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Si eres trans, búscate la vida.

29 octubre, 2012 a las 11:00/ por

En resumen, eso es lo que están diciendo las leyes y nuevas medidas. Otro terreno más donde desaparecen los apoyos a los grupos más débiles, la salud de lxs trans. Como comenta June en su artículo sobre el tema en Diario.es, las nuevas medidas se van traduciendo en…

  • «Listas de espera más largas, endurecimiento de los requisitos para acceder a los tratamientos, exclusión de las personas inmigrantes sin papeles de la sanidad pública… «
  • «Esos protocolos no respetan los diferentes ritmos y procesos que viven las personas trans, por ejemplo aquellas que quieren vivir en el género elegido sin modificar para ello su cuerpo.»
  • «califican el requisito de dos años de hormonación de “esterilización encubierta”, dado que esa es una de las consecuencias de la toma prolongada de hormonas.»
  • «Hay que sumar a eso lo que afecta a quien usa la sanidad pública: » copago o la de excluir a las personas migrantes sin papeles del sistema público»
  • «Se critica la tendencia a cuestionar a quienes no imitan el modelo de feminidad o masculinidad dominante»
  • «la criminalización del activismo»
Podéis ver más información del problema en el artículo original. Yo sigo extrayendo algunas frases, en este caso las relativas a Madrid y Barcelona:

 

MADRID

  • A eso se suman los  problemas concretos en determinadas zonas de España, como en la Comunidad de Madrid, donde  «se ha reducido la jornada laboral del personal médico de la Unidad de Trastornos de Identidad de Género (UTIG), lo que ha revertido en “una atención de peor calidad y en un incremento de las listas de espera
  • «Con menos quirófanos disponibles, acceder a la cirugía genital por la sanidad pública lleva años de espera»
  • «Desde el pasado junio, se exigen dos años de empadronamiento previo para iniciar el tratamiento de reasignación de género en la UTIG madrileña.»
  • «Según ha podido saber la PandiTrans, la sanidad pública madrileña va a dejar de cubrir las intervenciones quirúrgicas específicas de las personas trans que inicien los tratamientos. El coste de una vaginoplastia en una clínica privada ronda los 17.000 euros, y una faloplastia puede alcanzar los 36.000 euros.»

 

BARCELONA

La Asamblea Octubre Trans Barcelona también ha notado un incremento de las listas de espera en la UTIG de la ciudad condal.

 

¿Las ONG son la solución?

Frente a todo esto, están las alternativas de ONGs por ejemplo, pero mientras que veo bien los programas asistenciales de las ONGs para situaciones concretas (Médicos sin Fronteras, por ejemplo), me da miedo cuando las ONG van cubriendo las actividades que antes realizaba el que ahora es un Estado en retirada, ya lo decía hace mucho Arundhati Roy en este artículo con algunas frases que me parecen para enmarcar. Os recomiendo el texto, aunque parezca largo. Para mí es una guía:

«Las ONG alteran la psique pública. Convierten a las personas en víctimas desvalidas y mellan las puntas de la resistencia política. Las ONG forman una especie de parachoques entre el «sarkar» y el «public». Entre el imperio y sus súbditos. Se han convertido en árbitros, intérpretes, mediadores.

En última instancia, las ONG son responsables de sus acciones ante los que las financian, no ante las personas con las que trabajan. Son lo que llamarían los botánicos especies indicadoras. Es como si, cuanto más devastación produzca el neoliberalismo, más ONG surgen. No hay ilustración más pertinente que el fenómeno de EEUU preparándose a invadir un país y simultáneamente preparando a las ONG para que fueran a limpiar los despojos.

Con el fin de asegurarse la financiación y conseguir que los gobiernos de los países donde trabajan les permitan actuar, las ONG tienen que presentar su trabajo dentro de un marco superficial más o menos exento de contexto histórico o político. Por lo menos, de un contexto histórico o político inconveniente.

Las llamadas de socorro apolíticas (y, por lo tanto, extremadamente políticas en realidad) que envían los países pobres y las regiones en guerra acaban por formar una imagen en la que aquellas gentes (oscuras) de aquellos países (oscuros) aparecen como víctimas patológicas. Otro indio desnutrido más, otro etíope que se muere de hambre, otro campo de refugiados afganos, otro sudanés mutilado… todos los cuales necesitan la ayuda del hombre blanco. Estas imágenes refuerzan sin querer los estereotipos racistas y reafirman las hazañas, las comodidades y la compasión («es todo por tu bien») de la civilización occidental. Son los misioneros seglares del mundo moderno.

A la larga, a menor escala pero de una forma más traicionera, el capital de que disponen las ONG tiene la misma función en la política alternativa que el capital especulativo que entra y sale de las economías de los países pobres: empieza a dictar el orden del día, convierte el conflicto en negociación, despolitiza a la resistencia, interfiere con los movimientos populares locales que tradicionalmente se han mantenido por sí solos. Las ONG disponen de fondos para dar empleos a personas que, de no ser así, trabajarían en los movimientos de resistencia, pero que de esta manera sienten que están haciendo algo inmediata y creativamente bueno, y encima se ganan la vida. La auténtica resistencia política no tiene atajos de esos.

La ONG-ización de la política amenaza con hacer de la resistencia un trabajo cortés, razonable, con su salario y su jornada de 9 a 5, más algunos extras. La verdadera resistencia tiene consecuencias de verdad. Y no paga salarios.

Así llegamos a un tercer peligro que quiero mencionar hoy: el carácter letal del enfrentamiento real entre los movimientos de resistencia y los estados cada vez más represivos. Entre el poder público y los agentes del imperio.

Siempre que la resistencia civil ha mostrado la más mínima señal de pasar de la acción simbólica a parecer, aunque sea remotamente, una amenaza, la represión se vuelve despiadada. Ya hemos visto lo que ocurrió en las manifestaciones de Seattle, Miami, Göthenberg, Génova.

En Estados Unidos tienen el USA PATRIOT Act, que se ha convertido en un esquema para la elaboración de leyes antiterroristas promulgadas en todo el mundo. Se recortan las libertades con el pretexto de proteger la libertad. Y una vez que cedemos nuestras libertades, será necesaria una revolución para conseguir que nos sean devueltas.

Algunos gobiernos tienen mucha experiencia en recortar libertades y seguir quedando bien.»

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