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Saten antiadherente (II)

6 marzo, 2007 a las 11:24/ por

Parece que las cosas no han mejorado en Satén, según cuenta Nina en su blog

Esta chica, por su juventud, no ha aprendido de los palos de la vida… Nosotros, que ya vamos currados en esto, ya lo avisamos, tras una sola visita, en este mismo blog en abril del 2006.

El tiempo solo fue confirmando las sospechas, que fuimos comentando aquí.. De ahí lo de antiadherente… uno lo intenta, pero nada, no hay manera de que los BDSMs nos quedemos «pegados» ahí…

Sufren en este local lo que he bautizado hoy como «Síndrome Perpiñán». En los años 70, con la dictadura, la gente se iba a ver tetas a Perpignan. Era la época del «destape». En Satén me da la impresión que creen que los BDSMs no tienen dónde ir y que por eso, si les das un sitio donde tener sesiones, irán como locos, les cobres lo que les cobres.
Buscando buscando en internet me acabo encontrando que el nombre de «Síndrome Perpiñán» es acertado en más de un sentido: Dalí lo consideraba el centro del mundo. Quizá a ellos les pase lo mismo con su local…

(la foto viene de adictos al café )

1 Comentario a “Saten antiadherente (II)”

  1. Nina dice:

    Que curioso volver a leer, tanto tu post como los comentarios que se hicieron al mismo hace ya un año.

    Pues bien. A pesar de muchas malas referencias de gente conocida de las que yo particularmente me fío bastante en cuestión de normas y conocimientos de BDSM.
    Nosotros volvimos a intentarlo, quizás motivados por una tercera oportunidad (sí, nosotros volvimos incluso una segunda después de la primera que creo recordar que fuimos con vosotros)y al leer este post, me reafirmo mucho más aún en mi «especie de cabreo», (por llamarlo de alguna forma) porque son cutres, pero cutres cutres que te pasas!! no obstante, siguen convenciendo a bastante gente, por eso volvimos nosotros.
    Pero sigue igual:
    Cobran entrada, eso sí; si eres «VIP» según ellos, hacen descuento (nosotros no seremos de esos VIP, evidentemente. Me imagino que algunos de los que vimos por allí, sí lo eran. Amigos y visitantes del local de mínimo una vez por semana, eso nos dijo ella)
    Te siguen echando a las 3 de la mañana.
    Y la música sigue siendo además de mala insonora.
    Con lo cual, a pesar de mi inocente adolescencia, que me hace pecar de tantas cosas, pero no de escasez de ver tetas y culo, desde luego, Ahora pienso incluso peor que hace un año.

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