El otro día, en una de esas demostraciones de que las cosas en España siempre se importan mal, se les ocurrió a los del PP Vasco contratar a Pignoise para un concierto pero con playback (no vaya a ser que digan algo no previsto). Vale la pena leerse todo el articulo y ver los vídeos.

«Sí, el playback fue total. Pero más totales resultan aún esos centenares de borjamaris haciendo palmas a destiempo, contoneándose con sus polos Ralph Lauren rosa, gritando al viento toda su furia antisistema mientras Pignoise descargan su rabia punk-Faes. Demoledor.

Magníficos agages pata negra, con ondas en el flequillo y barbita neocon, expuestos al rock abrasivo, auténtico y sin contemplaciones de los Pignoise, tío, con crestas y todo. Y si llegan a tocar de verdad, ya hubiera sido la hostia«.

Por lo visto la idea es intentar aplicar una política «Obama style», pero sin dedicarle ni dos neuronas. Se confunde la campaña de Obama, una complicada operación de marketing con mucho recorrido, con «ah, hostia, que la gente lo que quiere es más gente predicando y menos gente hablando de política«. Yo creo que se acordaron de las misas de los años 70, con guitarras y musiquita, los tiempos de Jesucristo Superstar. Estructura «Sermón + Musiquita». Y de aquellos polvos, estos fangos hasta la nariz.

Intentando «cool religion», como la norteamericana en algunos sitios. (Aqui otro ejemplo, sacado de un artículo en Soitu). Eso es lo que pasa por olvidar tu propia historia, no saber qué defiendes, por no saber de dónde vienes. No se dan cuenta que se parecen más a la mujer que llamaba «árabe» a Obama, al descerebrado Bush y no a una derecha razonable. No se dan cuenta de que incluso McCain es más moderado que ellos. Una ceguera con la que ya llevan unas décadas. Y que les dure.

Puestos a quedarse con un Jesus Superstar, me quedo con el ya clásico y mucho más divertido de Youtube.

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