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Para salir de un agujero, lo primero es dejar de cavar

19 febrero, 2011 a las 6:00/ por

Digging myself into a deeper hole!

(Nota: Este post sólo interesa a quienes les parece deseable que el BDSM, y otras cosas, se vean como algo más normal. Si no es su caso, circule, aquí no hay nada que leer) :-)

«El BDSM está mal visto«, se llora a menudo. Por eso no se lo cuentas a tu círculo cercano, ¿no?. Lo mismo se aplica a otras prácticas «poco comunes».

Es muy muy habitual, lo he visto muchas veces dentro del gremio, el presumir de ser lxs malotxs del instituto. «En un local de swingers una vez le dieron a una chica unos azotes suaves y había gente que le parecía mal. ¡¡¡Y eso que no han visto nada!! ¡¡¡Si ven una sesión de verdad, se mueren!!!»
Esa tentación de epatar a la burguesía (me encantó la expresión que no conocía que existía tal cual, que leí en el blog del Nido).
«Epatar a la burguesía o impresionar a los burgueses es una frase francesa que se convirtió en un grito de guerra para los poetas galos decadentistas de finales del siglo XIX incluyendo a Baudelaire y Rimbaud. Significa impresionar a la clase media o a los burgueses.
Los decadentistas, fascinados como estaban con el hachís, opio y absenta, encontraron en la novela «A contrapelo» («A Rebours», 1884) de Joris-Karl Huysman, sobre un heroe sexualmente perverso que se encierra en su casa, sumergiéndose en la apatía vital y el aburrimiento (ennui), alejado de la sociedad burguesa que desprecia.
Los poetas esteticistas en Inglaterra, como Oscar Wilde, compartían esa fascinación. Esta celebración de esa devoción enfermiza y …. hacia la vida, el arte y los excesos ha sido un tema recurrente en la cultura.
Antes de fascinarte por la vida de Baudelaire, por la bohemia, igual conviene saber que recibió una herencia inmensa de su padre y que se dedicó a gastárselo todo… Con una sentencia que le reparte esa herencia en mensualidades. Qué fácil la bohemia con la vida resuelta y la madre ocupada de que viva bien… hasta morir a los 46 años en brazos de ella. No es una crítica de la obra, o las traducciones de Poe. Sino de la postura vital de varios bohemios que no, no es la de ustedes. :-) Es complicado epatar a la burguesía llevando un iPhone en el bolsillo, o con una hipoteca, o con el Kindle.

Escuchando el programa del otro día en Radio Nacional (Podcast de «Afectos», del 8/2/11) me llamó la atención la relación que tenemos con «el planeta», de la que creo que no nos damos cuenta.
  • La gente NO sabe dónde contactar para entrar en contacto con el mundo BDSM.
  • Cuando no saben dónde ir, el primer sitio al que recurren son los contactos profesionales de los periódicos.
  • La gente ve como BDSM lo que ve en internet. Normal que primero vayan a Google. ¿Qué ven? Burradas, cosas extremas, que sean muy llamativas. O lo que leen en los foros, con mucha gente sin cara, que no se sabe ni quien es en muchos casos. Conozco el caso de algún gurú que resultó ser un casado muy fantasioso que nunca había practicado nada…
  • En el programa aclaran que hace falta explicar, cuando hay una audiencia muy amplia (casi 200.000 personas), que es una relación con dominación CON UN CONSENTIMIENTO PREVIO. Si no hay consentimiento, no hay relación. (Lo mismo que si eres gay, y te gusta un chico que no lo es. No lo violas). En eso consiste hacer campaña por algo: explicar miles de veces cosas que sabemos de sobra a gente que no las sabe.
  • Menos mal que llamó un habitual del gremio, Azrael, en lugar de un «friki» o alguien mal de la cabeza, que de eso también tenemos, como todos los colectivos :P Se manejó muy muy bien en la llamada.

La locutora lamentablemente cierra el programa con la tontería de que choca que las mujeres regalen látigos en un país donde el dolor existe en el maltrato machista. Lo dicho mil veces: La diferencia entre BDSM y una agresión es la misma que entre el sexo y una violación.

Creo que es mejor que intentemos no parecernos a Libranda, hagámoslo fácil. ¿Es SÓLO culpa de «la gente» que no entiendan, si no saben ni dónde tienen que mirar?. Facilitemos más la entrada. En cualquiera de los gremios. No en internet, porque ahí entra de todo, pero sí en persona, a quienes quieran saber más.
¿Podemos dejar de presumir de ser malxs malísimxs?. NO siempre hay dolor, no siempre es extremo, no siempre hay que ir al límite. Disfrutamos de un sexo «ampliado», conocemos gente, recursos, consejos, para llevar a cabo de manera segura nuestras fantasías… Tenemos mucha suerte, y podemos hacer que otra gente también la tenga :-)

6 Comentarios a “Para salir de un agujero, lo primero es dejar de cavar”

  1. demonella dice:

    Ya, pero el caso es que muchxs de los que estamos en ésto, tenemos un ego considerable, y además del placer de experimentar con bondage, dolor, límites… queremos sentirnos muy, muy especiales. Decadencia, exclusividad cultural, «épater les bourgeois», van de la mano. Yo creo que en el fondo, hay poca gente que quiera normalizarlo, y que te puedas comprar el látigo en el Carrefour.

  2. Ya. Bueno, yo también releo el post y… no sé. La cosa tiene más matices…
    Y no es o las catacumbas o Carrefour. Hay más grados :P

    De todos modos, siempre me pasa lo mismo: me lío, me lío y me lío, y todo sale de una frase o una situación que a lo mejor me llama la atención, o a mí personalmente no me parece buena idea: como eso de «esto no es nada, muñeca, podemos ser mucho más crueles».

  3. Amapola dice:

    Y qué culpan tenían Rimbaud o Baudelaire? Piensa que heredar, o no, se parecería a una opción sexual por ejemplo, algo que uno elige sólo a medias, y que se puede permanecer en el armario, igual que regalar un patrimonio en lugar de implicarse en él ni que sea «malgastando».

    Conocí el BDSM en internet y me planté sola en una fiesta sin conocer a nadie personalmente. Querer compartir lo que te gusta me parece lo natural. Somos privilegiados, en eso también estoy de acuerdo contigo y creo que se puede aspirar a encauzar a quienes pueden tener esas mismas tendencias (¿de verdad crees que se trata de repetir las cosas miles de veces?), y también se tiene que poder aspirar a que a los que en el fondo no les interesa no te echen en cara que hayas querido «convertirles».

  4. Buffff…al final acabamos topando con los látigos, y con la realidad de las cosas. Y yo tampoco estoy demasiado contento con mi propia frase sobre los látigos, pero es que creo que es peor querer ocultar prácticas y decir, como uno antes que yo, que ciertas cosas son fingidas y no reales.

    El mensaje que quiero transmitir siempre, en mi caso, es que para mí el BDSM es mi orientación sexual y el contexto en que tiene lugar una buena parte de mis relaciones sociales: ES MI IDENTIDAD SEXUAL Y AFECTIVA Y LA DE QUIENES SE RELACIONAN CONMIGO DE FORMA INTIMA. A mí me la sopla epatar a nadie, y cualquiera que me conozca un poco sabe que tampoco juego a parecer malo malísimo, pero si existen las prácticas en las que se produce el dolor, hay sangre, y hay riesgos para los que es indispensable estar informado y preparado, cualquier clase de intento de normalización debe dejar eso claro de antemano, en mi opinión.

    Saludos, Az.

  5. Selket dice:

    Hace rato que como «hetero» defendía la diversidad de la vida.
    Ahora que ya les dije a varios amis que soy «bi» lo defiendo más :-)
    Pero no es fácil derribar barreras de prejuicios con más años que la civilización.

    Siempre genial tu blog.
    Besos

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