Offtopic: Lo que se ahorra un@ leyendo libros
13 septiembre, 2009 a las 8:41/ por moscacojonera
Leyendo libros se ahorran sustos. O tiempo. Seguramente le habría ahorrado errores al gobierno de Letonia que ahora está pasando por el aro del FMI para que le den créditos. Y claro, pasar por el aro significa siempre poner todo el país en venta, que se forren cuatro y se quede mucha gente viviendo en la ruina. Se hizo en Argentina, en Polonia, en Rusia,… ya se ve lo bien que quedaron tras el «tratamiento».
La «terapia de shock» se nutre ya de estrategias de marketing, propaganda y falsificación de datos, tratando de demostrar que el mercado libre es la única vía para escapar de la decadencia económica y de la pobreza masiva. Pero el consenso tiene que ser conquistado electoralmente, aun si eso puede llegar a ralentizar el ritmo de «reformas».
La política vudú
Para remover ese obstáculo hay una estrategia bien probada durante la «guerra de la deuda» en América Latina: crear el pánico, para luego presionar a fin de que se adopten «terapias» económicas neoliberales.
El Banco Mundial y el FMI se convierten entonces en instituciones supranacionales adaptadas al objetivo de limitar la soberanía popular y privar a los gobiernos nacionales de cualquier autonomía decisional. Los programas económicos son, pues, confeccionados en Washington, pero su aplicación in situ viene garantizada por personal político «fiel a la línea».
Nami Klein muestra documentalmente cómo incluso las crisis asiáticas de los años noventa tuvieron como protagonistas al Banco Mundial y al FMI, que orquestaron a sabiendas la crisis financiera a fin de demoler toda presencia estatal en la economía. Y cuando Tailandia, Filipinas, Malasia, Indochina y Corea del Sur capitularon frente al FMI, un «Chicago boy» escribió una columna en el Financial Times comparando la revolución del libre mercado en Asia con una «segunda caída del Muro de Berlín»
- «se han cerrado 30 hospitales, los enfermos deberán alquilar a partir de ahora la cama en los centros públicos, el salario de los maestros se recorta a la mitad, el salario mínimo baja el 20% y las pensiones, el 10%.»
- «La situación es excepcional y todos aceptamos que hay que recortar, pero no aprobamos ni las prioridades ni los métodos del Gobierno», explica la vicepresidenta de la principal confederación sindical (LBAS) Livija Marcinkevica, quien añade: «Los sindicatos sólo firmamos el pacto porque, de lo contrario, el FMI no otorgaba el crédito».
«La ayuda internacional trata de evitar que se hunda la moneda nacional (lat) porque entonces contagiaría quizá mortalmente a Suecia, cuyos bancos dominan el mercado báltico y lo han sembrado de créditos en euros.»