POLYCONVIVENCIA: ¿Debemos compartir casa todos los miembros de la relación? (1)
12 diciembre, 2016 a las 11:09/ por moscacojonera
Igual que no había mucho material en castellano sobre poly-rupturas, tampoco hay demasiado sobre convivencia de todos los miembros de una relación. Por eso me dedicaré a buscar textos interesantes sobre el tema. El primero que traduciré es «POLY LIVING STYLES: SHOULD WE ALL LIVE TOGETHER?», de Kathy Labriola (la de la foto), la autora del libro de ejercicios sobre los celos que estoy traduciendo para Melusina.
INTRODUCCIÓN
«En los últimos 40 años que he estado involucrada en lo que ahora se llama la comunidad poliamorosa, he visto a mucha gente intentar muchas combinaciones posibles de la convivencia con varias relaciones simultáneas. En los 20 años que he estado asesorando a personas poliamorosas de manera profesional, he notado que hay una fuerte creencia de que una forma de poliamor es moral y políticamente superior a otras. Una y otra vez oigo a mis clientes que el poliamor «de verdad» es un matrimonio en grupo en el que tres o más personas viven juntas en la misma casa, compartiendo gastos, crianza y tareas de la casa como una unidad familiar. Cuando le pregunto a la gente de dónde han sacado esa idea, parecen confundidas y dicen «Pensaba que el poliamor era eso». Muchos de esos clientes son muy infelices porque han intentado ese modelo al menos una vez (y a menudo varias veces con diferentes parejas) y se han estrellado después de unos meses o un año. Cuentan que sienten que han fracasado porque aspiraban a vivir lo que veían como el ideal poliamoroso máximo y que no han sido capaces de mantenerlo.
A menudo me he preguntado por qué la idea de «vivir como una familia bajo el mismo techo» parece estar tan arraigada en nuestra comunidad como el auténtico camino del poliamor. Supongo que puede ser por su similitud con la familia nuclear a la que nos hemos acostumbrado: es como casarse con la diferencia de que te has casado con más de una persona. También puede ser que se haya convertido en una mitología popular porque es un modelo que aparece a menudo en libros de ciencia ficción, como el retrato de Heinlein de la «línea matrimonial» y otros modelos de matrimonios en grupo. Y los intentos en el pasado de llevar adelante utopías comunales como la Comunidad de Oneida y otras incluían matrimonios grupales, y esto puede habernos animado a verlo como la forma más elevada de poliamor.
Sea cual sea el origen del modelo, la mayoría de la gente que ha intentado este modelo de «convivencia de todos los miembros» se han encontrado que no funcionaba en su caso. Cuanto más sabes sobre los retos y problemas potenciales, más acertadamente puedes valorar la viabilidad de este modelo en vuestro caso y tomar las medidas para maximizar vuestras posibilidades de éxito.
He visto, literalmente, cientos de tríos y cuartetos mudarse para convivir como familias poliamorosas, y no puedo contar más de diez casos que han sido capaces de mantener su familia más de dos años.
Para quienes lo consiguen, los beneficios son muchos:
· Varias personas adultas compartiendo la cocina, tareas de la casa y la crianza
· Varias fuentes de ingresos que aseguran un nivel de vida más confortable y da seguridad económica a largo plazo
· Una vida más económica y ecológica al compartir recursos
· Mucha compañía
· Relaciones románticas y sexuales estables
· Una vida social y comunidad propias.
Los tres ingredientes para que este modelo funcione son:
1. Una alta compatibilidad entre los miembros de la relación que comparten casa en todos los aspectos de la convivencia
2. Un alto grado de flexibilidad y disposición a comprometerse y acomodarse a las necesidades de todos los miembros de la familia
3. Unas habilidades interpersonales excelentes, buena comunicación y unos límites sanos.
Estos tres ingredientes son importantes en cualquier relación poliamorosa, pero son esenciales si estás compartiendo casa. Estos son algunos de los ejemplos de familias poliamorosas que han tenido éxito en esta tarea tan difícil».
Traducción propia. ©miguel vagalume 2016. Artículo original: «POLY LIVING STYLES: SHOULD WE ALL LIVE TOGETHER?» ©Kathy Labriola