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Mi particular manera de hacer las cosas…

5 noviembre, 2015 a las 17:53/ por

Creo que hago algunas cosas de una manera poco habitual.

 

El número de visitas al blog

Se lee continuamente por ahí la importancia que se le da a las visitas a una web, blog, etc. Entiendo que es fundamental cuando pones publicidad (ya cambiaré de opinión el día que la ponga) pero si no es así, me parece mala idea estar controlando cuánta gente visita el blog, porque creo que es humano, inevitable, acabar escribiendo sobre lo que provoca más visitas y se dejaría de escribir de otros temas. Si yo eligiese tema según el número de visitas, escribiría muy a menudo sobre temas sobre hombres vs mujeres. Hables de maltratadores, de manipulación, de la particularidad que sea y que digas que hay «hombres que hacen x» o «mujeres que hacen y»… todo el mundo se da por aludido.

 

 

Sí me fijo en las visitas pero de una manera mucho más general. Lo que es muy agradable es que, según pasan los años, vaya aumentando el número de visitas, despacio, poco a poco, año tras año desde 2012 (cuando se cambió de blogspot a la web que hay ahora). Con eso, y con saber que el 50% de las visitas vienen de Europa y el 50% de América, ya me llega. En lugar de estar viendo las visitas cada día, o semana, prefiero ir escribiendo según dónde me lleva la curiosidad de cada día. Del tema que me interesa en cada ocasión. O respondiendo a cosas que me piden, como hacer más visibles las etiquetas o hashtags.

 A mí me importan poco las visitas, igual que importan poco el número de oyentes de un programa de radio o el número de gente que lee un periódico o revista… Las visitas no miden más que «presencia» de alguien delante de ese texto. Pero no te dice nada sobre si lo ha entendido, si lo ha leido pero no comparte esa opinión en absoluto, si le ha importado, si le ha resultado irrelevante… La gente rara vez me comenta que me han leído o escuchado aquí y allá. Así que me lo tomo como una cuestión que funciona por goteo, poco a poco, un pequeño grupo aquí, otro allá.

 

 

A fuego lento

Creo que es obvio a estas alturas que no voy comentando los temas que «tocan» en cada momento. No escribo sobre halloween en halloween, no escribo sobre noticias que aparecen en prensa (sea Ashley Madison o el penúltimo estudio de alguna universidad sobre la diferencia entre hombres y mujeres),

Las únicas veces que sí presto atención a fechas es cuando son eventos cruciales como la marcha estatal contra las violencias machistas de este sábado. Si no, prefiero no escribir sobre lo que ya escribirá todo el mundo e ir por libre, porque hay muchas cosas sobre las que escribir.

Y sé que hago algo poco habitual: Concentrarme en un tema durante meses o años. Esa es la razón por la que, por ejemplo, sé que sigue pendiente traducir el texto de Jacob Strandell sobre anarquía relacional y el del discurso amoroso. Y traducir y resumir vídeos y textos del congreso de no monogamia de Lisboa. Y de The New Topping Book. Y comenzar a traducir sobre BDSM tántrico. Y, si al final no lo traducen, ponerme a traducir de More Than Two. Y sobre la nueva película de Centeno y el corto de Soledad Arnau. Ver qué películas interesantes se proyectaron en el lesgaicinemad… Ahí están esos temas y otros más, esperando, pero sin olvidarme de ellos.

Esa costumbre de escribir con calma, evitando escribir en cuanto aparece una noticia me ha evitado —afortunadamente— acabar dando visibilidad a supuestas noticias que en realidad eran campañas de publicidad.

 

 

El ego

Afortunadamente las cosas me han ido sucediendo de una manera curiosa. Para quien no lo sepa, nunca empecé a escribir un blog por deseo propio. Empecé a participar en un foro de un local swinger al que solía ir en 2005/2006 porque me había cansado de leer maravillas de lo que pasaba allí cada noche… escrito por personal del local que no decía su posición poco neutral. Y que si no era mentira, no era toda la verdad. Por eso me puse semejante nombre tan poco original como «la mosca cojonera»: Porque sabía que molestaría al local que yo escribiera lo que escribía…sin que supiesen quién escribía eso.

Lo que sucedió es que, en lugar de molestarse el local, que lo aguantó dignamente, me surgieron dos trolls muy insistentes, que respondían de la manera más hiriente posible a cada cosa que yo escribía. Siempre utilizando el cansino «hay alguna gente que se cree que». Hasta que me cansé y decidí tener mi propio blog para poder borrar todas sus respuestas. Gracias a ese par he aprendido a manejar muy bien a cualquier troll. Y de rebote sucedió que, desde 2006, tuve mi propio blog en blogspot.

Durante años nadie sabía quién escribía sobre eventos, locales, etc y eso permitía que me contasen todo sin cortarse, sin saber que (sin dar nombres, ni datos comprometedores) eso aparecería escrito al día siguiente en un blog. Poco después me encontré The Ethical Slut y ahí empezó lo de traducir libros y textos, darme cuenta de que había miles de cosas interesantes que traducir.

Fue en 2012 cuando junté lo que había aprendido de diseño de servicios, lo sumé a lo que había aprendido en los años que llevaba organizando cosas para «golfxs con principios» (traducción libre de ethical slut hecha en 2008), que se juntó al activismo en otros campos hasta ese momento, al diseño gráfico… y ahí apareció la web que es ahora.

No ha sido hasta 2015 que, después de que me insistieran una y otra vez, he visto que también había interés en posts escritos por mí, dando mi opinión, como una aportación más. Y viendo que lo que he dicho a veces ha sido útil, he empezado a escribir mi opinión de vez en cuando. Más que hincharme el ego, lo que sí siento es ¿felicidad? de que lo que pueda escribir o comentar le pueda resultar útil a alguien, como me fueron comentando más y más personas. Es una sensación muy satisfactoria, la verdad…

Pero mi ego, por como han sucedido las cosas, no puede hincharse demasiado… Suelo decir que en asuntos sexuales yo «me saqué el práctico primero y ahora me estoy sacando el teórico», como si fuera el carnet de conducir. Aún estoy en el comienzo del segundo año del máster, así que sé que me queda bastante por aprender de la «parte teórica», aún seguiré cambiando de opinión en muchos temas según vaya aprendiendo más y más, con lo que, si dentro de un tiempo puedo estar negando o corrigiendo algo que he dicho hoy, tampoco puedo decir las cosas con un ego muy hinchado…

Por ahora me caigo bien. Ojalá siga haciendo así las cosas :-)

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 La imagen principal salió de aquí.

 

7 Comentarios a “Mi particular manera de hacer las cosas…”

  1. Petirroja Jones dice:

    Hola,
    Yo estoy entre esas personas que casi siempre lee tus artículos y nunca comenta nada.
    Me ayudan a veces a no sentirme sola en algunos ideales Me hacen pensar. Me hacen sonreír. Me enganchan. En resumen, los disfruro totalmente y aprendo siempre con ellos.
    Gracias

    • moscacojonera dice:

      Muchas gracias por haberte animado a escribir hoy :-) Sé que tu y bastante gente está ahí leyendo, y lo agradezco muchísimo :-) :-****

  2. Jam dice:

    Primero agradecerte la «constancia» en catalá decimos tossuderia por escribir tanto y sobre tantas cosas tan poco explicadas.

    Segundo lugar que me parece curioso que cuantas mas visitas,menos comentarios…¿no? ¿o es que solo comentamos en las redes sociales?

    Y por ultimo, ya que hablamos de lo que escribes.
    ¿Me permites una o dos propuestas?
    La organizacion El principe lila.
    El festival Burning Man ( Creo que Amarnda Miller estuvo alli,¿no?¿alguien mas?

    Pd: y que nos gusta tu (particular) forma de hacer las cosas…
    Pd2 Y seguimos leyendo…

    • moscacojonera dice:

      Bueno, también puede ser que mi manera de escribir no da mucho pie a los comentarios. Ni busco polarizar ni dejo preguntas abiertas… De todos modos, siempre hay quien, a pesar de leer a menudo y no escribir, un día se anima a hacerlo, como Petirroja, y te da una alegría. Ya conocía una amiga que, sólo en persona, me aclaraba que todas las mañanas leia lo que yo escribía con los periódicos. Es para gente como ellas, para quienes leen a menudo, para quienes me gusta respetar la costumbre de escribir una y otra vez, porque sé que están ahí aunque no digan nada :-)

  3. Jesús dice:

    Miguel, tu trabajo no tiene precio. Muchos no comentamos nunca, visitamos el blog de forma irregular (y cuando lo hacemos nos damos un atracón para ponernos al día), acudimos a los eventos y ni saludamos … Pero si mañana desapareciésemos sentiríamos un hueco enorme. Lo que haces y la forma en la que lo haces es necesario e inspirador. Gracias.

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