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Los dos problemas de quejarse

24 octubre, 2010 a las 5:00/ por

«El primero es que no funciona. Puedes quejarte del gobierno, o de tus amig@s, o de tu trabajo, o de tu familia, pero no va a cambiar nada excepto que habrás perdido el tiempo.


Peor,… mucho peor… es que quejarse es un placebo invertido. Cuanto mejor eres quejándote, empiezas a notar evidencias que convierten tu queja en más cierta. Así que amplificas eso y te sumerjes en ello, y por tanto creas más evidencias, más cosas sobre las que quejarte.

Si pasases el mismo tiempo habla que te habla sobre lo optimista que eres, tendrías que trabajar duro para convertirlo en realidad…»

Seth Godin, alguien que no deja de dar buenos consejos todos los días.
¿Apetece otra perla? Pues vamos allá.
«Las ventas que no haces

Busca en Amazon a la gran cantante de jazz «Emily Barlow» y vas a encontrar… nada. Eso es porque su nombre se escribe Emilie y Amazon ni lo intenta.


Haz una búsqueda de «El señor de las moscas» y encontrarás un montón de resultados, pero ninguna de las primeras es del libro: son por caras versiones con notas o ediciones para educadores. Búsqueda fallida = no hay venta.

Es extremadamente difícil es averiguar porque la gente se va de nuestra tienda, por qué tira nuestro follete, por qué se va de nuestra web… pero de hecho es un territorio fértil para aumentar las ventas de una manera dramática.
No sabrás qué funciona mal si no miras.»

4 Comentarios a “Los dos problemas de quejarse”

  1. Anonymous dice:

    Ah, pero aquí se queja alguien? Pensaba que eso era en Francia… Aquí no tenemos cultura de protestar por nada, o si la hubo, lamentablemente, se ha perdido.

  2. demonella dice:

    Dice Sofía Loren que se mantiene así de esplendorosa porque lleva siempre la espalda recta y… nunca se queja (Se lo aconsejaba a Isabel Allende, según cuenta, en sus memorias). Y es verdad, quejarse es de viejos.

  3. Anónimo aqui y en todas partes (el autor es norteamericano) se queja tolmundo tolrato. Otra cosa es protestar, y eso se hace en Francia. Desde el siglo XVIII :D

    Y sip, Demonella. Hay que tener cuidado con lo de quejarse. Yo aprendí a dejar de quejarme el día que una chica me disparó en la cara: «Joer, qué autocompasivo eres». Uno de esos momentos que aprendes para toda la vida del palo que te llevas XD
    Y desde entonces lo que hago es buscar qué puedo hacer para cambiar las cosas :-)

  4. luna dice:

    Esé es el dilema, «quejarse o no quejarse…….» o «ante quien quejarse».
    Sería absurdo quejarse ante quien no puede solucionar la causa de las quejas…..
    Pero si no te quejas nunca, corres el riesgo de ser etiquetada como insensible ó ser victima de las envidias ajenas…
    Nunca sé si debo quejarme, ni cuando hacerlo.

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