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Salir del armario (no-monógamo) – 2

25 octubre, 2011 a las 9:00/ por

Sigo traduciendo lo de ayer, ahora con la otra cara de la moneda:


Los riesgos de salir del armario.
«Para algunas personas, hay tantas razones para NO salir del armario como para salir de él. Una de las más citadas —y que es importante— es que si hay hijxs hay terreno para una discusión por la custodia. (…) Dos de las personas a las que entrevisté perdieron la custodia de sus hijxs por ser poliamorosas. Otras decidieron salir del armario de manera selectiva por los problemas potenciales con la custodia.
(…) Otra razón frecuentemente citada para no salir del armario es el riesgo a perder el trabajo. Varias personas que entrevisté trabajaban para el gobierno o tienen puestos de trabajo de alto nivel, y temen repercusiones negativas. Las personas que trabajan con niñxs creen que sus relaciones serán malinterpretadas, vistas como desviadas y dañiñas para lxs niñxs. (…)

Sea cual sea el estilo de pareja no-monógama que adoptes, todas las relaciones no-monógamas son alternativas. Contradicen las expectativas de la gente, y muchas personas están en contra de cualquier relación diferente a la monógama por supuestas razones morales o religiosas, o por culpa de simple ignorancia y fanatismo. Algunas personas deciden no salir del armario por el estigma de las relaciones no-monógamas y el miedo a las críticas o el rechazo de sus amigxs, familia y colegas de trabajo.

Lo más duro es vivir en una cultura que no considera válidas esas relaciones. Es decir, si le cuentas tu tipo de vida a alguien, puedes recibir la etiqueta de «obsesionadxs con el sexo» (sex freak) o algo peor.
— Dahlia
Para algunxs, el lugar donde viven determina en qué grado salen del armario para otra gente. Es especialmente difícil para quienes viven en comunidades conservadoras. Ilana y Luke, que viven en el sur profundo, no se lo han dicho a casi nadie que son poliamor. (…) Han decidido no tener citas con nadie cerca de su ciudad por miedo al cotilleo que se podría generar si algunx de sus amantes decide sacarlos del armario. Además de eso, cuando lxs amantes de otras ciudades vienen a la ciudad a visitar, deben ser muy cuidadosxs de no dar muestras de cariño en público.

Hemos tenido una serie de experiencias negativas con personas que ven cosas, proyectan, dicen cosas a nuestras amistades, nos sacan del armario frente al sacerdote, con lo que eso es probablemente la parte más dura… Pero la segunda parte es encontrar personas que piensen igual, simplemente para llevarse bien, con quien discutir temas y sentimientos… Prácticamente no tenemos amigxs aquí con los que podamos hablar de los temas derivados de tener varixs amantes.»

Traducción y adaptación propia de «Opening Up» de Tristan Taormino. Se puede comprar en Amazon.

3 Comentarios a “Salir del armario (no-monógamo) – 2”

  1. Lo cierto es que los casos que menciona el texto son bastante extremos, pero sí es cierto que lo más razonable parece mantener un equilibrio. Sería absurdo y vergonzoso, si estás con alguien a quien quieres, mirar a los lados antes de darle un abrazo o un beso, del mismo modo que sería muy exagerado ir a follar debajo del balcón de tu madre.
    A priori parece que la mejor opción es comportarse con naturalidad, y el que quiera pensar mal, que lo haga, después de todo esa gente igualmente pensará mal aunque se le explique todo.

    Y por el contrario, el tipo de persona a quien sí se le podría explicar una situación así, sin malentendidos, no suele requerir explicaciones

  2. Ah pues yo lo veo razones bastante normales… Una cosa es la teoría y otra que tu madre, o tus compañerxs de trabajo vean algo que aun no les has explicado. Y hay situaciones que no es fácil, como tú decias ayer, si tienes un entorno conservador.

  3. De hecho te puedes ver en una situación así incluso sin tener una historia con nadie. Yo mantengo con varias amigas mías una relación de especial confianza física, y no es raro que paseemos por la calle estrechamente abrazados. Cualquiera que me viera y sólo me conociera a mí podría pensar que estamos liados, como sospecho que creían en mi trabajo con respecto a mi amiga V.

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