamente.
A veces las personas dominadas se involucran tan profundamente en la sesión que no dicen de la palabra de seguridad, o la olvidan, o creen tan profundamente en la fantasía que no se les ocurre decirla: muchas de las técnicas con las que jugamos, como los interrogatorios, se usan en la vida real para debilitar la voluntad. Dossie recuerda una sesión en la que la persona que estaba dominando le ofreció elegir entre una cosa y otra: «Me sentí muy confusa. Una parte remota de mí recordaba vagamente haber hecho elecciones, pero la respuesta desde el estado mental que tenía en ese momento fue: ‘¿Elegir? Yo no soy una cosa que hace elecciones'». Por lo tanto ¿cuál es la responsabilidad de la persona dominando?.
Si la persona dominada no dice la palabra de seguridad y tú no te das cuenta de lo que está pasando, y esto SUCEDERÁ si juegas durante el suficiente tiempo y lo suficientemente bien, no hay ninguna culpa. De todos modos, es tu responsabilidad vigilar su integridad física lo mejor que puedas. Como persona dominante con principios nos comprometemos a no dañar a propósito a las personas que dominamos. Por eso mismo hacemos comprobaciones a menudo para asegurarnos de que las cosas van de la manera que creemos que están yendo, y constantemente vigilamos la seguridad física y emocional de las personas a quienes dominamos. Si la persona dominada ha ido más allá sin usar la palabra de seguridad y tú ,como la persona que domina, no tienes claro lo lejos que debes de ir, es tu responsabilidad ir algo más lento o parar la sesión y comunicarte con la persona a quien dominas para asegurarte de que tienes su consentimiento informado. Si para hacer esto debes hacer que la persona dominada vuelva a la realidad, recuerda que tu empezaste, ayudándole a que esté en ese estado alterado, por lo que es de suponer que puedes ayudarle a volver de ese estado en cuanto sepas qué está pasando.
Y simplemente porque alguien a dicho la palabra de seguridad no significa que la sesión se ha terminado. Hay veces en las que el problema que os ha llevado a decir la palabra de seguridad es tan abrumadora que el seguir no parece lo más adecuado para ese momento, pero lo que nos encontramos más a menudo es que nos hemos enfrentado a la dificultad que fuera, estamos todavía terriblemente calientes, con la ventaja añadida de la intimidad.»
«The New Topping Book» es una guía de Dossie Easton y Janet Hardy para quienes se inician en el BDSM y les gustaría ser la persona que domina en las sesiones.
La imagen salió de http://www.flickr.com/photos/donshall/8591288569/