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¿Te es fácil aceptar que te gusta lo que te gusta?

4 octubre, 2011 a las 9:00/ por


En este caso no miro a nadie… El tema empieza por mí, por sorprenderme cuando algunas cosas que hago [que no tengo ganas de airear así como así, deberéis torturarme ;-)] me provocan cierto choque, cierta sorpresa, cierta reacción. Que una vez que la proceso, no hay problema. Pero que admito, hay un primer momento de choque…

Supongo que esa sorpresa, ese shock, es proporcional al tabú que hay sobre esa actividad que nos causa esa reacción. Y el tabú sobre algo varía según la cultura que te rodee (dicho cultamente), depende de tu vecindario, el pueblo donde vivas, tu situación familiar…
Wiseman contaba el caso de lo complicado que hace muchos años le resultaba a las mujeres que visitaban Janus el admitir y decir a los demás que les gustaba ser sexualmente sumisas (consensuadamente, y dentro de de unas reglas de juego, ojito) con un hombre. Y vamos, el SM estaba mal visto en San Francisco en 1977. ¿Os imagináis en España en esos años procesar que «sí, me gusta ser dominado»? Ya tenían problemas los americanos hetero para que se les viese como sumisos si había hombres hetero delante, así que imaginaros los de aquí.
Pero no quiero despistarme, y hablar de la presión del entorno. Lo que me resulta interesante es nuestro propio proceso para admitirlo. Y que, como decía, va en relación al tabú que existe sobre esa práctica. A estas alturas está perfectamente admitido en entornos «abiertos» de ciudades grandes que seas gay, y algo peor, que te gusten algunas cosas de BDSM. Pero…
¿qué sucede cuando te gustan chicas muy muy delgadas? (hay porno con chicas anoréxicas, que no enlazo por si provoca vetetuasaberqué, lo encontraréis en la tuitermosca). No las animas a estar así, no haces nada, simplemente te gustan. ¿No hay ningún momento en que te cuesta admitirlo?. O admitir que te gustan con muchos muchos kilos de más. Incluso que las alimentan, como lxs feeders… O que siendo joven te ponen mujeres de 60 años o casi. O tios con vello y barba… o con la barriga grande grande. O tenerla así tu mismo.
Vuelvo a lo mismo. No tiene que ver con lo extraño que es. Obviamente tiene que ser complicado aceptar que te gusta el scat, a pesar de que no signifique en absoluto que tengas ningún problema*… pero creo que igual de complicado que para un pobre hombre que vive en un pequeño pueblo y descubre que le excita ponerse ropa de mujer, o una señora de un barrio respetable que descubre que le gusta que le tiren del pelo mientras la penetran…
Coprofilia: (y vale para cualquier gusto «particular») «Independientemente de lo que se pueda entender como correcto o no, la práctica de este fetichismo no precisa una atención médica psicológica ya que puede manifestarse de forma pasajera, sistemática o permanentemente, sin que ello suponga un problema psicológico». (fuente)

La foto salió de aquí

9 Comentarios a “¿Te es fácil aceptar que te gusta lo que te gusta?”

  1. Germán TB dice:

    Lo de la propia aceptación todos pasamos por ello, desde que te das cuenta con pocos años de que te gusta la gente de tu sexo hasta que te encuentras disfrutando de los gritos de a quien estás azotando, pasando por esa primera película porno BDSM que hace tantos años pensabas si no era perjudicial que te excitase.

    El tema del porno de anorexicas supongo que tendrá un rechazo superior por el hecho de que son personas enfermas, y de ahí que mucha gente sienta repulsa frente a la idea de que esto pueda ser un fetichismo para alguien. Se entiende más como excitación frente a la enfermedad que como un fetiche como otro cualquiera, supongo. A fín de cuentas, ¿lo excitante de esas imagenes no es por la enfermedad en sí?

    Aun así yo creo que el tema realmente está en que esa es una enfermedad socialmente rechazada. Fíjate en el ejemplo de sobrepeso y demás (que está socialmente más aceptado que la anorexia aunque sea más mortal)… que te guste la gente con sobrepeso es algo mucho más común y que genera menos rechazo a que te guste la gente extremadamente delgada, socialmente estamos más acostumbrados a verlo. Si hubiese tantas anoréxicas como gente con sobrepeso fíjate que me da que hasta podrías poner un par de fotos jajaja

  2. Anonymous dice:

    Yo tengo problemas para asumir que me mola el masoquismo emocional. Cada vez me cuesta menos, pero a veces me siento ridícula por ello. Y en mi caso no me cuesta nada que otros lo sepan, entre bromas todo se puede soltar. Es a mí a quien me cuesta saberme así. Me jode. Me toca los cojones.
    Uma

  3. Ya, Uma, por eso lo digo como algo personal, no si la gente lo acepta o no. Porque visto desde fuera te puede gustar, puedes rechazarlo. Pero descoloca verse haciendo cosas que no «te cuadra» verte haciendo…

    Y Germán, lo de las anoréxicas creo que es por modas. También hay perversiones con otras cosas que pueden ser dañinas para la salud o que tienen ese componente (con personas amputadas, por ejemplo) y se vería como algo raro, no como algo sobre lo que «montar un cristo». Lo que dices tú: Si hubiese muchísimos casos más de anorexia, obviamente, no sería algo tan raro y no provocaría esa reacción.
    De todos modos, menos mal que no hay tantos…

  4. Anonymous dice:

    A mí eso exactamente me ha ocurrido con varias cosas,y más o menos es cuestión de dejar que vaya entrando simplemente sin más.
    Digamos que es como al ver una serie.Al principio te choca.Pero luego sigues viendola, a pesar que en sus inicios no te gustaba. Y al final, te gusta.
    El proceso va según cada individuo,y supongo que también según las personas tendrás ello en mente o no.
    Con unos amigos vas al futbol, y con otros, a museos, a pesar de ser amigos ( para poner una metáfora ).
    El punto está en sí el «choque» inicial te sale de dentro, o de una fuente externa y se «instala» en el subconsciente y no sale hasta pasado un tiempo.
    Cuando sale de dentro,es más sencillo aceptarlo.O eso creo.Ya que sabes a qué se puede deber.
    Cuando es un agente externo,ya, es más complicado,porque entras también en el «y porque ahora, y no antes,si también lo escuché?». Vamos, que lo controlas menos, por lo que el choque puede ser más «fuerte», pero también es cierto que una vez has aceptado eso, estás más feliz, casi casi, porque has descubierto una parte de tí que te estaba oculta por cualquier tipo de tabú que se tuviera alrededor.
    O así opino yo xD

    Ener

  5. Desde luego lo q es muy curioso es irse desvelando facetas a uno mismo. Cosas q ni imaginabas. Y como digo, lleva su tiempo procesarlas. O a mí al menos…

  6. Ener dice:

    Si.Y siempre vas descubriendo cosas nuevas.
    De tener virgen el culo, a tener curiosidad.De tener curiosidad, a una cosa.De una, a otra, y así.Siempre uno se va descubriendo.Es un nunca parar xD

  7. Eso, eso, un no parar :D

  8. uve dice:

    A mí me costó bastante aceptar lo que me gustaba, que me molaba ser la sumisa de mi chico, que me gustaba con él probar cosas nuevas aunque al principio dijera que no me veía, … y sobretodo me costó no sentirme un bichejo demasiado raro. Que lo soy…

    Sentí que no encajaba, actualmente no tengo relación con ninguno de los amigos que tenía cuando era pequeña, cuando comenzamos a crecer, en los botellones, jugaban a los tipicos juegos de emborracharte confesando cosas que te preguntaban, sentía que no pertenecía a ese sitio… muchas de las cosas que decían yo no podía decir «pues si» porque solo la pregunta les horrorizaba…

    luego llegué a otro lugar, no muy grande pero que tampoco es un pueblo de 700 habitantes… ahí por fin conocí a alguien con una mente tan abierta que sin pensarlo, un día, me descubrí en un bar tomando unas cañas, con gente en las mesas de al lado y todo, contando que me iba el D/s y que el chico del que le hablaba en realidad era mi dominante.

    Lo intenté con mi mejor amiga, pero en un momento di marcha atrás. Sentí que nuestra relación cambiaría si supiera ciertas cosas de mi, pero a veces pensaba que necesitaba saberlo, para evitar comentarios como «vaya programa dieron ayer, esa gente está enferma, no?» .

    Y el cambiazo vino cuando me fui a vivir a Madrid. No pude conocer a gente porque en esos momentos no estaba con nadie y tampoco me apetecía conocer a nadie, era mi momento. Me sirvió porque aprendí a aceptarme como soy, y me encanto.

    Cuando volví a la ciudad inicial hace unos meses, lo comento con mis compañeras de piso igual que ellas comentan que la relación con sus chicos va bien porque siguen follando como siempre xD

  9. Yo tuve un recorrido parecido al tuyo en parte… Al principio veia q no coincidia con los gustos de mis amigos (ya empecé con 10-12 años). De esos amigos no me queda ninguno, de cuando era pequeño.

    Me fui cambiando de ciudad y descubri lo que ha pasado siempre: Que en la ciudad no tienes que hacer lo que le parece bien a los de tu entorno, a los de tu barrio, porque es todo más impersonal, dejas ese lado provinciano atrás. Puedes vivir tu vida.

    Y eso si: una vez q vives tu vida como tu en Madrid, ya cuesta volver atrás, ¿verdad?. Mola tu viaje circular :-)

    Eso si: Al final a mi la parte mas complicada no es la de contarselo a otra gente, es la de aceptar qué me gusta, y procesarlo.

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