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¿Qué falta hace complicarse la vida con el poliamor?

5 febrero, 2016 a las 15:42/ por

¿Qué falta hace complicarse la vida de esa manera?¿Para qué le vas a contar nada a tu pareja si ya sabes desde el principio que, si se entera que has estado con alguien más, se acabó la relación? Hay veces que surge la oportunidad, surge de manera inesperada y ves que puedes tener una aventura sin más complicaciones. Y ahí se queda, no pasa nada más. Entre un drama importante si se cuenta lo que pasó y dejar esa aventurilla ahí, como lo que es, es fácil saber qué elegir.

Es normal que si se lleva mucho tiempo con alguien «la llama» se va apagando, el deseo desaparece. Esa situación curiosa, que cuánto más tiempo estás con alguien, más se celebra, mejor parece esa relación… pero no siempre. Esa complicada ecuación en la que hay cosas que cada día van un poco peor, pierden su gracia inicial…. pero, por ejemplo, cada día te haces más mayor, cada día te da más miedo cambiar toda tu vida.

Porque si dejas una relación después de ¿8 años?¿15?¿20?, no sólo se termina esa relación. El lío que se monta es mucho más complicado que eso… Es dejar de convivir, ponerse a buscar piso (que en pareja sale más barato), cambiar de amistades, de familia «política»… y es todavía más complicado si se han tenido bebés. O ya han crecido. O si se tiene una hipoteca.

 

 

Es lo que tiene no complicarse la vida. Es mucho más sencillo encontrar una persona que te gusta, enrollarse —y así de paso comprobar la compatibilidad sexual y demás cosas— y poco a poco ir construyendo esa relación, decidiendo cuándo conviene vivir cada cual en su casa, o cuando ya compensaría vivir en la misma, o si no compensa tirar el dinero en un alquiler…

Hacer cosas normales es mucho más sencillo. Lo del poliamor suena muy bonito —a veces— en teoría, pero es algo muy distinto que eso funcione en la práctica. Nadie nos ha enseñado cómo se procesa que tu pareja tenga otro amante con quien hace cosas que contigo no hace. O que haga tríos, y a ti no te surjan.  O que tenga otra pareja. Y que no se parezca en nada a ti. O que sea casi igual a ti. Cada día se habla más de poliamor, y cada día hay más gente que lo ha intentado y ha sufrido mucho. Por eso prefiere olvidar esa opción, dejar de darle vueltas, dejar de complicarse la vida. Y en su lugar han decidido tener una relación como tantas otras.

 

 

La gran mayoría de la gente decide tener otros problemas. La mayoría prefiere no complicarse la vida con esas cosas raras. Prefieren complicarse la vida con lo que lo hace todo el mundo: averiguar cómo convivir con esa vida sexual que se apaga, pensar cómo resolver el dilema cada vez que tiene una aventura o un bebé con alguien que no es su pareja, no aburrirse. Prefieren encontrar alguna manera posible de seguir hablando con gente por Facebook, Tinder, twitter sin que su pareja se entere. Porque al fin y al cabo no es más que hablar. Y cuando hay demasiada intimidad, se lleva ese secreto como se puede. Y si luego apetece verse por Skype, tampoco es tan complicado, nadie se va a enterar… O enviando vídeos cortos.

Hay otras maneras de vivir la vida. Pero, sin duda, parecen más complicadas hoy. Es mejor que todo siga pareciendo normal. Aunque en realidad la vida no sea nunca «normal», sino que sólo aparenta serlo, y cada cual se tiene que ir buscando la vida para poder hacer otras muchas cosas que le apetece o apetecería hacer. Pero ¿para qué complicarse la vida? Que la persona con quien llevas ¿años?¿décadas? no sepa tantas cosas de tu vida y tú no sepas tantas de la suya es lo normal. Y si no se pone el tema sobre la mesa, es mucho más sencillo si tampoco interesa tanto saber qué quiere de verdad la persona a la que quieres. O que tu pareja sepa lo que realmente te gusta a ti. Igual es complicarse demasiado la vida enterarnos de qué nos gustaría hacer de verdad.

 

Fuente de la imagen principal: https://www.flickr.com/photos/pierregw/6904651234/

3 Comentarios a “¿Qué falta hace complicarse la vida con el poliamor?”

  1. fulano dice:

    poliamor no es lo mismo que infidelidad

  2. Jesús dice:

    Madre mía, lo que me he reído con este artículo, Miguel. Es que esa misma conversación la tengo con mis amigos y amigas cada dos por tres. Nadie está contento con lo que tiene y nadie se plantea que haya que cambie nada. Tanta disonancia cognitiva me agota y me aburre.

    Este texto es para enmarcar. Gracias.

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