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Sex worker (profesional del sexo). Origen y significado del término (y 2)

16 abril, 2015 a las 11:00/ por

Reducción de riesgos

«La reducción del riesgo en el trabajo sexual es un tema muy controvertido. El «abolicionismo» y el «antiabolicionismo» o «empoderamiento» se consideran vías opuestas sobre cómo afrontar la reducción del riesgo. Mientras que el abolicionismo pide que se termine con todo tipo de trabajo sexual, el empoderamiento animaría a la formación de redes entre profesionales del sexo y posibilitar que se protejan de las ITS y otros riesgos para la salud comunicándose mutuamente. Ambos acercamientos buscan reducir los porcetajes de enfermedades y otros efectos negativos del trabajo sexual.

Además, desde el trabajo sexual mismo se han enfrentado a la naturaleza dicotómica del abolicionismo y antiabolicionismo para, en su lugar, concentrarse en defender los derechos de trabajadorxs sexuales. En 1999, la Network of Sex Worker Projects afirmaba que «históricamente, la medidas anti-tráfico de personas se han preocupado más de proteger a las «inocentes» mujeres de convertirse en prostitutas en lugar de asegurar los derechos humanos de las que están en la industria del sexo». Penelope Saunders, una defensora de los derechos del trabajo sexual, reclama que la aproximación que se hace a los derechos de profesionales del sexo tiene más en cuenta el contexto histórico del trabajo sexual que únicamente abolicionismo o empoderamiento. Además, Jo Doezema ha escrito que la aproximación al trabajo sexual bajo la dicotomía de voluntario y forzado ha servido para negar la voluntad de gestionarlo de lxs profesionales del sexo.

Salud

No es común que quienes se dedican al trabajo sexual desvelen la naturaleza de su trabajo a profesionales de la salud. Esto se puede deber a la vergüenza, miedo al rechazo, o al escepticismo de que el trabajo sexual pueda tener efectos en su salud. La criminalización del trabajo sexual en muchos lugares puede llevar a la reticencia a desvelarlo por miedo a las denuncias por actividades ilegales. Hay muy poca protección legal para profesionales del sexo debido a la criminalización; así, en muchos casos, alguien que se dedica al trabajo sexual y que informa a profesionales de la salud, puede encontrar que no tiene la posibilidad de tomar acciones legales contra quien cometió esa agresión.

Los riesgos para la salud del trabajo sexual se refieren principalmente a las infecciones de trasmisión sexual y consumo de drogas. En un estudio, cerca del 40% de profesionales del sexo que visitaron un centro de salud informaron que consumían drogas ilegales. En general, las mujeres transexuales que se dedican al trabajo sexual tienen un riesgo más alto de contagiarse de VIH que los hombres y mujeres profesionales del sexo y más que las mujeres transexuales que no son trabajadoras sexuales.

El uso del condón es una de las maneras de mitigar el riesgo de contraer una ITS. De todos modos, negociar el uso del condón con un cliente y parejas es a menudo un obtáculo para practicar sexo seguro. Mientras que no hay muchos datos sobre los porcentajes de violencia contra trabajadorxs sexuales, muchxs profesionales del sexo no usan condones debido al miedo a la resistencia y violencia de sus clientes. En algunso países también hay leyes que prohiben la posesión de condones; esto reduce la posibilidad de que usen condones. La organización y networking entre profesionales del sexo ha probado aumentar el uso del condón al facilitar el acceso a la prevención y educación sobre ITS. Los prostíbulos con normas médicas estrictas, incluyendo la disponibilidad de condones, también han aumentado el uso de condones entre sus trabajadorxs.

Trabajo sexual forzoso

El trabajo sexual forzoso se da cuando un individuo entra en cualquier tipo de mercado sexual bajo coacción en lugar de hacerlo por libre elección. El trabajo sexual forzoso aumenta las probabilidades de contagio de VIH/SIDA u otra ITS a profesionales del sexo, especialmente cuando un individuo entra en el mercado sexual antes de los 18 años. Además de esto, incluso cuando c0nsienten ciertos actos sexuales, a menudo se les fuerza o coacciona para que realicen otros (a menudo penetración anal) con sus clientes. Lxs profesionales del sexo también se pueden encontrar gran resistencia por parte de sus clientes a usar condón, lo que puede extenerse a una falta de consentimiento por parte de quien realiza ese trabajo sexual a cualquiera de los actos que realiza en ese encuentro; este riesgo aumenta cuando las personas que se dedican al trabajo sexual lo hacen fruto del tráfico de personas o la coacción.

El trabajo sexual forzoso a menudo incluye engaño: Se les dice que podrán ganarse la vida y que no pueden irse. Este engaño puede tener efectos negativos en la salud mental de muchxs profesionales del sexo. Además, los estudios estiman que entre el 40% y el 70% de trabajadorxs sexuales se enfrentan a violencia en un año. Actualmente, hay poco apoyo para trabajadorxs migrantes en muchos países, incluyendo quienes han sido víctimas de tráfico de personas hasta un determinado lugar para ejercer trabajo sexual.

 

Activismo 

[Hay mucha más información, en inglés, en la entrada de la wiki Sex workers’ rights]

Quienes luchan a favor de los derechos de profesionales del sexo argumentan que quienes se dedican al trabajo sexual tienen los mismos derechos humanos y laborales que el resto de gente que trabaja. Por ejemplo, el Canadian Guild for Erotic Labour

pide la legalización del trabajo sexual, la eliminación de leyes estatales más represivas que las impuestas a otros trabajos y negocios, el derecho al reconocimiento y protección bajo la legislación laboral, el derecho a formar y unirse a asociaciones profesionales o sindicatos y el derecho a cruzar fronteras legalmente para trabajar. La lucha por los intereses de quienes se dedican al trabajo sexual puede venir de muchas fuentes, incluyendo ONGs, sindicatos, gobiernos o lxs propixs profesionales del sexo.

Sindicalización del trabajo sexual

La sindicalización del trabajo sexual es un fenómeno reciente. La primera organización dentro de los derechos laborales contemporaneos fue  Call Off Your Old Tired Ethics (COYOTE), fundada en 1973 en San Francisco, California. Muchas organizaciones de países occidentales se crearon después de fundarse COYOTE. Actualmente existe un pequeño número de sindicatos de trabajo sexual en el mundo. Una de las más grandes es la Sindicato Internacional de Profesionales del Sexo (International Union of Sex Workers), con sede en Reino Unido. El IUSW defiende los derechos de toda persona dedicada al trabajo sexual, lo haya elegido libremente o se le haya coaccionado para entrar en el mercado sexual, y promueve políticas que dan ventajas a quienes se dedican al trabajo sexual tanto en Reino Unido como en el extranjero. Muchas regiones tienen sindicatos de profesionales del sexo, incluyendo Latinoamérica, Brasil, Canadá, Europa y África.

Al sindicalizarse, muchxs profesionales del sexo se enfrentan a los problemas relacionados con la comunicación y la legalidad de su trabajo. Debido a que el trabajo sexual es ilegal en muchos lugares donde querrían organizarse, es difícil comunicarse con otras personas dentro del trabajo sexual para organizarse. También preocupa la legitimidad del trabajo sexual como carrera profesional y una actividad que da ventaja a la organización formal, sobre todo debido al sexismo a menudo presente en el trabajo sexual y la devaluación del trabajo sexual al no ser comparable a otros trabajos remumerados.

Un factor que afecta a la sindicalización del trabajo sexual es que muchxs trabajadorxs sexuales pertenecen a poblaciones que no han tenido historicamente una fuerte representación sindical. Mientras que la sindicalización se puede ver como una manera de empoderar a lxs profesionales del sexo y reconocerles la voluntad de cambio dentro de su profesión, también se critica por dar aprobar implícitamente el sexismo y desequilibrios de poder presentes en el trabajo sexual. La sindicalización también implica someterse u operar dentro de los sistemas del capitalismo, lo que preocupa a algunas feministas.

 

Explcación de la historia del Memory, abajo https://www.flickr.com/photos/trocaire/10995431574/

Explicación de la historia del Memory, abajo*
https://www.flickr.com/photos/trocaire/10995431574/

Organizaciones no gubernamentales (ONGs)

Las ONG a menudo juegan un gran papel para llegar a profesionales del sexo, especialmente en sus esfuerzos para prevenir la infección de VIH y de ITS. De todos modos, el alcance de las ONG a profesionales del sexo respecto al VIH es a veces menos coordinada que otros programas de prevención similares dirigidos a grupos diferentes (como hombres que tienen sexo con hombres). Esta falta de organización se puede deber al estatus legal de la prostitución y de otros trabajos sexuales en el país en cuestión; en China, muchas ONGs dirigidas a profesionales del sexo y consumo de drogas no están registradas formalmente en organismos estatales y por lo tanto realizan sus programas a pequeña escala y de manera discreta.

Mientras que algunas ONG han aumentado sus programas para mejorar las condiciones dentro del trabajo sexual, estos programas son criticados a veces por su fracaso a la hora de desmantelar las estructuras opresivas de la prostitución, sobre todo el tráfico forzado de personas. Algunas investigaciones consideran que defender los derechos dentro de la institución de la prostitución no es suficiente; en su lugar, los programas que buscan empoderar a profesionales del sexo, deben empoderar para abandonar el trabajo sexual igual que para mejorar sus derechos dentro del contexto del trabajo sexual».

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Memory, 35, Zimbabwe : In 2008, Memory Shiriinorira was a community worker, earning just enough to feed herself and her two daughters.  But when she was accused of opposing the Zimbabwean government, she was abducted and sent to a militia camp. There, she was raped by three men, one after the other. The police viewed Memory’s rape as political violence and refused to even file the complaint. “I realised that the law could not protect me” she says.  Today, Memory is HIV positive. Months after the NGO where she worked closed down, she felt she had no choice but to turn to sex work. As a consequence, she has faced regular arrest, and has been denied her HIV medication while in custody – a life-threatening act.  Photographer: Eithne Brennan/ Trócaire

Fuente de la imagen principal: https://www.flickr.com/photos/slambert/16418687024/

La primera parte de la traducción de este artículo de la wikipedia está aquí.

 

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