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Rupturas poliamorosas (1)

15 noviembre, 2016 a las 11:37/ por

Igual que hay diferencias a la hora de manejar enamoramientos, amores, compromisos, acuerdos, etc. las rupturas también pueden ser diferentes en las relaciones  poliamorosas y similares donde existen varios vínculos simultáneos.

En las relaciones monógamas, casi por definición, las rupturas tienen que ser absolutas. O todo o nada. Una cara de la moneda monógama es entender el vínculo como el amor eterno, la pasión interminable, la fusión de dos, las medias naranjas. Y la cruz de esa manera de entenderlo es que, si una persona «no funciona», si no es «la persona ideal», si no es el príncipe azul o la princesa prometida, eso significa que debemos rechazar toda relación con esa persona para centrarnos, en exclusiva, en la siguiente persona.

Y eso no tiene que ser necesariamente así en las relaciones poliamorosas, anarquistas relacionales y demás relaciones donde coexistan dos o más vínculos. Una opción la plantea Kimchi Cuddles, el cómic más famoso actualmente en el ambiente poly:

 

 

Nº 490: RUPTURAS

«Como suelen funcionar las rupturas

— «Noto que hay cosas de nuestra relación que ya no funcionan, así que dejemos de hacerlas».
— «Eso es, y dejemos de hacer también todas las cosas que SÍ están funcionando bien. ¡Así nos rentiremos mejor!
— [LLORANDO]

¿Qué pasaría si nos permitiésemos una transición más auténtica en su lugar?
— «Noto que hay cosas en nuestra relación que ya no funcionan, así que dejemos de hacerlas».
— «Es cierto, ¡pero mantengamos las partes que SÍ están funcionando!».
— Puede hacerse duro compartir contigo unas cosas pero no otras.
— Sí, será un cambio ¡pero sigamos hablando de qué es lo que realmente QUEREMOS compartir mutuamente! <3

 

Esta es UNA de las maneras de gestionar las rupturas: Entender que no son una cuestión binaria, que un vínculo no tiene que oscilar NECESARIAMENTE entre una relación al 100% o reducirla a cero. Pero, como pasa también en otras recomendaciones anglosajonas, se explica de una manera muy razonable, muy adulta, muy distante… y no muy realista. O al menos no adaptada a todos los casos… Tampoco se puede pedir mucho más a cuatro viñetas, no es un ensayo.

De lo que he hablado con mis dos compañeras de viaje, mis gurusas, (os cito si queréis, no si no queréis) ha sido que es imprescindible un duelo (entendido como «proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier pérdida (pérdida de un empleo, pérdida de un ser querido, pérdida de una relación, etc.)). De lo contrario, las circunstancias que han hecho que se llegue a la ruptura o a ese momento crítico, se repiten una y otra vez, impidiendo cambiar la situación y dejar de sentir el dolor causado hasta ese momento.

 

 

 

Como comento, la opción de seguir manteniendo lo que sí funciona de una relación es posible en algunos casos. Pero igual que existe el Poliamor Romántico™ (el poliamor idealizado en el que todo el mundo quiere a todo el mundo, en el que sólo reina la felicidad, en el que hay amor infinito para todo el mundo, en el que nunca hay problemas), también puede creerse que las rupturas poliamorosas/AR tienen que ser SIEMPRE una evolución a otro tipo de relación cercana, afectuosa, con cariño… Y no siempre es así. Con el tiempo pueden haber cambiado mucho las circunstancias, puede haber cambiado la imagen que se tenía de esa persona (que ya no es tan idealizada porque se conocen más detalles o haber descubierto que es sencillamente «tóxica») o quizá no se encuentra la manera de gestionar la relación después de la ruptura…

En ese caso, cuando hay más cosas negativas que positivas y no se encuentra otra manera de mantener la relación, se puede preferir buscar la manera de poder dejar ese vínculo atrás. De las muchas recomendaciones que hay por internet para ese proceso de «desenamoramiento» parece que el más recomendado es este. Y eso no es tan sencillo, como sucede en tantas ocasiones en que se sigue porque hay un 10% de la relación que sigue dando alegrías, y por el que se está esperando, mientras se soporta el 90% restante. Todo un espectro. Desde los casos de puro afecto hasta los más complicados en que no se sabe cómo romper ese vínculo. Hay mil perspectivas sobre esto en psicología: la codependencia, la dependencia, tipos de apego, además de otras perspectivas sociológicas, sexológicas, espirituales, «relaciones conscientes»…

Viendo lo amplio de este tema, y los pocos recursos que hay aplicados a las relaciones poly/AR, iré reuniendo aquí lo que vaya encontrando. Aunque en castellano no hay mucho, como es habitual, sí hay varias perspectivas diferentes de varias fuentes en inglés a las que suelo recurrir habitualmente. Irán todas bajo el mismo título de «Rupturas poliamorosas». Como en otros temas, debe tenerse en cuenta que todos los posts no buscan ser un único enfoque respecto a las rupturas, sino que la intención es reunir todas las herramientas posibles y que cada cual las utilice personalmente, o en su entorno, de la manera que se adapte a su situación.

 

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